Los equipos de rescate rescate ha encontrado el cuerpo sin vida de Julen, el niño dos años que se precipitó en el estrecho pozo de prospección de agua, donde quedó atrapado, en Totalán, Málaga, España.
Participaron en la operación en total más de 300 personas, entre ellos ocho mineros y efectivos de la Guardia Civil, quienes excavaron un conducto vertical paralelo y otro transversal horizontal. Previamente habían succionado la tierra hallada a varios metros de profundidad, pero no lograron abrirse paso en el estrecho ducto, de tan sólo 25 centímetros de diámetro.
El hallazgo del cuerpo llegó a las 01:25, hora de España, de este sábado, según ha informado la Subdelegación de Gobierno de Málaga.
Los ocho mineros tardaron más de 35 horas en recorrer los cuatro metros que separaban el túnel paralelo al pozo del punto exacto en el que cayó el niño el 13 de enero, maniobra difícil, pues debieron apuntalar a mano con una carga de más de 15 kilos, de rodillas y echados. Cavaron cada pocos centímetros para evitar derrumbes y ayudados de microvoladuras para fraccionar la roca.
La galería horizontal cavada fue de 3.35 metros en el difícil en el Cerro de la Corona. Además de los mineros trabajaron ingenieros civiles, efectivos de la Guardia Civil, Brigada de Salvamento de Hunosa, equipo de rescate e intervención de montaña, grupos especiales de actividades subacuáticas, bómberos, TEDAX y empresas privadas.
La excavación realizada, de haber sido sin prisa, en condiciones normales, habrpia tomado varios meses. El niño había caído a 110 metros de profundidad.
Responsabilidades
Los responsables enfrentan cargos por delito de homicidio por imprudencia. La pena llegaría a los 4 años de prisión. El responsable es el pocero si no selló el pozo, o el dueño de la finca, novio de una prima de la familia. Incluso tendría responsabilidad la empresa que hizo obras ilegales para construir una casa si desplazó el sellado para hacer la zanja en la que Julen jugaba junto al pozo abierto.
El culpable será responsable de indemnizar a los padres del niño, y deberá pagar el costo del rescate; 23 empresas privadas y públicas. Solo el empleo de la maquinaria y materiales (sin gastos de personal) ya cuesta más de 600.000 €, según la estimación hecha por Guardia Civil aportada al juzgado. No incluye los daños ecológicos y tampoco está cuantificado el de las fincas aledañas a las que, como mínimo, han arrancado árboles. También la Confederación de Aguas multará al dueño de la finca y al pocero por la ilegalidad del pozo. Uno por no pedir permisos para la cata y otro por no verificar que había permisos antes de perforar. La multa estará agravada porque Julen cayó, serán 300.000 €. Por la obra ilegal para hacerse una casa, el familiar de Julen tendrá otra multa del ayuntamiento.
