Diez mil soldados de EE. UU. intentarán controlar creciente violencia en Haití
Mientras la ola de violencia crece en el caos que sigue al terremoto en Haití, Estados Unidos anunció el envío de diez mil soldados para intentar restablecer el orden, que se sumarán a mil soldados canadienses por llegar y otros 500 que se encuentran en Puerto Príncipe.
Pese a los esfuerzos de diversos países, la ayuda es insuficiente y cuenta con el obstáculo del transporte, pues las vías del aeropuerto de Puerto Príncipe a la ciudad se encuentran destruidas.
Cada vez que se instala un punto de distribución se forman largas colas y otras veces la muchedumbre disputa y arrancha los donativos de alimentos y agua. En un estadio que recibía víveres desde un helicóptero hubo personas que lucharon a machetazos por las donaciones.
La policía abrió fuego contra diversos grupos de ladrones y saqueadores, pero su acción resulta insuficiente para controlar la violencia. Un supermercado fue saqueado ayer por cientos de pillos sin que el vandalismo pueda ser frenado.
El cuerpo de un hombre abatido por la policía fue inmediatamente asaltado en medio de un tumulto que debió ser reprimido por las fuerzas del orden.
En Delmas, dos presuntos ladrones fueron atados de pies y manos y golpeados con varas, tras lo cual los cuerpos sin vida fueron arrastrados por las calles.
Se reportó que dos dominicanos que repartían víveres recibieron impactos de bala y debieron acudir a su embajada.
Por diversos lugares aparecen bandas con los rostros cubiertos perpetrando fechorías armados con machetes con los cuales incursionan en las tiendas robando todo lo que pueden, desde alimentos hasta enseres domésticos. Parte de ellos son reclusos que sobrevivieron al derrumbe de la cárcel, que albergaba a 2000 presidiarios, los que no escaparon murieron aplastados, aunque se desconoce el número exacto de ellos.
En tanto, un avión carguero que transportaba un hospital inflable de Médicos sin Fronteras, con capacidad para 100 pacientes, no obtuvo permiso de aterrizar en Puerto Príncipe y fue derivado a Santo Domingo, lo cual retardó su operación 24 horas.
El ejército de Estados Unidos trata de reabrir el puerto de Haití, que hasta ahora no puede recibir ayuda por vía marítima.
Ante el caos, creciente número de haitianos emprende el éxodo y trata de cruzar la frontera para ingresar a República Dominicana o de al menos llegar a poblaciones al norte de Haití, que no hayan sido muy afectadas por el terremoto.
Cada vez que se instala un punto de distribución se forman largas colas y otras veces la muchedumbre disputa y arrancha los donativos de alimentos y agua. En un estadio que recibía víveres desde un helicóptero hubo personas que lucharon a machetazos por las donaciones.
La policía abrió fuego contra diversos grupos de ladrones y saqueadores, pero su acción resulta insuficiente para controlar la violencia. Un supermercado fue saqueado ayer por cientos de pillos sin que el vandalismo pueda ser frenado.
El cuerpo de un hombre abatido por la policía fue inmediatamente asaltado en medio de un tumulto que debió ser reprimido por las fuerzas del orden.
En Delmas, dos presuntos ladrones fueron atados de pies y manos y golpeados con varas, tras lo cual los cuerpos sin vida fueron arrastrados por las calles.
Se reportó que dos dominicanos que repartían víveres recibieron impactos de bala y debieron acudir a su embajada.
Por diversos lugares aparecen bandas con los rostros cubiertos perpetrando fechorías armados con machetes con los cuales incursionan en las tiendas robando todo lo que pueden, desde alimentos hasta enseres domésticos. Parte de ellos son reclusos que sobrevivieron al derrumbe de la cárcel, que albergaba a 2000 presidiarios, los que no escaparon murieron aplastados, aunque se desconoce el número exacto de ellos.
En tanto, un avión carguero que transportaba un hospital inflable de Médicos sin Fronteras, con capacidad para 100 pacientes, no obtuvo permiso de aterrizar en Puerto Príncipe y fue derivado a Santo Domingo, lo cual retardó su operación 24 horas.
El ejército de Estados Unidos trata de reabrir el puerto de Haití, que hasta ahora no puede recibir ayuda por vía marítima.
Ante el caos, creciente número de haitianos emprende el éxodo y trata de cruzar la frontera para ingresar a República Dominicana o de al menos llegar a poblaciones al norte de Haití, que no hayan sido muy afectadas por el terremoto.