La población debe aprender a reconocer la cantidad de octógonos que tienen los productos procesados y como estos afectan en la salud
En lo que va de la pandemia en nuestro país, el 85.5 % de pacientes fallecidos por COVID-19 padecían obesidad, según el reporte del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef), alertaron especialistas del Ministerio de Salud (Minsa).
Especialistas del equipo de Promoción de la Salud del Minsa, señalaron que la obesidad aumenta el riesgo de muerte y complicaciones en pacientes COVID-19 positivos, altera el sistema inmunológico, disminuye la función pulmonar a través de una mayor resistencia en las vías respiratorias y dificultad para expandir los pulmones.
“Cuando los pacientes con obesidad necesitan ser ingresados en unidades de cuidados intensivos (UCI), es un desafío mejorar sus niveles de saturación de oxígeno y ventilarlos”, advirtió.
En ese sentido, recalcó que no basta solo educación para combatir la obesidad. Destacó que las advertencias publicitarias (octógonos) en los productos procesados advierten la cantidad de azúcar, sodio, grasas saturadas y grasas trans para que la población sepa que es lo que consume y pueda evitar productos dañinos para su salud.
“La población tiene que aprender a reconocer de manera clara y sencilla la cantidad de octógonos que pudieran tener los productos procesados y ultra procesados, y saber elegir de manera responsable qué es lo que están consumiendo”, expresó.
Resaltó que la industria alimentaria puede desempeñar un papel importante en la promoción de una alimentación saludable reduciendo el contenido de azúcar, sodio, grasas saturadas y grasas trans de los productos procesados; asegurando que las opciones saludables y nutritivas estén disponibles y sean asequibles para todos los consumidores, y limitando la comercialización de productos ricos en azúcar, sal y grasas, sobre todo los destinados a los niños, niñas y adolescentes.
Por ello, exhortó a la población a considerar tres aspectos fundamentales para lograr sobrellevar exitosamente este período: la alimentación saludable, la actividad física y el manejo de las emociones. Asimismo, recordó que este sector está trabajando en la prevención de enfermedades desde el primer nivel de atención.
Finalmente recomendó a la población limitar la ingesta energética procedente de la cantidad de grasa total y de azúcares; aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos; tomar al menos dos litros de agua al día, y realizar una actividad física periódica al menos 30 minutos al día.
El 43.1 % de pacientes fallecidos por el COVID-19 eran diabéticos y el 27.2 % hipertensos. Es decir, su severidad aumenta con estas enfermedades crónicas.