vladimir putin barack obamaPaul Craig Roberts

El gobierno de Rusia y Europa deben mirar más allá de la propaganda de Washington, porque la realidad es mucho peor.

El comandante de la OTAN, General Breedlove, y el proyecto de ley 2277 del Senado indican claramente que Washington está organizándose y organizando a Europa para la guerra contra Rusia (aquí mi artículo publicado previamente).

Por Paul Craig Roberts

El gobierno ruso finalmente se dio cuenta de que no tiene “socios” occidentales y se queja amargamente de las mentiras propagandísticas y desinformación que Washington, sus vasallos europeos y los medios de comunicación prostituidos sueltan sin prueba alguna contra Rusia.

Tal vez los rusos pensaron que sólo Iraq, Libia, Siria, China y Edward Snowden estarían sujetos a las mentiras y satanización de Washington. Pero era obvio que Rusia sería el siguiente blanco.

El gobierno de Rusia y Europa deben mirar más allá de la propaganda de Washington, porque la realidad es mucho peor que la propaganda.

El proyecto de ley 2277 del Senado y el comandante de la OTAN General Breedlove indican claramente que Washington se está organizando y además preparando a Europa para la guerra contra Rusia (ver mi artículo publicado previamente: Guerra de EE. UU. contra Rusia está ya en marcha).

Europa es reticente a un acuerdo con Washington para admitir a Ucrania en la OTAN. Los europeos entienden que si Washington o sus títeres de Kiev provocan una guerra con Rusia, Europa será la primera víctima. Washington considera que es una molestia la no aquiescencia de sus vasallos. Recordemos el “¡A la mierda con la UE!” de la Secretaria de Estado adjunta Victoria Nuland1. Y eso es justamente lo que Washington está a punto de hacer.

El proyecto de ley de “Prevención contra la agresión rusa” del Senado, del cual me ocupé en mi artículo anterior, es aún más insidioso de lo que se informaba. Si se aprueba dicho proyecto de ley, lo que probablemente sucederá, Washington tendrá la capacidad de eludir a la OTAN y conceder el status de “nación aliada” a Ucrania, independientemente de su pertenencia o no a la OTAN. De este modo, Washington podría enviar tropas a Ucrania y así comprometer a la OTAN en una guerra contra Rusia.

Obsérvese cuán rápidamente Washington agravó la orquestada “crisis” ucraniana sin ninguna prueba de la “agresión rusa”. De la noche a la mañana tenemos al comandante de la OTAN y a los senadores de Estados Unidos tomando acciones contra la “agresión rusa”, de la cual no se ha visto ninguna prueba.

Con Iraq, Libia y Siria, Washington aprendió que podría actuar sobre la base de desvergonzadas mentiras. Nadie, no Gran Bretaña, no Francia, no Alemania, no Italia, no los Países Bajos, no Canadá, no Australia, no México, no Nueva Zelanda, no Israel, ni Japón, ni Corea, ni Taiwán, ni (ponga aquí el país que elija) dio un paso al frente para responsabilizar a Washington por sus flagrantes mentiras y crímenes de guerra. Incluso la ONU aceptó el paquete de mentiras flagrantes y obviamente transparentes que Colin Powell2 presentó en ese foro. Todo lo que Powell dijo ya había sido refutado por los inspectores de armas de la ONU. Sin embargo los alcahuetes de la ONU dieron el visto bueno a una guerra devastadora.

La única conclusión es que pagaron a todas las putas, que siempre pueden contar con que Washington les pague. Por dinero las putas venden al mejor postor la civilización en beneficio de la guerra de Washington, que probablemente será nuclear y pondrá fin a la vida en la Tierra. El dinero de las putas se incinerará con ellas.

No es sorprendente que Washington apunte ahora a Rusia. El mundo ha dado a Washington carta blanca para hacer lo que le plazca. Ahora en los EE. UU. hemos tenido tres gobiernos de criminales de guerra, a quienes se da la bienvenida y se honra dondequiera que vayan. Los demás gobiernos del mundo continúan deseando recibir las invitaciones a la Casa Blanca como indicación de que valen algo. Ser recibido por criminales de guerra se ha convertido en el más alto honor.

Incluso el Presidente de China llega a Washington para recibir la aceptación del imperio del mal.

El mundo no tomó en cuenta los crímenes de guerra de Washington contra Serbia y no vomitó cuando Washington en seguida hizo enjuiciar como criminal de guerra al presidente serbio, quien había intentado impedir que su país fuese desbaratado por Washington.

