Tanorexia o adicción al sol puede generar cáncer en la piel

Trastorno suele presentarse en personas que buscan perfección física.

Los vemos en todas partes: cantantes, conductores de TV y hasta deportistas, que buscan tener una coloración especial en su piel, en el verano. Para ello suelen exponerse al sol por varias horas o incluso, asisten a cámaras especiales para recibir directamente los rayos UV.

Querer un tono excesivamente bronceado puede significar padecer de tanorexia, nombre que recibe la adicción al sol. Así lo indicó la Dra. Elizabeth Rivera, encargada del departamento psiquiátrico de Niños y Adolescentes del Hospital Víctor Larco Herrera.

“Está claro que tomar sol de forma descontrolada puede producir cáncer”, dice la especialista. Y es que los tanoréxicos sufren la pérdida de control de sus límites y evitan parar el proceso de bronceado una vez que su piel ya está bastante oscura. De modo que, esta práctica, multiplica hasta tres veces, la posibilidad de contraer cáncer a la piel.

Según la especialista, hay indicios de que la tanorexia es similar a otras adicciones, como el alcoholismo o el tabaquismo. Aunque, en realidad, esta enfermedad comparte características con los trastornos relacionados a la estética corporal, como  la anorexia, bulimia y vigorexia, que es la obsesión por el físico perfecto. En este caso, tener la piel pálida o clara, es considerada como un defecto.

La tanorexia suele aparecer pasados los 25 años y puede estar presente entre hombres y mujeres de cualquier clase social. Aunque, poco a poco, se puede observar que los adolescentes también estarían inclinándose hacia este extraño trastorno.

Los síntomas

Identificar una persona con tanorexia no tan difícil. Suelen sentir ansiedad cuando no están expuestos al sol, compiten con otras personas por obtener la piel más bronceada, sienten frustración con respecto al color de su piel y están convencidos de que su dermis luce más pálida de lo que en realidad se encuentra.

En cuanto a los síntomas físicos, los tanoréxicos padecen de envejecimiento prematuro (líneas de expresión muy marcadas), a simple vista se puede notar el aumento de arrugas, manchas y pecas, además de lucir una piel deshidratada y con una textura rugosa.

Pensar que la piel excesivamente bronceada es sinónimo de éxito es un error. Por ello, la Dra. Rivera recomienda acudir a un médico o psicólogos, cada vez que el aspecto físico sea considerado un problema y un tema prioritario dentro de lo cotidiano. Además, recuerda  lo siguiente:

 No exponerse al sol entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde

 Utilizar protector solar diario al menos con un factor de 30

 Usar ropa con tejido cerrado y,

 Emplear lentes de sol.