La única hija de la reina Elizabeth, la princesa real Ana, estuvo al pie de las honras fúnebres realizadas en Escocia por la muerte de su madre y acompañó la salida del féretro de Edimburgo con rumbo a Londres, al palacio de Buckingham para continuar con las largas jornadas de duelo en el Reino Unido.
Saliendo de la catedral de San Giles
Las ceremonias fúnebres se realizarán hasta el 19 de este mes, en que sus restos tendrán un descanso final en su sepulcro, tras su fallecimiento el 8 de setiembre en el castillo de Balmoral, residencia de verano de la monarca.
Los restos de la soberana permanecieron seis días en Edimburgo, Escocia, donde se realizaron diversas ceremonias en su honor, lo cual el gobierno británico debe haber calculado que apaciguará en algo los ánimos separatistas escoceses.
La Princesa Real sigue las ceremonias en Edimburgo
En Edimburgo todas las ceremonias y recorrido de la carroza fúnebre estuvo seguido por miles de personas que aplaudieron a su paso.
El dicha ciudad, la última actividad tuvo lugar en la catedral de San Giles, donde la salida del ataúd del recinto religioso fue precedida por un músico que interpretó con su gaita “Flowers of the Forest”. En esta catedral miles hicieron cola para presentar sus respetos a la fallecida y ver su ataúd, muchos de los cuales esperaron por horas su turno.
Antes del traslado del féretro, la Princesa Real, la más centrada de los hijos de la soberana por su vida sobria y sin escándalos, participó en un servicio privado, al que asistieron autoridades escocesas, informan los medios británicos.
Ocho cargadores fueron escogidos del Regimiento Real en Edimburgo para portar el pesado féretro de roble, sellado internamente por una capa de plomo, de modo que debieron escoger personas fuertes y del mismo tamaño para llevar sin problemas el ataúd por las escaleras.
En la parte exterior de la catedral regimientos rindieron los últimos honores en Escocia. Esperaban junto a ellos cerca de la carroza fúnebre la Princesa Real, con traje de luto, y su esposo, el vicealmirante sir Timothy James Hamilton Laurence, quienes siguieron a la carroza en el Bentley real, que lleva la insignia real en su parte frontal superior.
El cortejo se dirigió al aeropuerto de dicha ciudad, donde la hija de la reina y su cónyuge acompañaron el traslado hasta los momentos previos al despegue del avión que trasladó los restos mortales de Elizabeth hasta Londres, donde miles ya se aglomeran en las calles por un lugar para ver las ceremonias públicas que seguirán.
La carroza ingresa al palacio de Buckingham