Trabajadores de diversas instituciones del Estado protestaron en todo el país contra la pretensión de aprobar la Ley de Servicio Civil enviado por el Ejecutivo al Congreso para su aprobación, que mutila derechos y margina a los trabajadores que no renuncien a su régimen laboral y pasen al nuevo.
En el centro de Lima hubo refriegas entre los manifestantes en la policía, que los dispersó. La marcha se inició en la Plaza Dos de Mayo y en el trayecto los empleados públicos quemaron un simbólico ataúd, a la altura de la Biblioteca Nacional, que decía: “¡No al proyecto de Servicio Civil!”. Un trabajador con mandil blanco y encadenado se desangró con una aguja hipodérmica.
Mario Huamán, dirigente de la CGTP, dijo esperar que el dictamen de la Comisión de Trabajo sea aprobado porque recoge “la voz de los trabajadores” y gran parte de las recomendaciones de los dirigentes del sector público y de la Organización Internacional de Trabajo.
Informó que recibió una llamada telefónica de la vicepresidenta de la República, Marisol Espinoza, anunció disposición de diálogo sobre la materia.
En tanto, el debate de dicha ley fue postergado en el Congreso de la República.