El Ministerio de Exteriores de China fustigó a Estados Unidos por la grave situación en Ucrania.

 

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Zhao Lijian

 

"Estados Unidos debería preguntarse quien provocó todo esto", señaló el portavoz de la institución, Zhao Lijian, en la red social Twitter, acompañando su comentario con una caricatura.

En la imagen se ve al tío Sam, que simboliza a Estados Unidos, preguntando: ¿Por qué China no hace más esfuerzos para sofocar el incendio? El propio tío Sam "apaga" con gasolina el incendio que lleva la inscripción Ucrania.

El presidente de China, Xi Jinping, en una conversación telefónica mantenida el viernes con su par ruso, Vladímir Putin, subrayó que en la situación en torno a Ucrania se debe dejar a un lado la mentalidad de la guerra fría y se debe respetar los intereses legítimos de seguridad de todos los países, en alusión al acercamiento de la infraestructura militar de la OTAN a las fronteras de Rusia.

En cuanto a las relaciones entre Rusia y Ucrania, el líder chino apostó por las negociaciones.

El 24 de febrero, Rusia inició una operación especial contra Ucrania para mermar su capacidad bélica después de que Donetsk y Lugansk pidieran ayuda para frenar los bombardeos contra los civiles.

Los ataques ucranianos se intensificaron después de Estados Unidos y otros países de la OTAN entregaran toneladas de armas a ese país.

El presidente ruso, Vladímir Putin, enfatizó que el objetivo de la operación es desmilitarizar y acabar con el nazismo que se instauró en Ucrania.

En un mensaje televisado, el líder ruso llamó a los soldados ucranianos a no cumplir las órdenes "criminales" de las autoridades, deponer las armas y volver a sus hogares.

Putin prometió que los responsables de los numerosos crímenes de guerra contra la población civil de Donetsk y Lugansk comparecerán ante los tribunales.

Según los expedientes del Comité de Investigación, entre los imputados figuran Dmitri Yarosh, anterior comandante del grupo ultranacionalista Pravy Sektor (proscrito en Rusia); el exministro de Defensa Anatoli Gritsenko, el exministro del Interior Arsen Avákov, el expresidente del Parlamento Alexandr Turchínov, el círculo cercano del expresidente Petró Poroshenko, varios generales y otros altos cargos de la cúpula política y militar.

Donetsk y Lugansk se independizaron de Ucrania en mayo de 2014 tras desconocer a las nuevas autoridades que resultaron del golpe de Estado producido en Kiev y desde entonces no cesa el conflicto entre el Gobierno central y los dos territorios que en todos estos años ha dejado más de 14.000 muertos, según estimaciones de la ONU.

Todo ocurre en medio de la pugna entre Washington y Moscú por el avance de la OTAN hacia las fronteras de Rusia.

Las dos potencias iniciaron en enero negociaciones para sellar un acuerdo vinculante de garantías de seguridad.

Moscú exige la renuncia a la ampliación de la OTAN al este, en concreto a la incorporación de Ucrania y Georgia, naciones que limitan con Rusia y en los que en una hipotética adhesión, Estados Unidos podría emplazar sus misiles de ataque.

Rusia demanda al bloque bélico que retire sus tropas y material de guerra de Bulgaria y Rumanía, lo que implica el retorno a la arquitectura militar que existía en Europa en 1997, cuando fue firmado el Acta Fundacional Rusia-OTAN.

Estados Unidos tiene en la actualidad misiles desplegados en la localidad polaca de Redzikowo, a unos 180 kilómetros del enclave ruso de Kaliningrado, y en el poblado rumano de Deveselu, a unos 600 kilómetros de la península de Crimea.

 

Con información de Sputnik