Un estudio indica que cada vez más niñas son afectadas por la pubertad precoz, trastorno que ya está causando alarma en los círculos médicos de ese país, pues significa un mayor riesgo de cáncer de mama y males cardiacos, por exposición temprana a los estrógenos.
Afectadas por este mal, las niñas estadounidenses alcanzan la pubertad cada vez más temprano, lo cual se evidencia con un número creciente de pequeñas que desarrollan senos y vello púbico a partir de los siete años.
El estudio, publicado en la revista Pediatrics, señala que cerca de 16% de las niñas muestra signos de pubertad precoz al desarrollar senos a los siete años. Un 20% presenta la aparición de vello púbico desde los ocho años.
Tomando una muestra de mil 239 adolescentes de tres zonas de los Estados Unidos, las cifras por etnias muestran que este trastorno afecta a los siete años a un 23,4% de niñas negras, 14,9% de niñas de origen hispano y 10,4% de niñas blancas (10,4%).
Teniendo en cuenta datos de un estudio de 1997, estas nuevas estadísticas resultaron alarmantes, pues en ese año sólo un 5% de las niñas blancas de siete años y 15% de las negras de la misma edad habían desarrollado senos.
El estudio se centró en las evidencias de la pubertad precoz, pero no analiza cuáles son las causas. Sólo señala la influencia de la obesidad y ciertos productos químicos y mencionan que una pubertad precoz con frecuencia está asociada a la tensión arterial y a niveles demasiado elevados de glucemia, ambos síntomas presentes en los diabéticos, pero no determinan cuáles son los factores desencadenantes de esta tensión arterial y niveles elevados de glucemia.
También creen que los productos químicos pueden modificar el sistema endocrino, que regula las hormonas.
Problemas psíquicos y sociales
Otros de los aspectos que comprobaron fueron consecuencias adversas en su desarrollo psicológico, pues estas niñas son objeto de burlas y golpes de parte de sus compañeros de clase. Además son estimuladas a un inicio precoz de las relaciones sexuales por parte de adolescentes de sexo masculino, quienes más fácilmente las engañan por estar inseguras con su cuerpo.
Otros científicos culpan de este problema al bisfenol A, un plástico que se encuentra en envases de alimentos, incluyendo biberones.
Un estudio más amplio llevado a cabo con datos de varios países mostró índices alarmantes de trastornos hormonales causados por diversos productos químicos (ver Químicos amenazan con afeminar a hombres y animales del mundo).
El estudio, publicado en la revista Pediatrics, señala que cerca de 16% de las niñas muestra signos de pubertad precoz al desarrollar senos a los siete años. Un 20% presenta la aparición de vello púbico desde los ocho años.
Tomando una muestra de mil 239 adolescentes de tres zonas de los Estados Unidos, las cifras por etnias muestran que este trastorno afecta a los siete años a un 23,4% de niñas negras, 14,9% de niñas de origen hispano y 10,4% de niñas blancas (10,4%).
Teniendo en cuenta datos de un estudio de 1997, estas nuevas estadísticas resultaron alarmantes, pues en ese año sólo un 5% de las niñas blancas de siete años y 15% de las negras de la misma edad habían desarrollado senos.
El estudio se centró en las evidencias de la pubertad precoz, pero no analiza cuáles son las causas. Sólo señala la influencia de la obesidad y ciertos productos químicos y mencionan que una pubertad precoz con frecuencia está asociada a la tensión arterial y a niveles demasiado elevados de glucemia, ambos síntomas presentes en los diabéticos, pero no determinan cuáles son los factores desencadenantes de esta tensión arterial y niveles elevados de glucemia.
También creen que los productos químicos pueden modificar el sistema endocrino, que regula las hormonas.
Problemas psíquicos y sociales
Otros de los aspectos que comprobaron fueron consecuencias adversas en su desarrollo psicológico, pues estas niñas son objeto de burlas y golpes de parte de sus compañeros de clase. Además son estimuladas a un inicio precoz de las relaciones sexuales por parte de adolescentes de sexo masculino, quienes más fácilmente las engañan por estar inseguras con su cuerpo.
Otros científicos culpan de este problema al bisfenol A, un plástico que se encuentra en envases de alimentos, incluyendo biberones.
Un estudio más amplio llevado a cabo con datos de varios países mostró índices alarmantes de trastornos hormonales causados por diversos productos químicos (ver Químicos amenazan con afeminar a hombres y animales del mundo).