Chavín de Huántar y el fracaso fujimorista en la toma de la embajada japonesa
Al igual que Keiko Fujimori, quien enviando saluditos por su Twitter trata de utilizar el rescate de los rehenes de la embajada japonesa en Lima, los fujimoristas nunca hablan de las causas por las cuales esta sede diplomática fue tomada.
La toma de esa embajada el 22 de abril de 1996, ocurrió por negligencia de los servicios de inteligencia fujimorista, que entonces derrochaban personal, dinero y recursos en husmear a opositores políticos, intelectuales y empresarios, hasta en su intimidad, descuidando los asuntos verdaderamente importantes en materia de seguridad.
Este descuido fue aprovechado por los terroristas del MRTA, que recurrieron a una antiquísima y conocida estrategia: perforar una pared vecina para ingresar. Esta grave negligencia costó mucho dinero, vidas y hasta pérdida económica para las empresas ubicadas en la zona.
De haber existido una buena inteligencia, la toma jamás debió producirse, y si bien es cierto que los comandos de rescate liberaron a los rehenes con pocas bajas, el delincuente Alberto Fujimori ofreció al mundo el repugnante espectáculo de aparecer sonriente en medio de los cadáveres.
Por esto es un peligro que la mafia fujimorista vuelva a tomar el poder, porque sin duda alguna los servicios de inteligencia, y hasta la Sunat, serán nuevamente empleados para amedrentar y extorsionar a los intelectuales, empresarios y políticos opositores.