Con este proyecto EE. UU. sería uno de los grandes perdedores, pues no tendría el control como en el de Panamá
El grandioso proyecto de la creación del Canal de Nicaragua, que uniría el océano Pacífico con el mar Caribe y el Atlántico e impulsaría el comercio mundial, agrava la tensión con Costa Rica. San José ha dirigido a Managua una nota de protesta por la construcción de una valla en el territorio limítrofe.
El Gobierno costarricense califica el hecho de violación de las medidas provisionales de la Corte Internacional de Justicia, que ordenó a los dos Gobiernos mantener despejada la zona de disputa.
Sin embargo, el grandioso proyecto de la construcción del Gran Canal de Nicaragua, que uniría el océano Pacífico con el mar del Caribe y el Atlántico, está en plena marcha. Y aunque muchos consideran que este es una amenaza para el Canal de Panamá, el presidente nicaragüense lo ve como una aportación al comercio internacional.
“Realmente hace falta otra vía del tránsito en la región. No podemos decir que el Canal de Panamá logre resolver el tráfico, sobre todo el transporte de carga y la velocidad del cruce, la espera”, afirmó el mandatario Daniel Ortega. Según el político, la nueva vía no va a suponer el final del Canal de Panamá, sino una mejora general de las condiciones de la región, al igual que en una ciudad, que "cuantas más calles tiene para comunicarse, tanto mejor”.
Un sueño de hace 500 años
Nicaragua tiene una ruta natural que conecta los dos océanos. Por un lado esta el río San Juan y por otro el Gran Lago con el estrecho de Rivas, la llamada Ruta del Tránsito.
Los planes de construcción del Canal de Nicaragua existen desde hace cinco siglos. Desde entonces ha habido muchas promesas de diferentes inversores, pero el proyecto nunca se materializó. Si ahora el Gobierno consigue llevarlo a cabo Nicaragua se podría convertir en uno de los países más ricos de Centroamérica.
A parte de las expectativas inversionistas, la construcción del canal genera también problemas con el país vecino. Según la parte costarricense, el río forma parte de su territorio. Еn varias ocasiones se han presentado demandas a la Corte Internacional de Justicia de La Haya en lo referente a la soberanía sobre esta zona. Pero las disputas entre los dos países no cesan.
Problemas que genera el proyecto
“Costa Rica ocupa el primer lugar en América Latina en la protección del medio ambiente. Nos preocupamos por la ecología de nuestros territorios […] mientras Nicaragua no solo interfiere en nuestra zona, sino que también realiza trabajos, destruyendo nuestros bosques, humedales y causando daños irreparables al medio ambiente”, dijo la presidenta Laura Chinchilla en 2010.
Y no solo la ecología preocupa a los vecinos de Nicaragua. Este proyecto, avaluado en 30.000 millones de dólares, reportará constantes ingresos al país que controle el río San Juan. Otro actor que podría salir perdiendo por esa nueva vía de tránsito será EE. UU. Desde hace un siglo, cuando se abrió el Canal de Panamá, justamente Norteamérica se ha llevado la parte más grande del pastel. Aunque desde el año 1999 Panamá obtuvo el control total del canal, Estados Unidos sigue teniendo enorme influencia en su administración.
“Las pretensiones imperialistas de EE. UU. en la región van a tener muchos más problemas para impedirlo, porque entonces se van a estar enfrentando con toda una comunidad internacional en un contexto en que su poder globalmente va decayendo”, sostiene el analista político Jorge Capelán.
El nuevo canal impulsaría el comercio mundial
Pese a los problemas que rodean y obstaculizan la realización de esta obra, lo cierto es que la infraestructura beneficiaría no solo a Nicaragua. Sin duda impulsaría el comercio mundial, ya que permitirá rebajar costos del transporte global de mercancía.
En julio de 2012, cuando la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó la ley que autoriza la construcción del canal, estaba previsto que el proyecto se realizaría en unos 10 años. Pero ahora el Gobierno nicaragüense asegura que esta gran vía transoceánica podría ser terminada en un plazo mucho más corto.
Ganadores y perdedores
Según el analista internacional Antonio Romea, la construcción de esta nueva vía interoceánica en Nicaragua influiría significativamente en la correlación de los poderes económicos en esa región. “El hecho crearía una nueva vía de comunicaciones trasatlánticas y beneficiaría a una serie de países, tales como China, Rusia, Irán, Brasil, Japón, Corea del Sur y perjudicaría a EE. UU. que hasta ahora tenía el monopolio de tráfico marítimo en la región”, apunta el experto.
De acuerdo a Romea, Costa Rica se sigue oponiendo al proyecto por dos razones. En primer lugar, destaca, “la posición del Gobierno es muy proestadounidense, es su aliado”. Por otro lado, apunta, “no hay que subestimar el sentimiento de la población, de los periodistas costarricenses, que están en contra por considerar que puede dañar al medioambiente, porque el turismo medioambiental es el gran foco de ingresos de la economía de Costa Rica”.
Russia Today en Español, 01-11-2012
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