La necesidad tiene cara de hereje
.....Mahmud Ahmadineyad


Los EE. UU. sondean ayuda de Irán


Ha sido casi normal encontrar en las noticias amenazantes declaraciones de políticos estadounidenses contra la República Islámica de Irán, para que ésta abandone sus programas de energía atómica. Los iraníes dicen que van a usar la energía atómica con fines pacíficos, los estadounidenses sostienen que el objetivo de Irán es fabricar armas atómicas.


Los iraníes miran con recelo las inspecciones de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), porque cuando en Iraq se hicieron tales visitas y no se encontró nada, igual, los informes del organismo internacional llegaron a los ingleses y estadounidenses que pudieron bombardear con mucha precisión cuanto lugar se les antojó, gracias a la documentación de los inspectores.

El problema de Afganistán

Cuando después del ataque a las torres gemelas (setiembre de 2001) los EE. UU. invadieron Afganistán, desarticularon y derribaron al gobierno radical de los terroristas talibanes, que cometían toda clase de abusos contra el país que gobernaban. En poco tiempo, y aprovechando que en el norte de Afganistán había un grupo (la “Alianza del Norte”) que siempre había resistido a los talibanes con las armas en la mano, los estadounidenses —aparentemente— tomaron el control del país.

Ya defenestrados, fuera del gobierno, los talibanes pasaron a combatir en guerra de guerrillas. Con ataques de aviación y con constante fuego de artillería, los estadounidenses desalojaban a los talibanes de las montañas o de cualquier lugar donde intentaban reagruparse. Sin embargo, incesantemente, hasta el día de hoy, los talibanes han seguido en su lucha y, resistiendo el contraataque de helicópteros y aviones, han llegado a atacar hasta con 400 hombres cuarteles estadounidenses o de sus aliados afganos, en combates que se prolongan hasta ocho horas.

Como Afganistán es país sin salida al mar, los abastecimientos de las tropas estadounidenses y aliadas llegan por tierra, luego de desembarcar en puertos de Pakistán, país con el que Afganistán limita por el sur y el este.



Los errores con Pakistán

Al iniciar sus ataques contra Afganistán, los EE. UU. obligaron al gobierno de Pakistán a dar todas las facilidades de tránsito e información. Los estadounidenses procedieron así porque Pakistán tenía muy buenas relaciones con los derrocados talibanes de Afganistán, quienes habían asimilado enseñanzas islámicas radicales precisamente en Pakistán, que así era visto como origen del mal y se le hacía pagar las consecuencias. La guerra contra Afganistán parecía ir bien, pero los EE. UU. invadieron Iraq y les fue resultando cada vez más difícil sostener dos guerras al mismo tiempo.

Un aspecto importante en este escenario es que el estado pakistaní nunca —ni ayer ni hoy— ha podido imponer su autoridad en las provincias que limitan con Afganistán. Se sospecha que Osama bin Laden está o estuvo en esa zona de Pakistán, aprovechando que es un territorio tribal de gente muy rebelde. Como desde hace dos años se ha intensificado la guerra en Afganistán, cuyo gobierno sólo hace llegar su autoridad hasta las afueras de la capital, Kabul, los estadounidenses han exigido a Pakistán que controle esa zona la cual, aparentemente, sirve de refugio a los rebeldes talibanes que van al Pakistán cuando los combates son muy fuertes en Afganistán. Como hemos señalado, en esa zona fronteriza la fuerza armada pakistaní no puede imponer su autoridad, ante lo cual los estadounidenses envían desde Afganistán aviones sin piloto que atacan con cohetes las casas en que se sabe —o se sospecha— que están refugiados algunos jefes talibanes afganos.

Lamentablemente para los civiles y, como veremos, para los mismos estadounidenses, estos ataques de los aviones sin piloto producen numerosas muertes de personas inocentes, lo cual causa enorme ira entre toda la población de Pakistán y particularmente entre los habitantes de dicha zona rebelde. La reacción de la gente del lugar ha sido organizar guerrillas que no luchan contra el ejército de Pakistán sino contra las caravanas de camiones que llevan los abastecimientos a los estadounidenses que combaten en Pakistán. Organizados en formaciones de entre 100 y 400 hombres armados de fusiles y bazucas, los talibanes de Pakistán causan grandísimo daño al transporte: han destruido cientos de camiones y cada día que pasa los estadounidenses y sus aliados comprueban que la situación es insostenible.

¡Auxilio!

La intensificación de la guerra y la resultante situación que enfrentan han llevado a los jefes militares de EE. UU. y sus aliados de la OTAN a dos conclusiones: a) no es posible derrotar militarmente a los talibanes afganos, al final se llegará a una solución política del conflicto; b) el transporte de abastecimientos y vituallas es muy inseguro o impracticable por Pakistán.

Por estas razones, los militares occidentales, con miras a una salida no deshonrosa ni catastrófica en el campo de batalla, ya consideran necesario dialogar no sólo con los vilipendiados talibanes sino con países que tienen influencia en la región: Rusia, China, Turkmenistán, Uzbekistán, Tayikistán... e Irán. Precisamente la zona norte de Afganistán, que limita con Irán, es la que siempre ha sido relativamente más segura, pero los estadounidenses optaron por abastecerse desde el sur (Pakistán), para no depender de los mencionados países de la frontera norte de Afganistán, ninguno de los cuales es muy amigo de los EE. UU. Para agravar las cosas, esta semana Kirguistán ha anunciado que ya no desea seguir arrendando a los EE. UU. la estratégica base aérea de Manás1, por la que llegaban material militar y abastecimientos a los estadounidenses.

Actualmente los EE. UU. y sus aliados cuentan con la buena voluntad de Rusia2, que por aire y vía férrea deja pasar material destinado a los estadounidenses. Si todo va bien, Irán también permitiría el paso de abastecimientos. Ahora se puede entender mejor por qué los EE. UU. ya no se muestran tan decididos a atacar militarmente a Irán ni estimulan a Israel en sus intenciones de atacar también a dicho país3. Por supuesto que nadie puede asegurar que EE. UU. no ataque a Irán, pero hay diversos factores que deben tomarse en cuenta4.

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1 El arriendo de esta base —medida no muy popular entre la población de Kirguistán— data de 2001, y fue una señal de colaboración con los estadounidenses, que acababan de sufrir el ataque a las torres gemelas. Una de las razones del cierre es que en ese país del Asia Central la gente rechaza la inmunidad que los EE. UU. impuso para evitar que por cualquier incidente sus militares tuvieran que comparecer ante tribunales kirguistanos.

2 Colabora porque también ha sufrido agresiones de terroristas islámicos y no desea que los talibanes retornen al poder.

3 Para tranquilizar a Israel, los estadounidenses han instalado en el sur de ese país un radar de tecnología modernísima, muy poderoso, controlado y puesto en funciones sólo por militares estadounidenses, que permitiría detectar a tiempo cualquier proyectil que parta de Irán hacia Israel.

4 Leer: Problema de Irán: ¿Será atacado?