Desesperación por resultados adversos

La ayuda de Chávez para Toledo, Fujimori y Kuczinsky 

Por  José Suarez Danós

 
La derecha neoliberal representada por sus candidatos Toledo, Fujimori y Kuczinsky —los “tres mosqueteros” —está en angustiantes apremios en la preferencia electoral.

 

 

Junto con sus “estrategas” han llegado a la conclusión que su único “D’Artagnan” sólo podrá ser el presidente venezolano Hugo Chávez, por más contradictoria que suene tal afirmación.

Este no los va a ayudar a evitar su casi segura derrota debido a comulgar en la orientación a la que sirven, porque a conocimiento general es lo contrapuesto.

En realidad precisan de “la ayuda” de Hugo Chávez —único recurso— para utilizarlo mediáticamente como un ariete propagandístico en contra de su opositor común Ollanta Humala, por todo “lo retrógrado” que para el neoliberalismo peruano representan —según ellos—“el sistema Chávez” y la propuesta Humala.

En contraparte sin embargo no se atreven a expresar en qué radicaría “lo progresista” o positivo de su opción, además de toda la desdicha observada a lo largo de 19 años continuos de neoliberalismo.

Esta es la coyuntura mediática falaz, en la que los candidatos Toledo, Fujimori y Kuczinsky, requieren ser asistidos con el perfil político y altisonantes declaraciones de Hugo Chávez contra el sistema.

Ese es el único soporte —a falta de argumentos— con el que cuenta la derecha peruana y su brazo mediático, para emprender campañas de “propaganda de guerra” contra Humala –y contra la población peruana- a fin de incrementar su propia opción de voto.

A ese propósito contribuyen los carteles transnacionales de prensa neoliberal asalariada —redes nacionales é internacionales— y la guerra psicológica del Departamento de Estado del gobierno de EE.UU.

Empero, este tipo de agresiones de “propaganda de guerra” no son novedosas ya en elecciones nacionales. Un “episodio anterior” se dio en el 2006, cuando gobernaba el Perú Alejandro Toledo.

Este administró con la estructura de su gobierno, la campaña de “propaganda negra” en favor de Alan García —del clan— y contra Humala, utilizando “la imagen Chávez”.

La dirección encubierta “de la campaña” correspondió a “The Rendon Group”, la empresa mercenaria —contratista— de guerra psicológica del Departamento de Estado del gobierno de los EE.UU., contando para la conducción en el Perú con el “Instituto Prensa y Sociedad” (“IPYS”)        -sufragado por el USAID-.

Desde el 2006 en que ambas manipularon al electorado, se percibió su tendencia a emplear argumentación carente de veracidad —falacias—, particularmente del tipo “ad populum” —“apelación al pueblo”— y “ad nauseaum”— “la repetición constante” de Goebbels “miente, miente, que algo queda”—.

En esa oportunidad las burdas apelaciones al terror y a la catástrofe, marcaron distintivamente la participación del aparato de guerra estadounidense en apoyo de Alan García; hoy la repetición de ese mismo esquema confirmaría su nueva actuación tras los candidatos del neoliberalismo, con su reiterativa insistencia en su desgastado y extrapolado “tema Chávez”, el “terror”,  el “miedo” y lo “apocalíptico”, propios de la tenebrosa era Bush.

Y toda vez de repetir la falsedad como argumento, volverla a aplicar sobre el mismo elector peruano al que ya manipuló en el 2006, y conocer ese elector la razón por la que fue engañado en esa ocasión por la “propaganda negra” contra Humala –llevar al poder a Alan García-, es muy poco lo que “los tres mosqueteros” imperiales podrán aspirar a recibir como ayuda de ésta —al revés—.

Titulares “apocalípticos” de prensa —“Correo”, “El Comercio”, “Expreso”, etc.—, declaraciones “fatalistas” de voceros neoliberales —Vargas Llosa, Piñeira, García, Toledo, Mariátegui, etc.—, y descensos “súbitos” en los índices económicos, etc., atribuidos todos ellos “a Chávez y a Humala”, no son otra cosa sino, la manifestación visible de esa manipulación para intimidar a la población.

Sin querer pecar de “chauvinistas”, y si es el caso, que esa “propaganda negra” del neoliberalismo pretende escenificar una “próxima llegada al infierno”:
¿ Es que acaso no tenemos nuestros propios “Damián”, “666”, “Mefistófeles” y “Satanás” ?

¿ Será quizá que ya olvidamos haber estado en el averno entre 1985 a 1990?

¿ Acaso está lejos el gobernante de ese “período de terror” y no convive con nosotros ?

¿ No es cierto que en los últimos 19 años también estuvimos en el infierno del robo y el saqueo, la arbitrariedad, la traición y el de la burla al soberano ?
¿ Es que allí no hay magníficos ejemplos, que si no producen escalofríos, al menos provocan la repugnancia de “el exorcista”? Pla propaganda “fatalista” de la derecha, con sus pretendidos “fines del mundo” ajenos a la realidad nacional —“tema Chávez”—, y su coro de agoreros fundamentalistas del neoliberalismo, está encaminada al fracaso más que nada por su falta de argumentación veraz.

Se percibirá ello más nítidamente en la segunda vuelta electoral, cuando sólo queden dos candidatos electorales —se presume Humala y otro más— y los estrategas de la guerra psicológica neoliberal insistan tozudamente, en resembrar la ya desgastada “imagen terrorífica Chávez” mediante la “propaganda de guerra”.

Y ahí será donde cometan su gran error.

Por principio de acción y reacción, emergerá también en la misma mente de los electores “la aparición satánica” de la “imagen del paradigma del sistema” —Alan García— para hacer recordar al votante, lo que implicaría un nuevo período de neoliberalismo.

Ello tornará la opción del rival que enfrente a Humala, en un auténtico descalabro.

  Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.