Dictadura de las minas cosecha dos muertos más en Islay
Dos muertos y 52 heridos aumentan hoy los saldos nefastos, tres fallecidos este mes, de la dictadura que la minería pretende imponer a nuestras poblaciones con operaciones que no cuentan con la aprobación ciudadana. Esta vez es nuevamente Islay.
El presidente García, quien avala su imposición siguiendo su doctrina del “Perro del Hortelano”, no deja así su escopeta de dos cañones, hablando por un lado de democracia y libertad y por otro matando y reprimiendo a la ciudadanía en forma dictatorial por rechazar una actividad que no quiere en su tierra: la minería.
El rechazo tiene su origen en la actitud de este y los anteriores gobiernos de hacer la vista gorda ante el descaro de mineras y empresas de hidrocarburos: si quieren respetan el ambiente, pero si no quieren pueden depredar y contaminar sin piedad ocasionando enfermedad y pérdidas a los agricultores, que ya cansados no quieren saber más de minería.
Sí es posible la minería responsable, que cuide y respete el ambiente y las poblaciones. Y hay algunas mineras respetuosas. Pero muchas, viendo que no hay castigo, por negligencia del gobierno o por coima, no son más que máquinas de polución.
Es tiempo de respetar la decisión ciudadana en democracia, los intereses de una empresa no valen más que la voluntad de los pueblos.