El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que los informes sobre el presunto uso de bombas de racimo y termobáricas por fuerzas rusas en Ucrania no se corresponden con la realidad.

 

kremlin

 

"Es un bulo", dijo Peskov a la prensa este martes.

El portavoz presidencial aseguró que las fuerzas rusas no bombardean obras de infraestructura ni barrios residenciales en Ucrania.

"Durante la operación militar especial, las fuerzas rusas no atacan obras de infraestructura ni barrios residenciales, solo de trata de la desmilitarización de Ucrania y de las instalaciones militares ucranianas. Y no hay que olvidar que en la mayoría de los casos se trata precisamente de bombardeos realizados por grupos nacionalistas, que se valen de los civiles como escudos humanos", enfatizó el portavoz del Kremlin.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció en la madrugada del 24 de febrero el lanzamiento de una "operación militar especial" en Ucrania, alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, ya reconocidas por Rusia como Estados soberanos, solicitaron ayuda frente a la agresión por parte de Kiev.

Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica ucraniana.

Hasta la mañana del 27 de febrero quedaron inutilizados más de 1.100 objetivos de infraestructura, incluidos aeródromos y radares. Se tomaron bajo control los territorios en torno a la planta nuclear de Chernóbil (fuera de servicio) y de Zaporozhie (activa). Además, fue desbloqueado el Canal de Crimea del Norte y se trabaja para reanudar el suministro de agua a la península.

Las operaciones de ofensiva se desarrollan en varias direcciones. Kiev ha quedado bloqueado desde el oeste. Se estableció el control sobre todo el espacio aéreo de Ucrania.

Según datos del Ministerio de Defensa de Rusia, entre las tropas rusas hay muertos y heridos, pero las bajas entre las unidades militares ucranianas y los nacionalistas son mucho mayores. A los ucranianos que entreguen voluntariamente las armas se les garantiza la seguridad y el regreso a sus hogares.

En tanto, algunas unidades ucranianas instalan sistemas de lanzacohetes múltiples en barrios residenciales de Kiev y otras ciudades. El presidente Vladímir Putin lo llamó "táctica de los terroristas".

 

Con información de Sputnik