Calor y humedad pueden malograr medicamentos en el hogar y hacer peligrar la salud
Expertos brindan recomendaciones para reconocer productos descompuestos.
Pueden ocasionar intoxicaciones, vómitos, alergias y otros problemas graves.
En este verano, la combinación del calor (sensación de bochorno) y la humedad (consecuencia del cambio de clima entre días lluviosos y con sol), pueden hacer malograr los medicamentos que guardamos en el hogar, los que además de perder sus beneficios terapéuticos pueden convertirse en un peligro para la salud de las personas que los ingieran, informó la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) del Ministerio de Salud.
El especialista de la Farmacia Institucional de la Digemid, Aldo Álvarez Risco, dio a conocer que entre los principales problemas que podría ocasionar el uso de estos productos están las reacciones alérgicas, intoxicación, dificultad respiratoria, pérdida de la conciencia y, en pocos casos, afectar gravemente la vida.
“Otras molestias que podrían sufrir quienes consuman medicamentos expuestos al calor y la humedad son vómitos, cólicos y mareos”, agregó.
Asimismo, señaló que entre los productos que con mayor frecuencia se descomponen están las cremas y gotas oftálmicas, seguidas por los jarabes, inyectables y pastillas.
Sepa reconocerlos
Álvarez explicó que para evitar efectos nocivos es fundamental que la población aprenda a almacenar adecuadamente sus medicamentos en el hogar, lejos del calor y la humedad.
“La mayoría de familias peruanas guardan sus medicamentos en el baño y en estantes de la cocina, ello es un error, puesto que en estos espacios la humedad y el calor promueven la descomposición de los medicamentos, por lo que deben guardarlos en un espacio fresco, a una temperatura ambiente entre 15 y 25 grados centígrados, sin que les lleguen la luz solar o en un botiquín”, aseveró.
Del mismo modo, brindó recomendaciones para reconocer los productos farmacéuticos descompuestos.
“Si se trata de cremas, ungüentos y preparados oftálmicos, se altera su aspecto, color y el olor, en tanto que los supositorios y óvulos pueden derretirse, las pastillas y los inyectables cambian de color y consistencia, los jarabes pueden presentar capas y las suspensiones la aparición de grumos. Felizmente, estas características pueden apreciarse a simple vista o al momento de retirarlos del empaque”, detalló.
Peligro mayor
Finalmente, Álvarez advirtió que el peligro para la salud es mayor cuando los medicamentos que requieren refrigeración han sido expuestos al calor o a la luz del sol. Es el caso de las vacunas, antitoxinas, insulina, colirios y algunos antibióticos.
“En estos casos no se debe romper la cadena de frío (refrigeración) desde su fabricación hasta el momento de su administración al paciente, para poder garantizar su eficacia; en otros casos, basta con leer las indicaciones del envase y folleto inserto para saber la temperatura y las condiciones adecuadas de conservación que les permitan mantener sus propiedades terapéuticas y efectividad”, concluyó.