Alan García miente sobre su CTS para favorecer a Keiko en campaña de miedo
Por Rocío Ferrel
En los últimos días el presidente Alan García salió a realizar declaraciones a favor de Keiko Fujimori y contra Ollanta Humala, dando a entender que un gobierno de Gana Perú sería radical y traería inestabilidad.
Atizó la campaña de miedo con una mentira: dijo que por la inestabilidad del proceso electoral su CTS perdió 25%. Curiosamente, ningún diario hace notar la grotesca mentira.
Pues bien, García tiene pésimos asesores de psicosociales para el terrorismo mediático porque la CTS no puede perder en pocos ni en muchos días.
La CTS, como se conoce a la Compensación por Tiempo de Servicios, se deposita semestralmente y equivale a 7/6 de sueldo por año.
Estos fondos, como no se pueden retirar libremente, están sujetos a tasas preferenciales de interés en el sistema financiero, de modo que en el peor de los casos estos depósitos pueden ganar poco en un banco que pague pocos intereses (la mayoría paga poco), pero nunca perder.
De modo que para sus campañas de miedo García debería buscarse mejores asesores, pues así sólo queda en evidencia su afán de inmiscuirse en el proceso electoral violando la neutralidad que corresponde a su investidura presidencial.
Y no es novato en estas aventuras de campañas de miedo. Es muy recordado el spot publicitario aprista en el año 1990, tras el cual estuvo obviamente García, donde lanzaron una campaña de miedo a la miseria y morir de hambre con figuras terroríficas, con lo cual favoreció a la delincuencial dictadura de Fujimori.
El miedo busca esclavos
El miedo es una vieja técnica que usan los poderosos sin escrúpulos para imponer algún objetivo, a falta de argumentos razonables.
Las campañas de miedo apuntan al aspecto instintivo para que el ser humano se deje arrastrar por su instinto en lugar de su raciocinio y convertirlo en esclavo del miedo.
El que difunde mentiras es el primero en temer perder, sabedor de su debilidad, pero lanzando una campaña de miedo, ciertas fuerzas oscuras buscan esclavos, como lo recuerda San Pablo en Romanos 8:15 “Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud que los lleve otra vez a tener miedo, sino el Espíritu que los hace hijos de Dios”.
No seamos esclavos de las campañas de miedo, analicemos serenamente lo que nos conviene a cada uno, a nuestras familias y al país.