Pese a que los ciudadanos que protestaron ayer exigiendo la renuncia de Dina Boluarte y justicia por las 60 personas asesinadas por su régimen, el autoritarismo continúa y el régimen echó a andar el aparato de represión para lanzar gases lacrimógenos contra la marcha.
Por las redes sociales se difundieron imágenes de la marcha, que llamó la atención por el desfile de 60 ataúdes que representaron a los asesinados por el régimen de Boluarte, quien en lugar de destituir a uno de los principales responsables de los crímenes, Alberto Otárola, lo premió pasándolo de ministro de Defensa a presidente del Consejo de Ministros, avalando así a los asesinatos.
Los manifestantes se congregaron en el campo de Marte, en el distrito de Jesús María, desde donde iniciaron su avance
por la avenida Arequipa, cuando un contingente policial cerró la calle y les lanzó bombas de gas lacrimógeno a pesar del carácter pacífico de la marcha.
La acción policial dio lugar a enfrentamientos que dejaron dos personas heridas: un hombre y una mujer (con una lesión en la cabeza), quienes no pudieron recibir auxilio de manera rápida a consecuencia de la prepotencia policial.
Trasmisiones en vivo de los hechos permiten ver el momento en que los agentes detienen y golpean a dos manifestantes, pese a que éstos estaban en el suelo.
Participaron organizaciones sociales, gremios y ciudadanos que alzaron su voz contra la impunidad y para rechazar la pretensión de amnistiar a militares y policías, imitando a lo sucedido con los asesinos del grupo Colina durante la dictadura fujimorista.
Los manifestantes coreaban “Dina asesina” y otros lemas.
Organizaciones internacionales señalan que hubo verdaderos asesinatos, por parte del régimen de Boluarte, incluyendo los de adolescentes. Como ejemplo tenemos a un mecánico abaleado cuando se arrodillló a socorrer a un herido, recibió un tiro en la cabeza. Otras escenas muestran cómo militares agazapados tras unas plantas llaman a un joven desde unos 50 metros, y cuando está cerca de ellos le disparan a matar. Ambos casos en Ayacucho. En Lima, un ciudadano sólo estaba parado junto a un grupo de personas cuando un policía le tira a matar con un lanzador de bombas lacrimógenas desde escasos metros.