La verdad sobre el paro de los mineros artesanales
inambari_inapariPor Tankar Rau-Rau Amaru
 
Ayer martes comenzó el paro nacional de más de 300 mil mineros artesanales en dieciocho regiones del país. El Gobierno pidió tregua. Sin embargo, las bases de Apurímac (que en este momento tienen más de cien denunciados por hurto agravado de minerales) han decidido seguir en pie de lucha, pues en la negociación de la dirigencia de FENAMARPE no se ha logrado ni la mitad de la plataforma. En ese mismo sentido se han pronunciado las bases de Madre de Dios y una parte de las bases de Ayacucho.


Los mineros seguirán en las calles de las ciudades y bloqueando carreteras, pidiendo que el Gobierno resuelva todos los puntos de la plataforma de lucha.

Un problema social

Los mineros son comuneros que han visto en esta actividad una nueva alternativa de desarrollo ante el abandono del agro y la ganadería. Son nativos que, en vez de que las multinacionales les expulsen de sus territorios, han decidido trabajar en sus ríos y en sus bosques. Son profesionales y no profesionales que han decidido ganarse la vida honradamente. En resumen: son peruanos que, a falta de trabajo, se fueron a los bosques de la selva, a los desiertos de la costa y a los cerros de la cordillera a generar su propia fuente de ingreso. El gobierno no quiere formalizarlos; más bien viene lanzando leyes que criminalizan la actividad minero-artesanal y no entrega el presupuesto necesario a los gobiernos regionales para formalizar a los mineros, todo eso porque el régimen de turno ha entregado todo el país, mediante faenones, a las multinacionales de la minería.

Los mineros artesanales democratizan la economía porque dejan en sus pueblos los cien soles que ganan. Las multinacionales de la minería se llevan toda la ganancia al extranjero, dejándonos tres soles de cada cien soles que ganan en nombre de canon y regalía. La gran minería expulsa de su tierra al comunero. La minería artesanal le convierte en microempresario. La gran minería extrae mínimo diez mil toneladas de mineral al día. El minero artesanal extrae el mineral en forma racional, aproximadamente una tonelada a la semana. La gran minería mata ríos y suelos porque no le importa, porque no vive aquí. El minero artesanal cuida el agua y la tierra porque vive aquí y dejará sus huesos en nuestro país.

Los medios de comunicación y las oenegés financiados por la gran minería dicen que los mineros artesanales contaminan el medio ambiente. Que demuestren públicamente con estudios de suelos y de aguas en qué parte del país los artesanales contaminan el medio ambiente. Nunca han mostrado pruebas, sólo fotos montadas para impresionar a un público que no investiga.

Los denuncios ociosos donde trabajan los artesanales pertenecen muchas veces a traficantes de denuncios y a las transnacionales, quienes no trabajan ni dejan trabajar. En realidad, todo el país se encuentra cuadriculado y no hay sitio para los peruanos. La “ley” de formalización, digitada por la Sociedad Nacional de la Minería, quiere enviar a los artesanales a pequeños guetos (con los llamados contratos de explotación, cesión, etc), con lo cual se les pretende condenar a no crecer nunca. Al extranjero que quiere entrar a nuestros cerros le conviene que el peruano nazca y muera manejando comba y punta, y no se convierta en gran minero. Porque el día en que el peruano se convierta en gran minero, habrá que expulsar a todas las transnacionales.

¿Qué hacer con los mineros artesanales? ¿Hay que perseguirlos con argumentos preparados por la Sociedad Nacional de la Minería, que agrupa a las transnacionales, como la supuesta “contaminación”? ¿Hay que encarcelarlos porque transportan explosivos? ¿O capacitarlos, registrarlos y apoyarles para que cuiden su salud y cuiden el medio ambiente y paguen sus impuestos, y darles financiamiento para que se formalicen? Una sociedad que promueve el trabajo de las mayorías y la producción goza de buena salud. Una sociedad que mata el trabajo está destinada a ser mendiga.

