Destituyen a jefe de armada chilena por alerta de tsunami
El manejo de la situación tras el terremoto que sacudió el sábado último a Chile deja al descubierto una y otra vez serias deficiencias a todo nivel, que demuestran que Chile no es más que un país subdesarrollado, pese a las apariencias y propaganda chilena, que busca presentarlo como uno camino al desarrollo. Esta vez el foco de atención es la deficiente información y alerta de tsunami.
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El manejo de la situación tras el terremoto que sacudió el sábado último a Chile deja al descubierto una y otra vez serias deficiencias a todo nivel, que demuestran que Chile no es más que un país subdesarrollado, pese a las apariencias y propaganda chilena, que busca presentarlo como uno camino al desarrollo. Esta vez el foco de atención es la deficiente información y alerta de tsunami.
La Marina chilena destituyó al Comandante del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico (Shoa), institución responsable de no haber emitido una alerta de tsunami tras el terremoto de 8,8 grados que el pasado sábado asoló el centro y sur de Chile.
En un comunicado oficial, el comandante en jefe de la Marina, Edmundo González, señaló que el capitán de navío Mariano Rojas Bustos, hasta ahora jefe del Shoa, será reemplazado por Patricio Carrasco, quien “tiene amplias capacidades y experiencias en el ámbito de la oceanografía e hidrografía”. La Marina, en los últimos días, se atribuyó la responsabilidad por no emitir de forma oportuna la alerta de tsunami, que incluso fue descartado por el Shoa después del terremoto. Pero enormes olas abatieron a las localidades costeras de las regiones del Maule y Biobío, y las arrasaron. El jueves, el mar comenzó a devolver algunos cadáveres.
En un comunicado oficial, el comandante en jefe de la Marina, Edmundo González, señaló que el capitán de navío Mariano Rojas Bustos, hasta ahora jefe del Shoa, será reemplazado por Patricio Carrasco, quien “tiene amplias capacidades y experiencias en el ámbito de la oceanografía e hidrografía”. La Marina, en los últimos días, se atribuyó la responsabilidad por no emitir de forma oportuna la alerta de tsunami, que incluso fue descartado por el Shoa después del terremoto. Pero enormes olas abatieron a las localidades costeras de las regiones del Maule y Biobío, y las arrasaron. El jueves, el mar comenzó a devolver algunos cadáveres.
