Zelaya asegura que no aceptará su restitución para legalizar el fraude electoral
El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, afirmó que no aceptará su restitución para legalizar las elecciones generales del domingo, e insistió en que la abstención supera el 60 por ciento.
"Ni restitución para legitimar el golpe ni para avalarles un proceso que está totalmente viciado de nulidad", subrayó Zelaya en declaraciones a Radio Globo, tras las elecciones generales que tuvieron lugar ayer, sin el respaldo mayoritario de la comunidad internacional y que dieron el triunfo virtual al opositor Porfirio Lobo.
"Ni la restitución bajo las condiciones de legalizar este fraude electoral puede ser aceptado alguien como su servidor, que lucha por principios", agregó, al asegurar que con esa postura está "arriesgando todo para que las transformaciones de Honduras no se paren".
El presidente, derrocado el 28 de junio y desde septiembre en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, reiteró sus denuncias de que la abstención superó el 60%, frente al 61,3% de participación que esgrimen las autoridades electorales hondureñas.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) indicó que la participación en las elecciones fue del 61,3 por ciento, con 1.716.027 votos emitidos sobre un total de 2.598.600 votantes censados en las 8.662 mesas que han podido ser computadas y que suponen el 56,7% del total de 15.260 mesas electorales.
El censo electoral total es de 4,6 millones de votantes, de los que, según las autoridades electorales, algo más de un millón, residente en el exterior, habitualmente no participa en los comicios, por lo que reduce el "censo activo" en esa cantidad.
Sin embargo, para Zelaya, aún con ese ajuste los técnicos del TSE cometieron un "grave error" porque "si 1,7 millones de votos corresponden al 61,7% ¿cuántos corresponden al 100%?. A eso corresponderán 2,8 millones de votos", dijo.
"Yo me voy a encargar de sacar los datos alcaldía por alcaldía", dijo, al subrayar que "todo el pueblo sabe que las votaciones bajaron" y "sin embargo ellos dicen que hay 600.000 votos más en la votación".
Zelaya insistió en que los comicios se desarrollaron en una Honduras con la población "aterrorizada" y sin "libertad para expresarse" por la presencia de militares en todo el país, y dijo que la revisión de los datos va a demostrar que las elecciones tienen un "vicio de fraude, de ilegalidad, de origen".
"No me rindo aunque me tengan amenazado, aunque me quieran humillar porque estoy defendiendo una causa (...), es la causa del pueblo de Honduras", señaló. (Con información de EFE)