Los militares ucranianos bombardearon con armas pesadas barrios residenciales en la ciudad portuaria de Mariúpol, en la provincia de Donetsk, para después acusar a Rusia de los ataques, declaró a Sputnik un habitante local que logró huir de esa ciudad sitiada con la esposa y la hija, menor de edad.
"Los uniformados ucranianos lanzaron ataques masivos contra nuestro distrito y decían que eran los rusos quienes disparaban, pero nosotros veíamos de dónde venían los proyectiles y sabíamos lo que estaba pasando", dijo el testigo presencial.
Relató que él y su familia no durmieron ni de día ni de noche durante casi 10 días, refugiándose de los bombardeos artilleros masivos.
"Al principio, durante varios días, (los militares ucranianos) bombardearon precisamente los barrios residenciales, y después procedieron a allanarlos", detalló el habitante local.
A la pregunta de por qué hacían eso los militares ucranianos, dijo que querían enseñar al mundo "cómo Rusia y la república de Donetsk mataban a civiles".
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció en la madrugada del 24 de febrero el lanzamiento de una "operación militar especial" en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitaban ayuda frente al "genocidio" por parte de Kiev.
Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.
Ucrania rompió las relaciones diplomáticas con Rusia, impuso la ley marcial en todo el territorio nacional, además del toque de queda en Kiev y otras ciudades, decretó la movilización general.
Del 24 de febrero al 2 de marzo, las hostilidades en Ucrania causaron la muerte de 249 civiles y dejaron heridos a otros 553, según la ONU; más de un millón de ucranianos buscaron refugio en los países vecinos en la primera semana del conflicto.
El 2 de marzo, el Ministerio de Defensa reveló que 498 efectivos rusos perdieron la vida y 1.597 resultaron heridos desde el comienzo de la operación especial; las bajas militares del lado ucraniano, según la misma fuente, ascienden a más de 2.870 muertos y unos 3.700 heridos.
Numerosos países condenaron en términos enérgicos la intervención de Rusia en Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales, incluido el cierre de su espacio aéreo para los aviones rusos.
Con información de Sputnik