El Ministerio de Economía de Alemania avaló la entrega de 2.700 misiles antiaéreos a Ucrania, informó la agencia local dpa, citando fuentes del organismo.

 

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"El Ministerio de Economía de Alemania aprobó el envío de 2.700 misiles del tipo Strelá", aseguró el medio.

El misil Strelá es un tipo de armas del arsenal de la antigua República Democrática de Alemania.

El canciller alemán Olaf Scholz autorizó el 26 de febrero el suministro de armamento a Zelenski. Un día después apeló a la reconciliación entre Alemania y Rusia tras la caída del nazismo en la Segunda Guerra Mundial, diciendo que era un capítulo importante en la historia.

La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, al comentar la decisión de Scholz de armar a Ucrania, advirtió que las armas alemanas nuevamente apuntan contra Rusia.

A su vez, el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, calificó de extraño el argumento que usa Alemania para armar al régimen ucraniano. "Mi homóloga Annalena Baerbock dijo que, dada la responsabilidad histórica de la que es consciente Alemania, su país estaba obligado a suministrar armas a Ucrania. ¿Cómo se entiende esto? ¿Que la culpa histórica y su conciencia exigen que Alemania apoye a los neonazis?", se preguntó el ministro en una entrevista.

Rusia inició el 24 de febrero una operación especial para frenar los bombardeos ucranianos contra las poblaciones civiles de Donetsk y Lugansk.

Desde Moscú enfatizaron que la operación especial busca la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania para detener el genocidio que la cúpula político-militar de ese país llevaba a cabo contra los civiles de Donetsk y Lugansk desde 2014.

Ucrania rompió a mediados de febrero la tregua olímpica por los Juegos Olímpicos de Pekín e intensificó sus ataques contra las viviendas y las infraestructuras civiles de Donetsk y Lugansk.

Los bombardeos del régimen ucraniano se incrementaron después de que Estados Unidos y otros países de la OTAN le suministrara toneladas de armas.

Desde Moscú llamaron a los soldados ucranianos a no cumplir las órdenes "criminales" de las autoridades, deponer las armas y volver a sus hogares. Cientos de militares se rindieron a las fuerzas de Donetsk y Lugansk.

El presidente ruso prometió que los responsables de los numerosos crímenes de guerra contra la población civil de Donetsk y Lugansk comparecerán ante los tribunales.

El Ministerio de Defensa ruso aclaró que la operación militar no pone en peligro a la población civil, sino que busca inutilizar la infraestructura bélica de Ucrania.

 

Con información de Sputnik