Es el comienzo de la guerra de intereses en el país. Los capitales grandes, de otros países, contra los nacientes capitales nacionales. Las leyes fueron hechas para proteger a los capitales extranjeros. Entonces no queda otra cosa que rebelarse contra esas leyes, en defensa de los capitales de los peruanos. ¡La guerra está declarada!

Plataforma de Lucha

  1. Cumplimiento del DS Nº 045-2010-PCM. Exigimos la aprobación del Plan Nacional de Formalización de la Minería Artesanal. Este punto aparentemente está resuelto con el nuevo decreto que se publicará este miércoles. Sin embargo, ¿en cuánto tiempo se implementará ese Plan? No lo dice el decreto.  ¿No será un “paseo”, para ganar tiempo porque nos encontramos a puertas de las elecciones?
  2. Aprobación de la Ley de Fortalecimiento de la Formalización y Promoción de la Pequeña Minería y Minería Artesanal, considerando las concesiones especulativas y ociosas.
  3. Suspensión de las intervenciones que vienen efectuando las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, Gobiernos Regionales y fiscales a los pequeños productores mineros y mineros artesanales a nivel nacional.
  4. Archivamiento del proyecto de la Ley Nº 4687/2010-PE.
  5. Indemnización inmediata, por parte del Estado, a las viudas y heridos ocasionados por miembros de las fuerzas policiales en Chala y Madre de Dios, así como sanción penal a los responsables, como sucedió con el caso Bagua.
  6. Derogatoria de los Decretos de Urgencia Nº 012-2010, 04-2011 y 07-2011; y los artículos 3º y 25º del D.S. Nº 055-2010-EM.
  7. Derogatoria de las Ordenanzas regionales que impiden la formalización, la comercialización y transporte de minerales.
  8. Destitución de los ministros del Ambiente, Defensa e Interior por infracción constitucional y comisión de delitos penales.
  9. Rechazo rotundo a las declaraciones de Wilder Calderón, presidente de la Comisión de Defensa del Congreso: “La ampliación de los alcances de los Decretos de Urgencia que sirvieron para intervenir en Madre de Dios se extienda a todo el eje andino y toda la minería nacional. A la minería informal debemos aplicar toda la fuerza de la ley”.
  10. Otorgamiento de derechos de preferencia sobre las concesiones caducadas a los mineros a nivel nacional y ampliación del corredor minero en Madre de Dios.
  11. Normar los trabajos de minería en las zonas de amortiguamiento a nivel nacional supervisado por el SERNAMP y el INC, respectivamente.

Madre de Dios para el Brasil
 
Alan García y Antonio Brack (sentenciado por la matanza de vicuñas de Pampa Galeras, Ayacucho) pretenden sacar a todos los mineros artesanales peruanos de Madre de Dios y a los nativos para entregar buena parte de esa región al nuevo imperio del Brasil, dentro del plan de invasión carioca denominado IIRSA. Uno los proyectos de ese plan es la Hidroeléctrica de Inambari. La ejecución de este proyecto causará al principio la expulsión de aproximadamente ocho mil nativos a causa de la inundación, por lo cual 65 centros poblados de los departamentos de Madre de Dios, Puno y Cusco deberán ser reubicados. Se deforestará más 300,000 hectáreas, sobre todo a causa de la migración de la población a otros lugares de la misma región; la destrucción de la biodiversidad del área y la severa alteración de los sistemas acuáticos aguas abajo y aguas arriba.

