El viceministro de Exteriores ruso Serguéi Riabkov desestimó que las relaciones con los países occidentales regresen a su estado anterior.
Serguéi Riabkov
"No habrá un retorno a lo anterior y es que los países occidentales destruyeron la arquitectura de la seguridad y las relaciones que existían antes de los sucesos de los últimos días", dijo el vicecanciller al medio RBC.
Riabkov advirtió a Estados Unidos y a las naciones de Europa sobre una mayor escalada de la tensión.
Por otro lado, indicó, las relaciones podrían avanzar, pero para ello se requiere la voluntad política de los países occidentales, principalmente de EE. UU.
Rusia busca impedir una nueva ola expansionista de la OTAN que abarcaría, en particular, a Ucrania, lo que abriría la puerta para que EE. UU. despliegue sus misiles de ataque en ese país.
Pese a las promesas de EE. UU. de que la OTAN no se expandiría al este, dadas en 1990, el bloque bélico rompió en 1999 sus compromisos e incorporó a Polonia, Hungría y República Checa en su primera ola expansionista.
En la segunda ola en 2004 la organización militar admitió a Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania y Rumanía.
En 2009 la organización militar adhirió a Albania y Croacia.
A principios de junio de 2017 la OTAN incorporó a Montenegro pese a las protestas multitudinarias de la población de este país. Tres años después se adhirió Macedonia del Norte.
En 2008, la alianza noratlántica acordó que Ucrania, país fronterizo con Rusia, se uniría al bloque, aunque no puso fechas ni un plan de acción para conseguirlo.
Con información de Sputnik