Como ocurre entre las personas —unas son buenas; otras, malas; otras, ni buenas ni malas; otras, peligrosas—, igual es entre los países: unos son buenos y amistosos, otros son malos, otros desarrollan su historia robando a países vecinos y asesinando, etc.
El periodismo debe cumplir una misión de orientar con objetividad y defender los intereses del país. Para ello el comunicador debe proceder con objetividad y sin disfrazar los intereses de un posible mandante o pagante (pagos ocultos o “mermelada”).
Este 15 de julio en el diario El Comercio, el periodista Jaime de Althaus Guarderas1 en la sección “Rincón del autor” escribió el artículo “Irán no”, en el que alarmado alerta sobre la invitación que ha hecho el presidente electo Ollanta Humala al presidente de Irán. Leemos esto:
El presidente electo Ollanta Humala ha invitado al Gobierno de Irán a la transmisión de mando, un gobierno presidido por un autócrata radical y antisemita que se solaza en fabricar una bomba nuclear, y que forma parte del eje anticapitalista y antiglobalizador integrado además por Venezuela, Cuba, Bolivia y respaldado por Rusia. Invitar a Irán es una manera de adscribirse a ese eje, por más que también se haya reunido con el presidente de Estados Unidos.
Aquí se presenta al gobernante iraní Mahmud Ahmadinejad como peligrosísimo: “autócrata radical y antisemita” que goza fabricando “una bomba nuclear”; además —pecado gravísimo— forma parte de un eje “anticapitalista y antiglobalizador”. Frente a eso, el Perú está en el eje de los buenos, en el eje del sometimiento a los EE. UU. y Chile, su sirviente preferido. ¡Cómo es posible que el Perú se aleje del eje de los buenos, del eje dirigido por la potencia declinante! Sobre lo de Ahmadinejad autócrata, lo que no dice el autor de la nota es que ese “autócrata” ha sido elegido en elecciones libres y tiene un poder limitado —¿así gobierna un autócrata?—, puesto que en Irán el presidente elegido cumple la función de administrar y dirigir el estado, pero no es él quien toma o determina las decisiones de fondo (orientación ideológica del país, relaciones internacionales, paz y guerra) sino un consejo teocrático, formado por los más importantes jefes religiosos islámicos de Irán.
En cuanto a que Mahmud Ahmadinejad sea antisemita o antijudío, el señor Jaime “de” Althaus, que aparentemente no es judío, resulta siendo más papista que el papa, puesto que la opinión de Ahmadinejad no es antijudía sino antisionista, por lo cual hay grupos judíos como los de Neturé Qarta (‘Guardianes de la ciudad’) que están de acuerdo con el antisionismo de Irán y lo han visitado más de una vez. Por otro lado, si se habla de antisemitismo, debemos recordar que hasta el día de hoy el estado de Israel se niega a permitir la independencia de los judíos nativos2 llamados “palestinos”, y cuando hay enfrentamientos armados la proporción es de diez judíos nativos muertos por cada judío israelí (ciudadano pleno del estado de Israel). ¿No es antisemitismo matar así a los judíos nativos?, ¿por qué el señor “de” Althaus no denuncia este antisemitismo que se hace contra los “palestinos”?
Dice el señor “de” Althaus que Ahmadinejad “se solaza”, goza, con la fabricación de una bomba atómica, cuando nadie sabe cuál sea el sentir del gobernante iraní en este tema (¡quizá sufre al pensar en construir esa arma...!). La verdad es que no está probado que Irán esté fabricando bombas atómicas, como sí se sabe que Israel las tiene.
En la estrecha mente de este sujeto, ¿El Vaticano pertenecerá al "eje del mal" por sostener relaciones cordiales con Irán?
