Los indígenas brasileños, mayoritariamente representados por la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), empezaron a movilizarse para anular las primeras medidas aprobadas por el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, que delegó la gestión de las cuestiones indígenas al ministerio de Agricultura.
En un comunicado, la APIB recomendó que sus entidades asociadas en todos los estados del país presenten una acción popular requiriendo judicialmente la nulidad de las medidas aprobadas por Bolsonaro, "que prácticamente destruyen toda la política indigenista brasileña".
En la primera edición del Diario Oficial de la Unión del nuevo Gobierno, publicado el 2 de enero, la Fundación Nacional del Indio (FUNAI) perdió sus principales atribuciones históricas, "la delimitación, demarcación y registro de tierras indígenas". A partir de ahora, esta función corresponderá al ministerio de Agricultura, algo muy criticado por los indígenas, que consideran que esta cartera está en manos del lobby de los grandes terratenientes, cuyos intereses chocan directamente con los de las comunidades nativas.
Para los miembros de la APIB, la desnaturalización de la FUNAI, que hasta ahora estaba adscrita al ministerio de Justicia, es el pago de la "deuda" que Bolsonaro tenía con la bancada ruralista del Congreso Nacional, y prometieron próximas movilizaciones.
"Estamos preparados, no vamos a renunciar a los derechos conquistados, y mucho menos entregar nuestros territorios para honrar el acuerdo entre Bolsonaro y sus coroneles", añadió la entidad.
Durante la campaña electoral, el actual mandatario prometió que no iba a demarcar "ni un centímetro" más de tierras indígenas, y aseguró que la protección a estas comunidades y al medio ambiente no puede obstaculizar el progreso económico. En la actualidad, hay 130 procesos de tierras pendientes de ser evaluadas, reconocidas y protegidas como áreas indígenas.
Sputniknews, 03.01.2019