Violencia y muerte: escuela del Apra
Alan Garcia


Alan García culpa de las recientes muertes de los campesinos a los dirigentes, a quienes llamó “pseudodirigentes”. La verdad es que no sólo los dirigentes, sino ellos y el gobierno son los responsables de estos excesos.

La escuela histórica de muerte del Apra

 

García dijo: “Si tuvieran realmente coraje serían ellos los que fueran a bloquear las carreteras para sufrir las consecuencias. Es el extremismo irresponsable el que quiere evitar que nuestro país tenga mayor presencia internacional… ellos empujan a los pobladores como carne de cañón, siendo éstos los que deberían encabezar las protestas".

Estamos de acuerdo en que un líder no es tal si protege su integridad y lanza al peligro a quienes buscan mejorar sus condiciones de vida. Pero si analizamos la historia del Apra, veremos que son los líderes apristas, como Villanueva del Campo y Haya de La Torre, los que han provocado la muerte no sólo de sus seguidores en actos de violencia, sino de indefensos ciudadanos:

1923.- Turbas acaudilladas por Víctor Raúl Haya de la Torre provocan 5 muertos en manifestación contra la Iglesia Católica con motivo de la consagración del Perú al Corazón de Jesús, que consiguieron frustrar.

1932.- Levantamiento en Trujillo, la ciudad es tomada por los apristas, quienes tomaron un cuartel de artillería y apresaron y masacraron oficiales; la ciudad es recuperada por el ejército. El número de víctimas, entre civiles y militares, es indeterminado, pero se estima en varios miles.

1933.- El presidente Luis M. Sánchez Cerro es asesinado por el militante aprista Abelardo Mendoza Leiva, quien le disparó a quemarropa por la espalda. Es el único magnicidio del siglo XX en el Perú.


1935.- El senador Antonio Miró Quesada (director de El Comercio y crítico del Apra) y su esposa María Laos Argüelles de Miró Quesada son asesinados a balazos por el militante aprista Carlos Steer Lafont, cuando salían del cine Colón.

1947.- Francisco Graña Garland, director del laboratorio Sanitas, director del diario La Prensa y opositor del Apra, es asesinado cuando salía del laboratorio Sanitas. Se atribuye el crimen al matón aprista Eddy Chany.

1948.- Los apristas toman el Real Felipe y son reprimidos, murieron todos los 1500 insurrectos.1

Durante el primer gobierno de Alan García se formó el escuadrón Rodrigo Franco y se produjeron masacres de cientos de presos en la cárcel del Frontón y en diversos pueblos de pobres campesinos, como Cayara. Para seguimiento de estos casos se puede consultar a APRODEH: http://www.aprodeh.org.pe/sem_verdad/memoria/cayara01.htm

¿Dónde estaban los dirigentes apristas? Gozando de seguridad o cómodos exilios. ¿Por qué Haya de La Torre ni Villanueva del Campo, así como otros líderes apristas, murieron con sus seguidores?

Vemos que el Apra no tiene autoridad moral para condenar a dirigencias que azuzan, causan muertes y salvan el pellejo. Si García quiere condenar estos hechos, primero tiene que condenar la historia del Apra y de sus máximos líderes históricos y dar a la juventud el mensaje de que esos actos sólo son barbarie.

Los actos violentos y antipatrióticos de estos días tienen varios responsables:
 
  • Los dirigentes y políticos que han enardecido a los campesinos aprovechando sus demandas, pero han sido incapaces de guiarlos hacia caminos legales y pacíficos para solucionar sus reclamos. Debieron hacerles ver que las protestas son legítimas, mas no la interrupción de carreteras, tomas de locales ni otros actos vandálicos, que al final a lo único que conducen es al debilitamiento de sus causas.
  • El gobierno aprista, que desatiende las reivindicaciones del sector agrario mayoritario y es campeón de las promesas en tiempo electoral, pero también es campeón de las burlas una vez en el poder. No obstante, el gobierno acude presto a reprimir con brutalidad estas manifestaciones, sin evitar el derramamiento de sangre.
  • Los campesinos, que debieron ser más astutos y no dejarse engañar y llevar por caminos violentos, aunque son la parte más débil de esta trágica situación.
  • Los extremistas. Resulta claro que elementos subversivos, ya sea de Sendero Luminoso o del MRTA, han aprovechado de este río revuelto para sembrar el caos. Tengamos en cuenta que estos grupos están infiltrados de chilenos, enemigos del Perú.
Esperemos que se realicen investigaciones serias que determinen responsabilidades, la pacificación del país implica también analizar la historia y no repetir la ruta de la muerte, lo cual sería entrar en el túnel sin salida del primitivismo.

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1 Ver: Battle at Kruger: Reivindicando al búfalo