Lo que tapan
Esta revista de los argumentos acerca de países lejanos puede hacer que perdamos de vista lo que incumbe a nuestro país. Sigamos con lo que escribe el señor “de” Althaus:
Es que no se puede pertenecer a todos los ejes a la vez. Porque son contradictorios. No se puede perseguir una estrategia de integración económica cada vez mayor al mundo, como palanca para lograr el desarrollo interno, y al mismo tiempo profundizar relaciones con un grupo de países que recusa el mercado global, ataca los tratados de libre comercio, expropia empresas y rechaza parte de la inversión extranjera.
Vayamos por partes: “pertenecer a ejes”. El escribiente rechaza que el Perú tenga algo que ver con otro eje, porque el eje en que estamos —sometimiento a los EE. UU. y a Chile, país violador del derecho internacional y enemigo del Perú— es muy positivo; es el eje de los buenos, y los otros ejes son los ejes de los malos. También el autor es muy amigo de la globalización —no se conoce que la haya denunciado—, ve como cosa buena el “mercado global”. Sobre esto debemos decir que en el mundo ha habido varios procesos de “globalización” y ninguno ha sido bueno para el Perú. He aquí las globalizaciones más conocidas:
1) El Cristianismo. Religión no peruana que trajeron los parásitos españoles3, la cual se utilizó para disminuir la autoestima y los signos de cultura de los peruanos y debilitar la identidad nacional. Salvo honrosas excepciones, el clero se mantuvo ciego, sordo y mudo ante los atropellos y crímenes contra los nativos y no ha pedido perdón al Perú por ello, como en otros casos en que El Vaticano ha pedido perdón por los atropellos cometidos en la Edad Media.
2) El marxismo. La otra ola de ideas con pretensiones de difusión mundial fue el marxismo, que tuvo pocos buenos resultados, y que en el Perú fue la base del terrorismo que golpeó al país y causó mucho daño.
3) Globalización del siglo XXI. Es la que vive el mundo desde la caída del comunismo, a fines del siglo pasado. Este proceso busca el predominio mundial de los EE. UU. y sus aliados europeos, que respecto de los países del Tercer Mundo se proponen lo siguiente: a) mantenerlos en condición de exportadores de materias primas; b) tomar el control de sus materias primas y recursos naturales (para lo cual corrompen a los gobernantes); c) controlarlos política y económicamente mediante préstamos del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial4; d) eliminar la identidad nacional e imponer una cultura alienante para que la gente acepte la servidumbre a amos extranjeros que son antiperuanos (EE. UU. y Chile5 en el caso del Perú).
Como vemos, ninguna globalización es buena; solamente los corruptos las promocionan.
Cómo saber quién es quién
Lo único que vale de lo escrito por el señor “de” Althaus es que debemos desconfiar de los países extranjeros, la mayoría de los cuales viene con malas intenciones (al menos, hasta que se demuestre lo contrario). En seguida veremos qué país es un peligro para el Perú.
¿Qué país robó al Perú Tarapacá y Arica, Irán o Chile?
Chile.
¿Qué país le usurpa al Perú Tarapacá y Arica, Irán o Chile?
Chile.
¿Qué país usurpa mar territorial peruano y nos obliga a ir a la Corte Internacional de Justicia, Irán o Chile?
Chile.
¿Qué país adquiere una cantidad exorbitante de armamento para atacar al Perú, Irán o Chile?
Chile.
¿Qué país tiene la declarada intención de apropiarse de más territorios peruanos en la frontera sur, Irán o Chile?
Chile.
¿Qué país ha corrompido a militares peruanos para que realicen espionaje (FAP) y para que pongan un monumento en la Escuela Naval al ladrón y terrorista chileno Arturo Prat, Irán o Chile?
Chile.
¿Qué país es una amenaza histórica, cierta y comprobada a la seguridad nacional de nuestra patria, Irán o Chile?
Chile.
¿Qué país infiltra capitales en el Perú para controlar aduanas, puertos y aeropuertos, Irán o Chile?
Chile.
