Señala exlegisladora Mirtha Vásquez, quien descubrió eso cuando era presidente del Congreso
En medio del escándalo de prostitutas parlamentarias y el sicariato de la abogada Andrea Vidal Gómez, extrabajadora del Congreso, la expresidente de dicho poder del Estado, Mirtha Vásquez, recordó que cuando asumió dicho cargo descunrió un “espacio secreto” dentro del despacho de la Presidencia del Congreso, que más parecía un “departamento de soltero para hombre”.
Allí le dijeron que era “el espacio privado del presidente del Congreso”. Además, precisó que tenía “sala, comedor, cocina” y hasta una “cama de masajes” y “copas de todo tipo de licor”, dijo a RPP.
“Yo cuando llego a la Presidencia del Congreso una cosa que me sorprende -y que yo no solamente lo dije en este reportaje, sino que yo creo que lo conversé con algunos periodistas más- [...] es que en el Parlamento existan estos espacios cuasi secretos. Este no es ni siquiera una habitación, es un pequeño apartamento que está equipado con sala, comedor, cocina. Tiene una habitación donde yo encontré una cama de masajes, que es una cama pequeña, pero me dicen que, anteriormente, había una cama, etc.”, relató.
“En ese momento lo que yo pregunto es para qué servía eso y la respuesta de varios trabajadores es que es el espacio privado del presidente del Congreso, y yo digo: privado, para qué. Uno miraba la composición [y] ahí no había libros, no había menaje, lo que había son copas de todo tipo de licor, pero no había nada más, digamos, algunos artefactos”, agregó.
Refirió que le comentaron que, anteriormente, en dicho espacio “había un jacuzzi que se había retirado por problemas de filtraciones”. “Cuando yo llego ya no estaba ese jacuzzi y lo que había era una bañera normal”, dijo.
Lamentó que haya sido posible un espacio como ese y no una guardería
“En el Congreso, yo reclamaba que por qué no existía una guardería, por ejemplo, una presidente del Congreso como yo, que llegaba con hijos bastante pequeños, la primera pregunta era dónde está la guardería. Mi sorpresa es que guardería no existía, pero sí existía este tipo de espacios privados, y a mí me llegan a decir los trabajadores: ahí puede traer a sus hijos […] Ni hablar, o sea, no es un espacio adecuado como para que, por ejemplo, lo habite un niño o un niño esté por momentos ahí, ¿no?”, inquirió.
“Entonces, sí me daba cuenta y yo denuncio este tema […] porque me parece que esto refleja mucho la cultura de un Congreso, una cultura donde hay este oscurantismo [...] Había muchas leyendas urbanas, en realidad no me consta nada de eso, pero me decían ‘todos los presidentes varones, sobre todo, le dan uso a esto’, pero yo no tengo pruebas de aquello […] A mí lo que sí me parecía es que refleja esa cultura donde hay mucho secretismo, donde hay espacios de esta naturaleza, que son incluso ocultos para la población, que no son transparentados, ahí se invierten recursos del Estado. A mí me sorprende esta situación”, manifestó.