El procurador anticorrupción, Julio Arbizu, indicó hoy que poría realizarse un careo entre el expresidente Alberto Fujimori y su exasesor Vladimiro Montesinos, durante el juicio oral que se inicie por el denominado caso Diarios chicha.
“Es una posibilidad, pero el careo está supeditado a que haya contradicciones en las declaraciones de una u otra persona”, dijo.
Recordó que el caso Diarios chicha representa “un episodio nefasto” en la historia de la prensa y del país, porque sólo sirvieron para denigrar a personajes que se oponían al régimen de Fujimori en “sus épocas más cruentas y perversas”.
La denuncia sustenta que el gobierno de Fujimori (1990-2000) habría desviado 120 millones de nuevos soles del presupuesto de las Fuerzas Armadas a fin de entregarlos a diarios de corte sensacionalista, para atacar a sus adversarios políticos opuestos a su segunda reelección.
Arbizu estimó que Fujimori puede utilizar parte del juicio oral para emitir nuevas declaraciones a favor del indulto humanitario, siempre y cuando este no decida allanarse a la confesión temprana.
“Ya ocurrió en otras audiencias de juicio oral y Fujimori se expresó en uno u otro sentido. Eso dependerá, obviamente, de que no se allane a los cargos y pueda transcurrir el juicio oral normalmente”, manifestó.
Precisó, sin embargo, que la defensa del expresidente, sentenciado a 25 años de cárcel por delitos de corrupción y de lesa humanidad, puede plantear cualquier tipo de objeción a nivel público o judicial, tras la negativa del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe).
“Preferiría no comentar, porque esa es una opinión que está reservada para las instancias técnicas y estas ya han opinado en el sentido de que no se le permitirá esa entrevista”, concluyó en Ideele Radio.
Además de difamación contra políticos, los diarios chicha, y también la televisión y radio, defendieron el régimen corrupto de Fujimori con la falta de rubor que sólo podría explicarse por el torrente de millones que recibían. Adicionalmente, llenaron la prensa escrita, radial y la televisión de contenidos violentos, morbosos y de promoción de la homosexualidad y la promiscuidad, para lo cual se prestaron propietarios de medios y periodistas.