Es bueno recordar que en Sudamérica hay cuatro proyectos históricos de expansión, tres en franco avance y uno en espera. El bolivarianismo, promovido por Venezuela desde los gobiernos y las organizaciones, impulsó su influencia hacia el Caribe y ahora pretende abarcar hacia los países del sur (Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina). La corriente tawantinsuyana, impulsada desde las organizaciones de Colombia (valle del Cauca), Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina (Catamarca, Jujuy, etc.), espera la iniciativa de Perú, que podría convertirse, por su ubicación, en el eje andino e integrar a los pueblos cautivos de la gran civilización andina que ocupó buena parte de Sudamérica. El tercer proyecto de expansión es impulsado por Chile, con la ayuda de Estados Unidos e Inglaterra. El cuarto proyecto de expansión geopolítica en la región, denominado IIRSA, pertenece al Brasil (ejes viales y energéticos: Perú-Brasil-Bolivia, del Amazonas, Escudo Guayanés, Interoceánico Central, Mercosur-Chile, Hidrovía Paraguay-Paraná y Capricornio), donde el país carioca se convierte en el corazón de Sudamérica, oxigenado desde once países-satélite.

Para potenciar su industria y ejecutar su proyecto, Brasil ha decidido llevarse de nuestro país materias primas baratas (para eso ha construido la Transoceánica) y energía eléctrica (hay varios proyectos en la selva peruana que destruirán miles de hectáreas de bosques, con contratos que lindan con la enajenación de nuestro territorio). Es decir, se llevarán materias primas a precio de gallina flaca y nos devolverán ese mismo mineral en forma de carro o maquinarias costando miles de dólares. Yo pregunto: ¿por qué no usamos nuestras materias primas y energía para industrializarnos de una vez (con pequeñas hidroeléctricas construidas en la zona andina)? ¿Por qué no impulsamos nuestro propio proyecto histórico tawantinsuyano en vez de ser bocado de Chile, Brasil, Venezuela o Estados Unidos (que perjudicó mucho a nuestro país a pesar de que se encuentra lejos; Brasil está a nuestro costado y será más peligroso)? ¿Por qué ese espíritu de resignación de nuestros gobernantes? ¿Por qué contentarnos con ser satélites cuando hace quinientos años fuimos el centro del universo sudamericano?

Pues bien: el argumento de Alan García para sacar a los mineros artesanales de Madre de Dios y también a los nativos (nueva forma de limpieza étnica de peruanos para entregar el territorio al Brasil), es el siguiente: 1) acabar con la prostitución. Hay prostitución en todo el país, principalmente en los polos de desarrollo como Lima, y la responsabilidad es del gobierno por no generar políticas de inclusión social. Yo pregunto: Si destruimos la fuente de ingresos de los 30 mil mineros de Madre de Dios, o sacamos de los cerros a los 300 mil mineros artesanales, ¿adónde irán tantos desocupados? ¿A las ciudades a robar? ¿Al exterior a mendigar trabajo (en los últimos veinte años se han ido del país más de tres millones de peruanos)? Si se acaba con la minería artesanal, habría más prostitución y más delincuencia porque la minería en Madre de Dios representa el 36.4% del Producto Bruto Interno, no hay otra actividad económica generada por el gobierno que siquiera llegue al 2%.

    2) Brack dice que hay contaminación. “Las dragas han desaparecido 32 mil hectáreas de bosques”, ha dicho. Para vergüenza de los verdaderos periodistas, muchos comunicadores han repetido esa versión sin investigar. Las dragas no trabajaban en el bosque sino en los ríos. ¿Cómo podrían desaparecer bosques si nunca han entrado a ellos? Además, después del bombardeo ya no hay dragas en Madre de Dios. ¿Cuál será el argumento de Brack ahora? Pasando la frontera, las dragas brasileñas trabajan recuperando el oro que el río arrastra desde el Perú. ¿Brack, al quemar las dragas de peruanos, quiso también que el oro peruano siga siendo extraído por los brasileños al otro lado de la frontera?

Debemos aclarar también que Antonio Brack, el ministro del Ambiente, se ha convertido en jefe de una mafia de traficantes de bosques de la selva peruana. En este momento viene entregando las tierras de los nativos de toda la selva a corporaciones extranjeras para que negocien con los bonos de carbono.

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.