“La Iglesia y el Estado siempre han caminado juntos”, señala el  Arzobispo de Lima y destaca el papel especial que cumple la Iglesia en la Historia del Perú en tradicional Te Deum, acción de gracias

En la solemne Misa y Te Deum por el 193.º aniversario de la Independencia del Perú, el 28 de julio, el Cardenal Juan Luis Cipriani rescató los principios morales y espirituales que la religión católica contribuye en la sociedad peruana como un valor intangible e importantísimo para la construcción de una sociedad peruana más humana.

Ollanta Humala Cipriani Te Deum

 Homilía del Cardenal Juan Luis Cipriani

Durante la homilía, el Arzobispo de Lima reconoció que la Iglesia siempre ve la necesidad de sembrar entusiasmo y esperanza, de manera especial en los tiempos actuales donde se observa una crisis de valores.

“Es evidente que el criterio democrático de la mayoría puede ser suficiente en gran parte de la materia que deben regular jurídicamente los poderes del Estado. Pero también es evidente que en las cuestiones fundamentales del derecho natural, en las cuales está en juego el presente y el futuro de la humanidad, otras consideraciones de carácter ético son indispensables”, refirió.

“En el proceso de formación del derecho sobre instituciones esenciales que son el soporte de una sociedad, es obligación de un espíritu democrático responsable buscar los criterios para su orientación, más allá de simples mayorías. Por ejemplo, las normas sobre la protección y respeto irrestricto a la dignidad de toda vida humana desde su concepción hasta su término natural, reconocidas en la Constitución; a las normas que rigen la institución del matrimonio entre varón y mujer; a la promoción y defensa de la familia, como célula fundamental de la sociedad; al derecho a tener acceso a una educación en valores, cuya principal responsabilidad recae en los padres de familia”, prosiguió.

La “ideología de género” intenta imponer su agenda

De esta forma alertó que la llamada “ideología de género” ha invadido el campo cultural intentando silenciar a la religión y queriendo imponer su particular concepción antropológica.

 

Humala rie misa

El mandatario y su cònyuge no saben comportarse en la misa. Lejos del recogimiento y discreción, ríen mostrando todos los dientes. Por lo menos, aunque no tengan respeto por la fe, al menos deberían guardar las formas.


“Hay personas que desean que la voz de la religión se silencie, o al menos que se relegue a la esfera meramente privada. El derecho a la libertad religiosa incluye la expresión pública de la fe, como incluye la expresión pública del culto a Dios y las expresiones públicas de religiosidad popular, como es la procesión del Señor de los Milagros”, recordó.

“Hay otras personas que, a título de suprimir la discriminación, pretenden obligar a los cristianos, que desempeñan o no una función pública, a que actúen en contra de sus conciencias”, lamentó.

Por eso recordó que “la religión no es un obstáculo que los legisladores necesiten saltarse para hacer bien su trabajo, sino una contribución vital al debate nacional, que debe iluminar a los hombres y mujeres de buena voluntad”.

“La Iglesia desea mantener y promover un espíritu cordial de colaboración y entendimiento al servicio del crecimiento espiritual y moral del país, al que está unida por vínculos particularísimos, que sería gravemente dañoso intentar debilitar y no digamos romper. Sin la ayuda correctora de la religión, la razón puede ser también presa de distorsiones, como cuando es manipulada por ideologías caducas o se aplica de forma parcial en detrimento de la consideración plena de la dignidad de la persona humana”, señaló.

El vínculo entre la Iglesia y el Estado

De esta forma, el Cardenal Juan Luis recordó que es fundamental adquirir una clara convicción de las funciones insustituibles de la religión para la formación de los ciudadanos del Perú.

“La doctrina cristiana, que es depósito de Fe y que la Iglesia custodia, es de por sí una contribución que aporta mucho, junto a otras instancias, para la creación de un consenso ético de fondo en la sociedad”, afirmó.

“Tampoco es signo de “sana laicidad” negar a la comunidad cristiana y a quienes la representan legítimamente, el derecho de pronunciarse sobre los problemas morales que hoy interpelan las conciencias de todos los seres humanos, en particular la de los legisladores y juristas. Se trata de la afirmación y de la defensa de los grandes valores que dan sentido a la vida de la persona y salvaguardan su dignidad”, continuó.


Compromiso por el Perú

El Arzobispo de Lima y Primado del Perú saludó el “Compromiso por el Perú” documento firmado por diversas denominaciones religiosas que representan el 95% de la población peruana donde se comprometen a respetar y promover la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural y a la familia fundada en el amor de un hombre y una mujer.

Lo temporal y lo eterno

En otro momento, el Cardenal Juan Luis instó a no intentar oponer la realidad temporal con la realidad eterna, cuando son complementarias en sí mismas.

“La autonomía de la esfera temporal no excluye una íntima armonía con las exigencias superiores y complejas que derivan de una visión integral del hombre y de su destino eterno. Es urgente, por tanto, definir una laicidad positiva, abierta, y que, fundada en una justa autonomía del orden temporal y del orden espiritual, favorezca una sana colaboración y un espíritu de responsabilidad compartida”, recordó.

Oración por la paz en el mundo

El Arzobispo de Lima también elevó una oración por todas las personas que sufren los rezagos de la violencia en el mundo, especialmente en el medio oriente.

“Elevo a Dios mis oraciones por el sufrimiento de varones, mujeres y niños de poblaciones civiles en el mundo entero, en estos momentos de violencia mortal, que lesiona gravemente los valores supremos de la vida y de la paz, que la humanidad tiene obligación de salvaguardar”, refirió.

“Hay ofrecerles un buen marco educativo en el que la formación en virtudes y valores los anime a respetar y ayudar a los otros, para que lleguen serenamente a la edad de la responsabilidad”, añadió.


Erradicar el asistencialismo

El Cardenal Juan Luis también animó a las autoridades gubernamentales a seguir promoviendo programas sociales que erradiquen el asistencialismo, recordando el éxito del programa educativo “Beca 18”, impulsado por el actual gobierno.

“Estoy seguro que es posible encontrar en nuestro país soluciones solidarias, como es el programa de “Beca 18” y otros que, sobrepasando el asistencialismo, es decir, la inmediata ayuda necesaria, vayan al corazón de los problemas, para proteger a los débiles y fomentar su dignidad”, mencionó.

“Capital y trabajo deben darse la mano despejando el campo de ideologías que no resuelven nada y que tantas veces abusan de la indecisión e ignorancia de las grandes mayorías”, prosiguió.

Finalmente exhortó a todos los peruanos a vivir y trabajar siempre con espíritu de auténtica concordia, en un marco de diálogo abierto y de confianza mutua, en el empeño de servir y promover el bien común y la dignidad de todas las personas.

Concelebraron con el Cardenal Cipriani, el Nuncio Apostólico en el Perú, James Patrick Green; así como los Obispos Auxiliares de Lima, Monseñor Adriano Tomasi OFM., y Monseñor Raúl Chau.

Participó de la Misa el Presidente de la República, Ollanta Humala Tasso; la Presidenta del Congreso de la República, Ana María Solórzano; los integrantes del gabinete ministerial; así como miembros del cuerpo diplomático acreditado en el país, autoridades políticas, militares y civiles.