La febril agitación desatada por la comunidad campesina de Fuerabamba contra la empresa minera Las Bambas está afectando a los trabajadores de dicha compañía con medio mes de paralización, lo cual les hace temer por su sustento y realizan marchas estos días en el centro de Lima buscando solución.

 

contra paralizacion Las Bambas

 

Los trabajadores lamentan no haber conseguido nada de la visita al ministro de Energía y Minas pues“no les interesa la clase trabajadora”, indicó a RPP Erick Ramos, secretario general del sindicato minero.

“¿Quién mira nuestros derechos como trabajadores? Se habla mucho de las comunidades, de la empresa, de las pérdidas para el país, ¿y las nuestras? Nosotros vamos a continuar con nuestra medida de protesta hoy y mañana […] Hasta el momento solo son palabrerías, promesas, pero nada se ha concretizado desde el año pasado”, señaló.

Inacción del gobierno

Ramos consideró que la mesa de diálogo propuesta por el Ejecutivo fue “demasiado tardía” y que las comunidades han anunciado que no participarán en la mesa prevista para el próximo sábado.

“Inclusive se anticiparon situaciones y el Estado no ha actuado. Durante los actos de violencia que ha habido y los atentados dentro de la unidad minera, la Presidencia del Consejo de Ministros estaba abocada a otras actividades, permitiendo que todo eso suceda”, aseguró.

El Congreso tampoco ayudó

El dirigente manifestó que desde el año pasado buscaron la ayuda de diferentes bancadas del Congreso, pero no los apoyaron.

“El año pasado hemos buscado apoyo de parte de las bancadas y, lamentamos mucho decirlo, pero, con sinceridad, todas las bancadas quieren jalar agua para su molino, a nadie le interesa el desarrollo del país. A nadie le interesa esta clase trabajadora. Todo el mundo está centrado en sus intereses políticos. Por eso es que el Poder Ejecutivo, Legislativo no están apuntando a solucionar este tipo de problemáticas”, explicó.

Ramos sugirió la designación de personas idóneas capaces de resolver este problema, además de una oficina permanente en el lugar para resolver los conflictos, y no esperar que estallen y después recién declaran estado de emergencia. “Ese no es el procedimiento […] En un estado de derecho, el Estado debería garantizar que todos mantengamos el mismo derecho”, señaló.