Tanto Washington como sus aliados de la OTAN pretenden que más países condenen la operación militar en Ucrania e impongan sanciones.
La operación militar impulsada por Rusia en Ucrania llevó a EE. UU. a tratar de "secuestrar" la visión del resto del mundo para imponer la propia, analizó Global Times, que agregó que Washington "ya no puede usar el mismo truco de siempre para engañar al mundo".
Como ejemplo de esa postura recordó que la Casa Blanca insiste en que la India condene la acción bélica y abandone su lugar de neutralidad. Una muestra de esa presión es el diálogo del viernes 25 de febrero entre el secretario de Estado, Antony Blinken, y el ministro de Exteriores de la India, Subrahmanyam Jaishankar, en el que el funcionario estadounidense resaltó "la importancia de una fuerte respuesta colectiva para condenar la invasión de Rusia".
Aunque la India no dio señales de una modificación en su postura, Yuan Zheng, subdirector del Instituto de Estudios Americanos de la Academia China de Ciencias Sociales, no descarta algún cambio como gesto hacia EE. UU. "Sin embargo, es improbable que Nueva Delhi condene o critique abiertamente a Moscú debido a su estrecha relación", expresó.
La India no es el único país que no comparte la visión estadounidense. Otros países han tomado una postura similar, como México y Turquía, que anunciaron que no impondrán sanciones económicas a Rusia; o Argentina, Bolivia, Brasil y Panamá, que rechazaron las sanciones, ya que tomar una postura contra Rusia no está entre sus "intereses" ni "conduce a la solución de la crisis".
Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, manifestó su "firme apoyo" a Rusia y destacó la "importancia de contrarrestar la campaña de mentiras y desinformación" llevada a cabo por Occidente.
La manipulación de las opiniones
Según Global Times, EE. UU. no está en posición de reclamar a otros países que se sumen a las sanciones y la condena a Moscú. "No puede pedir a todo el mundo que pague por el caos que ha creado", publicó y añadió que la Casa Blanca y sus aliados de la OTAN "deberían asumir la responsabilidad".
En ese sentido, señaló que "los intereses de Washington no son iguales a los intereses de todo el mundo" y agregó que "EE. UU. ha tratado previamente de manipular la opinión de la comunidad internacional a su favor bajo el pretexto de 'mantener el orden internacional basado en reglas'".
"Afortunadamente, ya no puede usar el mismo truco de siempre para engañar al mundo. Cada vez más países ya se han dado cuenta del desvergonzado propósito de Washington de usarlos como piezas de ajedrez para promover sus propios intereses", concluyó.