Chilenos orinan en monumento en Tacna

Medios de prensa informan de la detención ayer domingo 26 de junio en Tacna de cuatro ciudadanos chilenos que filmaron cuando uno de ellos orinaba en el monumento del Arco Parabólico, erigido en la Ciudad Heroica en homenaje a Miguel Grau y Francisco Bolognesi.

Por qué lo hacen

Sabido es que en Chile hay gran xenofobia y desprecio por el Perú y por los peruanos, sentimientos motivados, entre otras causas, por la decepción que experimentan los chilenos al no recibir un reconocimiento oficial peruano que “legalice” la usurpación de 37 000 m2 de tierra tacneña que el gobierno de Alan García de facto, y con el beneplácito de militares peruanos sirvientes de Chile, ha cedido al enemigo chileno.

No solamente eso. El gobierno chileno ha enviado a estas personas, ahora detenidas, para sondear el ambiente y tener seguridad sobre las reacciones del Perú. En otras palabras, Chile sigue con mucha atención el incidente y espera una respuesta superficial (nota de protesta diplomática, declaración del gobierno peruano, etc.), para tener todo a su favor. Los principales puntos en la mira de los chilenos son tres:

1) Monumento a rata sarnosa Arturo Prat. Tras un proceso de convencimiento y corrupción, los rateros chilenos lograron que oficiales de la Marina de Guerra del Perú sirvientes de Chile pusieran un monumento en honor del ratero y terrorista Arturo Prat, que pereció intentando asesinar a Miguel Grau. Entusiasmados por la sumisa conducta de Ollanta Humala durante su visita a Chile —ocasión en que ofreció vender gas y electricidad para el norte chileno, donde está Codelco—, los chilenos quieren demostrar que mientras aquí se rinde homenaje al terrorista y ladrón Arturo Prat, ellos ya pueden orinar monumentos peruanos; y en otro momento van a cagar, no tenemos ninguna duda.

2) Tierras agrícolas peruanas para Chile. Aunque los chilenos están disgustados, como señalamos líneas arriba, porque aún no se oficializa a su favor la usurpación del triángulo de Tacna, como para que pongan eso en sus mapas, se desquitan con la propiedad de tierras agrícolas en Ica y otros departamentos del Perú. Esta apropiación de tierras peruanas tiene varios objetivos: a) establecer una cabecera de playa en suelo peruano, que le permita alegar derechos territoriales con miras a una acción militar como la que les permitió quitar Antofagasta a Bolivia; b) consolidar y oficializar la noción de que los chilenos tienen mayor derecho a las tierras peruanas que los mismos campesinos peruanos; c) acostumbrar a los peruanos a la presencia de los rateros chilenos, para que se formen la idea de que los chilenos inevitablemente permanecerán en el Perú enriqueciéndose y poniendo en peligro la seguridad de nuestro país.

3) Control de espacio aéreo peruano. Siempre fue preocupación de los chilenos ver que los peruanos pudiésemos hacer uso de nuestro espacio aéreo y aeropuertos. Desde el punto de vista racista de los ladrones chilenos, el Perú es un país de gentes primitivas, corruptas e inútiles, por lo cual para ellos es necesario que Chile realice lavado de activos en el Perú, controlando todo lo que puedan de la economía peruana. En este contexto, hace tiempo los chilenos consideran que la soberanía del espacio aéreo peruano pertenece a Chile, no al Perú. En realidad, no es que solamente consideren que es así; en los hechos ya han tomado control del espacio aéreo peruano y volando al norte llegan a los EE. UU. y Europa, mientras que aviones peruanos que vuelen al sur llegarían al “lucrativo continente” de la Antártida. Y en esto se sienten muy seguros porque tiempo atrás Ollanta Humala defendió decididamente la presencia de los rateros chilenos diciendo que no se debía expulsar a LAN sino promover competencia con la llegada de otras aerolíneas… ¡ni un periodista coimeado pudo apoyar tanto a esa aerolínea!

 

Respuesta

Sabemos que con el fin de completar su plan de provocación y sondeo Chile ha arreglado las cosas para que todo quede, en el peor de los casos, en un incidente diplomático (nota de protesta, retiro de embajador, etc.), lo que sería un triunfo completo del enemigo del Perú, que vería con mucha satisfacción cómo se abre el camino para el cumplimiento de sus fines (ver arriba “Por qué lo hacen”).

Para entender esto, debemos de partir del hecho anómalo y monstruoso de que el Perú tenga relaciones diplomáticas con Chile, país enemigo que agredió al Perú, mutiló nuestro territorio y permanece usurpando Arica y Tarapacá. La existencia de un vínculo diplomático sirve para que Chile continúe realizando espionaje (empleado de Lan fotografiando base militar en Chiclayo, el espía FAP Ariza, etc.), asegurando su hegemonía económica y la apropiación de tierras agrícolas, etc.  Los chilenos son ladrones que si les dan la mano se van hasta el codo. Todos estos males nos vienen por permitir que el enemigo chileno, mediante las relaciones diplomáticas, tenga capacidad de maniobra para realizar espionaje y corromper gente, incluyendo políticos y candidatos presidenciales.

En ejercicio de nuestra dignidad, debemos responder a esta estudiada provocación chilena de la siguiente manera:

1) Cortar relaciones diplomáticas.

2) Expulsar a los agricultores chilenos que tienen tierras agrícolas peruanas y se burlan de los cientos de miles de campesinos sin tierra peruanos.

3) Suspender totalmente las actividades de LAN en el Perú. Nosotros no necesitamos nada de los cielos chilenos, pero estos ladrones sí necesitan del Perú, que utilizan como plataforma para llenarse de plata que también contribuye al armamentismo chileno.

4) Retirar el monumento que el ladrón y terrorista Arturo Prat tiene en la Escuela Naval del Perú y castigar como se merecen a los sirvientes de Chile que son autores de esta ignominiosa ofensa contra el Perú.

No debemos caer en el error de emitir simplemente una protesta diplomática. Chile es un enemigo pernicioso que aumenta su peligrosidad sacando provecho de las facilidades que le da la diplomacia.

Un caso como este, que afecta la dignidad nacional, debe enfrentarse golpeando a los rateros chilenos donde más les duele: en el aspecto económico y de dominación. No debemos olvidar la psicología de un ladrón: no le interesan los símbolos ni las cosas abstractas; lo que le importa es el botín, siempre material y tangible. Incluso entre sueños un ladrón de rato en rato cierra el puño, acto reflejo de quien se asegura de no soltar lo que ha robado. Entonces ni las notas diplomáticas del gobierno peruano, ni la quema de banderas chilenas que realicen los ciudadanos peruanos será algo que los terroristas chilenos tomen en serio. Solamente sentirán la respuesta si cortamos para siempre relaciones diplomáticas y al mismo tiempo limpiamos nuestra patria de elementos de hegemonía y ofensa chilena (tierras agrícolas, aerolínea Lan, monumento a la rata sarnosa Arturo Prat).