La batalla del mundo

Para los pueblos amazónicos que luchan en pos de la libertad

¡Oh hermano, el cielo está cuajado en sangre,

a dónde no has de remontar tu charco de dolor,

a dónde no has de remontar tu ira!


¡Oh hermano cayendo en la desgracia!

¡Oh hermano muriendo de fusil!

¡Oh los odios represivos que enlutaron tu cadáver!

¡Ay de mis hermanos!

¡Ay de la muerte compulsiva que trajeron a tu casa!

¡Ay de los odios represivos!

¡Ay de los odios infinitos,

de sus botas,

a costa de lanzar al mundo a la deriva!

¡Ay de los cómplices gendarmes!

¡Ay de la metafísica mentira!

¡Han segado los campos a balazos,

han caído mis hermanos,

sonoramente,

hasta la muerte!

¡Han caído sus hijos heroicos

y sus mujeres combativas!

¡Han repasado sus cadáveres mortales,

sus límpidas miradas,

sus cálidos abrazos!

¡Han torcido las luces de sus días,

de sus crepúsculos matinales,

de sus mañanas floridas!

¡Han quebrado la estatura de sus miembros,

de sus venas enjundiosas,

de sus glándulas renales!

¡Oh hermano,

es momento de unir las voces en tu nombre,

de partir al encuentro de tu estirpe,

de subir a tu montaña ensangrentada!

¡Ay hermano, cuánto dolor goteando de tu rostro,

cuánta lágrima tristísima en tus penas,

cuánto dolor alojándose en tu vientre,

cuánto amor languideciendo en tu costado,

combatiendo con arrojo

hasta el último estertor!

¡Cuánto amor en tus manos fraternales,

cuánta vida, cuánto dolor,

cuánta alegría sepultada en un balazo,

cuánto amor cayendo con sus ímpetus,

cuánta juventud muriendo con bravura!

¡Aquí nace la patria,

aquí nace el amor,

aquí nacen los pueblos para defender la vida,

aquí nace el Mañana,

aquí nace el Nuevo Mundo

edificado de utopías,

aquí nacen Nuevos Tiempos

edificados de ideales!

¡Oh hermano,

a dónde no has de remontar tus sueños!

Diego Libertad
06-06-2009
3:00 a.m.
diegolibertad.blogspot.com