El mundo no ha hecho ningún esfuerzo para responsabilizar a Washington por la destrucción de Iraq, Afganistán, Libia y ahora Siria y Gaza. El mundo no ha exigido que Washington deje de asesinar a personas en Pakistán y Yemen, países con los que Washington no está en guerra. El mundo mira para otro lado mientras Washington crea el Comando de África de los EE. UU. El mundo mira para otro lado cuando Washington envía armas letales a Israel con las cuales asesina mujeres y niños en el gueto de Gaza. Washington en el Senado y en la Casa Blanca aprueba resoluciones que son vítores por el asesinato israelí de palestinos.

Washington se ha acostumbrado al pase libre, otorgado por el mundo, para asesinar y mentir; y ahora lo está usando contra Rusia.

No ha dado resultado la apuesta del presidente ruso Putin de responder a la agresión de Washington en Ucrania de una manera razonable y no provocativa para demostrar a Europa que Rusia no es el origen del problema. Los países europeos son naciones cautivas. Son incapaces de pensar y actuar por sí mismas. Se doblegan ante la voluntad de Washington. Esencialmente, Europa es un don nadie que sigue las órdenes de Washington.

Si el gobierno ruso espera evitar una guerra con Washington, que probablemente sea la guerra final por la vida en la Tierra, necesita actuar ahora y acabar con el problema en Ucrania aceptando la petición de las provincias separatistas [de Lugansk y Donetsk] de unirse a Rusia. Una vez que aprueben el proyecto de ley 2277 (“Prevención contra la agresión rusa”), Rusia no podrá recuperar la situación de equilibrio sin enfrentarse militarmente a los Estados Unidos, porque Ucrania habrá sido declarada aliado estadounidense.

La actuación de Putin ha sido razonable y responsable, pero Europa le ha fallado. Si mientras aún puede hacerlo Putin no utiliza el poderío ruso para poner fin al problema con que Washington lo confronta en Ucrania, el paso siguiente de Washington será dar rienda suelta a sus cientos de organizaciones no gubernamentales en Rusia para denunciar a Putin como traidor por abandonar a las poblaciones rusas de las provincias rusas que los líderes soviéticos irreflexivamente anexaron a Ucrania.

El problema de ser un líder es que hereda problemas agudizados de quienes lo antecedieron. Putin tiene los problemas legados por Yeltsin, que fue un desastre para Rusia. Yeltsin era títere de Washington. No es seguro que Rusia hubiera podido sobrevivir a los errores de Yeltsin.

Si Washington sale con la suya, Rusia sobrevivirá solamente como un Estado títere de los EE. UU.

En un artículo anterior reseñé la nota de Foreign Affairs, la revista de la comunidad de política exterior de Washington, la cual argumenta que en este momento Estados Unidos tiene sobre Rusia tal ventaja estratégica, que existe una “ventana de oportunidad” para que los Estados Unidos mediante un ataque nuclear elimine a Rusia, que es una restricción a la hegemonía de Estados Unidos.

Es casi seguro que están diciendo a Obama que el presidente John F. Kennedy tuvo esa oportunidad y no la utilizó, y que ahora él no debe permitir que se vaya la oportunidad por segunda vez.

Como explicó Stephen Starr en una columna de invitados, no hay ganadores en una guerra nuclear. Incluso si los Estados Unidos se libra de golpes de represalia, todos morirán, pase lo que pase.

El punto de vista de los neoconservadores de Washington, que controlan el régimen de Obama, es que la guerra nuclear es ganable. Ningún dictamen de especialistas apoya esta opinión; pero son los neoconservadores, no los especialistas, quienes están en el poder,

El pueblo estadounidense ha salido a almorzar. No tiene ninguna comprensión de su probable destino. Los estadounidenses son un pueblo desinformado, distraído por sus crecientes problemas personales y financieros. Si los europeos están conscientes, han decidido vivir el momento con el dinero de Washington.

Lo que la vida enfrenta es un impulso por parte de Washington en busca de la hegemonía; y por parte del resto del mundo, la ignorante despreocupación.

Los estadounidenses, exhaustos soportando los pasivos de Washington sin financiación y la viabilidad de su futura pensión de Seguridad Social, no estarán vivos para cobrarla.

Traducción por Con nuestro Perú de

“Does Russia (And Humanity) Have A Future?”

Veterans News Now, 25-07-2014

http://www.veteransnewsnow.com/2014/07/25/508957-does-russia-and-humanity-have-a-future-paul-craig-roberts/

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1 Esto fue lo que dijo la señora Victoria Nuland cuando se encontraba en Kiev instigando públicamente a los manifestantes contra el gobierno de Víctor Yanukovich. [Nota de Con nuestro Perú.]

2 Para justificar su invasión contra Iraq, EE. UU. manifestó que tenía pruebas de que Iraq poseía ramas de destrucción masiva. Nunca presentaron las pruebas porque no existían; pero de todas maneras invadieron Iraq. [Nota de Con nuestro Perú.]

 

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