Todo comenzó con una vacuna Sinopharm contra el coronavirus COVID-19 que había recibido el expresidente Martín Vizcarra, pero ahora se detalla que son 3,200 las dosis adicionales que llegaron al Perú junto con las dosis y placebo para los ensayos clínicos en 12 mil voluntarios, según explicó la Universidad Cayetano Heredia.

 

ensayo vacunas covid

 

Como se sabe, además del Vizcarra y su cónyuge ahora se sabe que numerosos altos funcionarios se aplicaron en secreto las vacunas, sin pensar en los médicos y enfermeras que estaban tratando directamente con infectados por el coronavirus.

En un comunicado, dicha universidad dice que no fueron 2,000 sino 3,200 las dosis adicionales al lote destinado para los ensayos, el cual sería administrado de forma voluntaria a aquellos involucrados en los mismos y que esas dosis no estaban consideradas dentro de la investigación, por lo que no se recogieron datos para ser analizados.

“Las vacunas fueron administradas al personal del equipo de investigación y personas relacionadas con el estudio, que aceptaron recibirla de forma voluntaria. La decisión de a quiénes se administraba esta vacuna fue tomada por el equipo de investigación”, señalan.

La universidad indica que el estudio no fue financiado con fondos del Estado y que fue autorizado y supervisado por las autoridades a cargo de los ensayos y anuncian su colaboración con las autoridades correspondientes.

Prebendas. La Cayetano apesta

Finalmente, rechazaron que las vacunas para el personal asociado a los estudios sean catalogadas como “de cortesía, donación o prebendas”.

Ahora dice pues que no hay prebendas, pero, ¿cómo describir al acto de adular a Vizcarra y altos funcionarios con dichos productos, traicionando además a sus colegas médicos que luchaban contra la pandemia en los hospitales en contacto directo con los enfermos?

¿Qué negociados pretendía la Cayetano con el gobierno para burlarse de todos los peruanos de esa forma? Es cierto que los ensayos no fueron financiados por el estado, pero las vacunas no llegaron porque la Cayetano sea la Cayetano, sino por el Perú, porque China buscó que nuestro PAÍS participe con voluntarios en los ensayos, de modo que tenía que haber un uso correcto de las vacunas.

Se sabe que la Cayetano y otras universidades particulares han construido una argolla para a través de maniobras del Concytec quitar recursos de investigación a las universidades nacionales para que se los otorguen a ellos.


¿Con esa adulación la Cayetano buscaba más millones para ellos en lugar de que vayan a parar a las universidades nacionales?

Gente de la Cayetano, como Patricia García, está muy vinculada con los ensayos clínicos para las grandes empresas farmacéuticas y ella aprovechó de su cargo para aprobar un nuevo reglamento de ensayos clínicos que descaradamente avala el uso de niños peruanos en experimentos y para que los médicos de Essalud y del Estado utilicen a estas instituciones como coto de caza de conejillos de indias o voluntarios, para llevarlos a clínicas, donde hay menos control de las autoridades de salud sobre los ensayos.

Entre quienes fueron inoculadas con estas dosis se encuentran funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, incluida la ahora extitular Elizabeth Astete, y del Ministerio de Salud. Asimismo, el presidente Martín Vizcarra admitió que en octubre fue vacunado junto con su esposa en Palacio de Gobierno.

 

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