Felipe Riesco Eyzaguirre, subsecretario de esta cartera, concede una entrevista a RT durante su recorrida por el sur para dimensionar los daños, mientras el país es azotado por el fuego.
El resumen nacional de incendios forestales de Chile detalló que este viernes 8 de febrero el país registra 75 importantes focos de fuego, de los cuales 32 se encuentran activos, 41 están siendo controlados y dos fueron extinguidos. El conflicto abarca varios distritos centrales y sureños, donde se destacan las regiones de Maule, Biobío, Los Ríos, Los Lagos, Aysén y La Araucanía, que es la más perjudicada según los datos brindados por el Ministerio del Interior y Seguridad Pública.
En efecto, aquella zona tiene un total de "34 viviendas destruidas, 23 personas albergadas, 119 damnificados, siete lesionados y dos fallecidos". No obstante, desde aquella cartera no se informó sobre los daños concretos en las otras regiones ya mencionadas. Así, el 5 de febrero se declaró el Estado de Excepción Constitucional por Catástrofe en Biobío ─excepto las comunas de Concepción y Talcahuano─, La Araucanía ─salvo por Temuco─, junto a las comunas de Mariquina y Panguipulli, en Los Ríos. Esto significa que las fuerzas de seguridad pasan a ser la máxima autoridad en los lugares implicados, hasta que se normalice la situación.
"Los incendios son de carácter intencional"
Bajo este panorama, el subsecretario del Medio Ambiente, Felipe Riesco Eyzaguirre, quien dirige el Ministerio hasta que Carolina Schmidt regrese de vacaciones, fue enviado por el presidente Sebastián Piñera a la zona del conflicto para analizar la situación. Desde la región de Aysén, en la Patagonia chilena, describe que allí "hay dos focos importantes, uno en la ciudad de Cochrane y otro en Puerto Tranquilo", donde ya se declaró la alerta roja.
"En Aysén el fuego se originó en una zona de 'campings', en Bahía Mansa, aunque está sujeto a investigación".Felipe Riesco Eyzaguirre, subsecretario del Medio Ambiente.
Junto a personal de Carabineros y el Ejército, el ministro subrogante sobrevoló las áreas implicadas: "En Puerto Tranquilo se consumieron unas 600 hectáreas de bosque, sin que se haya afectado ninguna vivienda", explica a este medio. Al mismo tiempo, añade que "en Cochrane son 5.000, pero sin comprometer a la población". No obstante, el viento creció, el fuego se expandió y las autoridades debieron abandonar la recorrida, para evitar accidentes.
Riesco afirma que la región más comprometida es La Araucanía, "donde hay una gran extensión de hectáreas quemadas". Además, agrega que "el combate al fuego ha sido difícil porque han habido incluso algunos ataques a los brigadistas".
En efecto, desde su punto de vista "los incendios son de carácter intencional" y detalla que "solo el 1% es de origen natural", el resto es por negligencia o malicia humana. Pero, ¿quiénes fueron los autores y por qué? "Aquí en Aysen el fuego se originó en una zona de 'campings', en Bahía Mansa, aunque está sujeto a investigación", comunica. Carabineros es la fuerza pública que determinará las causas.
Se desconoce el motivo
Para el entrevistado, es demasiado prematuro relacionar los incendios con algún tipo de especulación inmobiliaria o interés territorial puntual. Por otro lado, mientras se dirige a la localidad de Balmaceda para cuantificar los daños, resalta que "ninguna zona protegida por la ley fue alcanzada por el fuego", aunque sí hay varios bosques nativos implicados.
"Los daños producidos por el fuego se pueden recuperar. Tras el incendio de siete años atrás en el Parque Nacional Torres del Paine ─al extremo sur─, el lugar se pudo regenerar. El proceso es lento, pero se puede salvar el hábitat natural".Felipe Riesco Eyzaguirre, subsecretario del Medio Ambiente.
A partir de lo que pudo observar, el encargado de cuidar el medio ambiente chileno subraya que "las consecuencias de los incendios son devastadoras", aunque todavía no se realizó un diagnóstico completo. Por otro lado, subraya que es fundamental "concientizar a la población sobre la flora y la fauna nativa".
A pesar de todo, destaca que "los daños producidos por el fuego se pueden recuperar", y comenta experiencias anteriores: "Tras el incendio de siete años atrás en el Parque Nacional Torres del Paine ─al extremo sur─, a raíz de una fogata mal apagada por turistas, el lugar se pudo regenerar. El proceso es lento, pero se puede salvar el hábitat natural".
El problema de los incendios en Chile no es nuevo, solo en la temporada 2016-2017 más de 547.000 hectáreas se quemaron, según datos de la Corporación Nacional Forestal (CONAF). Ahora, las altas temperaturas del verano sudamericano tampoco ayudan.
Leandro Lutzky
RT, 08.02.2019