¿Qué país promueve las privatizaciones en el Perú para que los corruptos capitales chilenos entren al Perú y tengan hegemonía, Irán o Chile?
Chile.
¿Qué país soborna a políticos y periodistas para que guarden silencio sobre la usurpación de tierras agrícolas peruanas por parte de chilenos, Irán o Chile?
Chile.
¿Qué país no tiene gas ni petróleo y soborna en el Perú para que se le venda gas, Irán o Chile?
Chile.
¿Qué país ha blanqueado dinero y hecho lavado de activos al beneficiarse con territorios peruanos usurpados, Irán o Chile?
Chile.
Queda claro que el país delincuente y corruptor es Chile, permanente peligro para la seguridad nacional. En cuanto a Irán, habrá que vigilar y conocer sus intenciones, porque quizá nos dé la sorpresa y veamos tropas iraníes invadiendo Tacna y Arequipa, o un comandante invasor iraní dinamitando, incendiando y asesinando como el terrorista chileno Patricio Lynch. ¿Por qué Ollanta Humala, que se dice “nacionalista”, ha ofrecido vender gas al enemigo chileno y tiene dudas sobre la expulsión de LAN y de los testaferros del estado chileno que se han apoderado de tierras agrícolas peruanas desplazando a los campesinos peruanos? Nosotros sí cumplimos con el deber patriótico de denunciar a los ladrones chilenos y a sus sirvientes.
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1 El apellido alemán Althaus —que significa ‘casa vieja’— ha experimentado en el Perú una huachafa y ridícula transformación: le han antepuesto la preposición española “de” y así el periodista no es Jaime Althaus Guarderas sino Jaime de Althaus Guarderas. Esa añadidura de la preposición “de” sirve para dar cierto tono aristocrático a los apellidos; siendo ese el propósito, si Althaus es apellido alemán, ¿por qué no se atrevieron a aumentar la preposición alemana von para componer “von Althaus”?, ¿temían el desenmascaramiento de parte de los verdaderos aristócratas alemanes? ¿Será mucho pedir que esta persona sea seria al menos con su apellido?
2 La antigua Palestina estaba poblada mayoritariamente por judíos, que sufrieron las invasiones de los romanos y después de los árabes (semitas como los judíos). Muchos judíos fueron expulsados pero un gran número de ellos, para poder permanecer en su tierra, optó por cambiar su religión judía por el Cristianismo o por el Islam. Antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial, decenas de miles de judíos europeos y de otros lugares llegaron a Palestina y derrotaron a los judíos nativos (“palestinos”), que hasta ahora son oprimidos.
3 A medida que el Cristianismo se alejó de Palestina y pasó el tiempo, su mensaje se alteró, y mucho más si los difusores fueron los delincuentes españoles del tiempo de la invasión del Perú (siglo XVI). De ninguna manera aceptamos ni creemos que las religiones que hoy se llaman cristianas (católicos, protestantes, ortodoxos, etc.) conservan el auténtico mensaje de Jesús.
4 Cuando un país recibe los usureros préstamos de estas entidades internacionales, debe someterse a inspección y seguimiento de quienes prestan, que determinan qué empresas se privatizan, cuántos miles de empleados estatales son despedidos, cómo deben reducir sus gastos en adquisiciones militares, etc. En pocas palabras, el país que se presta dinero queda gravemente endeudado y pierde soberanía.
5 Chile es un pequeño país tercermundista y enemigo jurado del Perú que tiene algo de capitales gracias al lavado de activos de las riquezas que explota en territorios bolivianos y peruanos que usurpa. Los EE. UU. no son amigos del Perú porque alcahueteron para que Chile se quedara con Arica y Tarapacá. Los generales Pershing y Lassiter engañaron al Perú y permitieron que Chile se negara a realizar un plebiscito en territorios peruanos invadidos. Los EE. UU. forman con su sirviente Chile una alianza contra el Perú.