La formación es esencial para crear una sociedad más avanzada, educada y culta, la posibilidad de estudio que tienen jóvenes y adultos en la actualidad es un verdadero privilegio que, por desgracia, no ha estado al alcance de muchos en años pasados. De igual forma, aún existen muchos ámbitos sociales en los que estudiar resulta imposible y esto se convierte en un lastre casi insalvable para la evolución profesional y personal de las personas que lo sufren.
Estos argumentos son razones de gran peso para motivar a un estudiante o para dar un empujón a esa persona que desea iniciar unos estudios pero le frena el miedo, la incertidumbre o la pereza.
Aquellos que necesitan un poco más de ayuda para encontrar la motivación que requiere ponerse a estudiar, se beneficiará de los siguientes consejos.
Claves para la motivación
- Planificar. Esto es esencial para evitar perder el tiempo. Haz un listado de tareas con objetivos claros y establece un tiempo límite para hacerlos. Si cometes el error de determinar las horas que estudiarás sin poner objetivos puede que te encuentres mirando el reloj sin concentrarte en la tarea hasta que llegue la hora de terminar.
- Ocio. Es la segunda clave esencial, aunque pueda parecer contraproducente. Lo cierto es que para aprovechar las horas de estudio es imprescindible descansar el cuerpo y la mente. Procura encontrar pasatiempos que te permitan salir de casa y tomar el aire como pasear o montar en bicicleta. Combina estos momentos de ocio con otros de corta duración que puedas tener a mano para pequeños descansos. Este sería el caso de jugar a partidas cortas en la consola o realizar apuestas deportivas en Betsafe.
- Empieza por lo más difícil. Cuando tienes siempre pendiente lo más duro del estudio, los ánimos comienzan a descender. Acaba con eso que te preocupa y así siempre tendrás tiempo de volver a repasarlo. Ganarás en seguridad y confianza a la hora de estudiar.
- Elimina las distracciones. Procura no tener en la misma habitación aquellas cosas que puedan distraerte de lo importante. El teléfono móvil, revistas, televisión o cualquier otra cosa que no ayude a aprovechar el tiempo deberá estar fuera de tu alcance.
- Acepta el estrés. Si te relajas en exceso puedes caer en la dejadez y el rendimiento descenderá. Un cierto nivel de estrés dentro de los límites saludables es beneficioso para el estudiante porque lo mantiene alerta y le motiva a hacerlo mejor.
La ayuda a veces es importante
Si eres de esas personas incapaces de mantener la concentración cuando están a solas puede que necesites algo de ejemplo por parte de otras personas. Muchos estudiantes necesitan sentir cierto apoyo del grupo para motivarse y rinden más cuando trabajan en grupo. Si es así te beneficiarás si encuentras compañeros de estudio que estén dispuestos a seguir una seriedad y rigor en el trabajo. También puedes apostar por acudir a la biblioteca o algún centro de estudios donde las distracciones son mínimas.