—El Pentágono planea la salida de los 2.000 soldados "lo antes posible", según agencias
—El presidente Donald Trump asegura que Washington ha derrotado al Estado Islámico en la región

Estados Unidos ha iniciado la retirada inmediata de las tropas estadounidenses de Siria por orden del presidente, Donald Trump, según ha confirmado la Casa Blanca y el Pentágono. "Hemos empezado a traer a las tropas a casa mientras nos dirigimos hacia la siguiente fase de esta campaña", señala la nota emitida. La portavoz, Sarah Sanders, ha añadido que Washington "seguirá trabajando con nuestros aliados". 

“Hemos derrotado al Estado Islámico en Siria, mi única razón para estar allí durante la presidencia de Trump“

Antes de confirmarse, el mandatario había deslizado la posibilidad en Twitter al declarar la victoria sobre el Estado Islámico. "Hemos derrotado al Estado Islámico en Siria, mi única razón para estar allí durante la presidencia de Trump", ha escrito el mandatario en Twitter, un mensaje con el que no están de acuerdo fuentes del Ministerio de Defensa británico, que forma parte de la coalición. Pese a todo, la Casa Blanca ha asegurado que la victoria no implica el fin de la coalición internacional ni su campaña. 

Varios funcionarios del Pentágono han filtrado este miércoles a medios locales la salida de los 2.000 soldados estadounidenses que combaten al yihadismo en la coalición internacional liderada por Washington. Una fuente consultada por la agencia France Presse ha indicado que la decisión se tomó "el martes por la tarde" y que la "retirada completa" de las tropas se hará efectiva "lo antes posible". 

Derrocar al EI, objetivo principal de Trump

La retirada de las tropas estadounidenses de Siria fue una de las promesas de campaña de Trump, que abogó por dismunir la presencia militar en Oriente Medio. A su llegada a la Casa Blanca, el Pentágono convenció al presidente de mantener la presencia militar en la región para derrocar al Estado Islámico. 

Desde entonces, el presidente ha insistido en que su prioridad es erradicar el grupo extremista y ha abandonado la idea de forzar una transición que fuerce la salida del presidente sirio, Bachar al Asad. 

Pero la decisión del mandatario no encajaría bien entre algunos altos cargos como el secretario de Defensa, Jim Mattis, que buscan evitar el regreso del Estado Islámico. La medida también ha sido criticada entre las filas republicanas, que creen que sería una "gran victoria para el Estado Islamico, Irán, [el presidente sirio] Bachar al Assad y Rusia", según la senadora Lindsey Graham, o un "grave error", según el senador Marco Rubio.

Según el Pentágono, el EI solo controla un 1% del territorio que llegó a dominar en 2014, cuando proclamó un califato en Siria e Irak. Y aunque Washington retire a sus tropas de Siria, sus 5.200 soldados en Irak podrán lanzar ataques en territorio sirio.

Israel "defenderá su seguridad"

En clave internacional, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu ha dicho que "respeta" la retirada de EE.UU., pero ha advertido de que defenderá su seguridad "para protegernos nosotros mismos de este frente". En un comunicado, Netanyahu ha explicado que Trump y el secretario de Estado, Mike Pompeo, le informaron el lunes de la intención de Washington: "Aclararon que tienen otras formas de ejercer su influencia en este escenario", ha añadido.

Hasta ahora, Israel ha mantenido cierta libertad de actuación en Siria mediante bombardeos contra objetivos para impedir que Teherán afiance su presencia militar en Siria.

Según los analistas israelíes, el movimiento de Washington daría el control total de Siria a las fuerzas de Al Asad, a su aliado iraní y la milicia chií libanesa Hizbulá. La influencia iraní preocupa especialmente a Tel Aviv, que mira con recelo las implicaciones de la salida de las tropas estadounidenses. 

 

RTVE, 19.12.2018