Recuperar el gas de Camisea para el Perú
Por Manuel Dammert Ego Aguirre
Es posible apreciar dos niveles para este sinceramiento de precios del GLP. En el Primero, reducirlo sin IGV, ampliando competencia con intervención de Petroperú, reduciendo márgenes de abuso de posición de dominio en comercialización, manteniendo diferenciado el subsidio del fondo de estabilización de combustibles.
El arribo del gas de Camisea a Lima el 2004 debió ser el punto de partida para su masificación con el cambio de la matriz energética nacional y el uso de un combustible barato para los hogares. Pero se deformó por dos grandes faenones: el de la ilegal exportación y el de vender el GLP como si fuese producido con petróleo importado y no con líquidos del gas de Camisea.
Se ha pretendido justificar la exportación, señalando que la demanda nacional de gas está cubierta en función de contratos suscritos, obviando que existen subastas restrictivas y que no se ha masificado el gas, los que por sí mismos son evidencias de desabastecimiento. Desde la ciudadanía, los movimientos sociales, diversos especialistas y el Foro Soberanía Energética, hicimos saltar esta mentira. Ha sido y es decisiva la exigencia del sur andino, para el consumo masivo y la petroquímica. También lo es la exigencia de los hogares del país, que han pasado a tener de combustible básico un GLP con precio abusivo, reclamando por gas barato (GN y GLP).
1. Ecuación fraudulenta 2005-2011: GN bloqueado, y GLP a precios internacionales.
Se conocen ya los actos dolosos, desde el 2002 promovidos sobre todo por Pedro Pablo Kuczynski, y continuados activamente por el Gobierno de García, para destinar a la exportación el 47% del gas de los lotes 88 y 56 de Camisea. Han desabastecido el mercado nacional. El Gas Natural restante fue destinado sobre todo como insumo para centrales de generación eléctrica y algo para vehículos y algunas industrias. Las subastas, evidencian el racionamiento efectivo.
Es necesario explicar el otro lado de esta gran estafa al país. En forma premeditada, se bloqueó el uso masivo del Gas Natural a domicilio, para abrir el mercado a un GLP con precio fraudulento. Se impuso una ecuación mortal entre bloquear el Gas Natural (que va por redes) e imponer a precios internacionales el Gas Licuado de Petróleo GLP (que va en balones). Esta ecuación mortal genera grandes y rápidas ganancias a la empresa productora, la que es subsidiada por los usuarios. Mientras en Colombia 5 millones y medio tienen Gas Natural domiciliario, en Perú estamos en 50 mil y se pretendía que el 2016 se arribe a solo 111 mil usuarios conectados. Este bloqueo al GN, con solo 50 mil usuarios domiciliarios entre 2005 y 2011, no es solo para que continúe la exportación del gas, sino también es para el otro negocio. Es decir, para abrir mercado a los altos precios del GLP, impuesto como combustibledomiciliario general. Se ha prohibido justificadamente el kerosene, y el Gobierno ha regalado 40 mil cocinas a GLP. Al mismo tiempo, fraudulentamente, se ha impuesto precio abusivo al balón de GLP.
2. El bloqueo a las conexiones domiciliarias de Gas Natural
El incentivo al consumo domiciliario nunca interesó mucho a los gobiernos, pese a que el consumo promedio de Gas Natural domiciliario está a un precio de S/ 12, equivalente al valor calórico de un balón de GLP de 10 Kg. El Contrato de Camisea del 2000 exigía que el distribuidor realice en 5 años 70,000 conexiones reales (efectivas) a domicilios. Ese monto ya era bastante pequeño. En el 2002 se firmó el contrato de distribución con Tractebel-Suez y la obligación de conexiones domiciliarias reales se redujo aún más a 15,000 personas, y se transformaron en no efectivas. SUEZ se enfoco a los grandes clientes y solo construyó Redes de PE en zonas de altos ingresos (San Miguel, Surco, etc.). Luego Promigas se enfocó en zonas de bajos ingresos (Lurigancho) pero con gastos de promoción. Aun así, sus conexiones reales fueron muy limitadas , entre 25 a 30 mil. En la Adenda del 2010 entre el Gobierno con Cálidda se proyecta alcanzar a 111,000 conectados al GN al 2015. Cifra ridícula y enmarcada en el bloqueo señalado.
Un impulso nuevo con una nueva empresa en Cálidda EEB, desde el 2011, ha permitido pasar a nuevas cifras, aun limitadas. Al 2011 se ha llegado a 50 mil conexiones. Y ajustando cifras, el nuevo concesionario informa que en Lima se puede tener 500,000 conectados en 5 años, y llegar a 1,4 millones por el 2021.
Es evidente que el Gobierno 2006-2011 no ha querido resolver este asunto, con medidas que garanticen el suministro de gas. Para la masificación efectiva, es indispensable el suministro garantizado de Gas Natural por 20 años permanentes. Se requiere por lo menos 1 TCF para Lima y 1 TCF para el resto del país. Son los 2 TCF que existen en el lote 88 de Camisea, pero que están desde el 2005 inmovilizados, secuestrados, en los lotes y en la capacidad de transporte, al ser garantía bancaria de la exportación. Recuperar los 2 TCF es requisito indispensable para masificar el gas.
Se requiere, además, que el Estado intervenga no solo con facilidades en trámites, sino con apoyo financiero y con políticas públicas de subsidio cruzado, donde los usuarios de mayores ingresos dan un adicional que permite subsidiar a los de menos ingresos. Para Gas Vehicular existe el fondo del Cofigas, que es crédito que se paga en un plazo largo, en adecuadas tasas de interés, y como parte del propio precio. Una fórmula similar debe existir para el gas domiciliario.
Para masificar el GN, una amplia red de ductos debe cubrir los sistemas norte y sur. Y mientras se construyen, en forma inmediata debe impulsarse los gasoductos virtuales para que se lleve el gas ( GN Comprimido o GN Licuado) en camiones a gasocentros o a centrales de distribución en redes.
3. El boom del GLP como combustible domiciliario y el precio fraudulento.
El Gas Licuado de Petróleo (GLP) es el único combustible que ha tenido un crecimiento sostenido en el país en los últimos 18 años (aproximadamente 10% anual), y al cierre de abril 2011 ha sido el segundo combustible líquido más comercializado en el país.
Lima es el mercado principal de GLP, lo que era claro desde el 2005. De 1993 al 2000, la demanda nacional en MBDC creció de 7,5 a 13,6. Del 2001 al 2004, creció de 14,1 a 18,1. Con la entrada de Camisea, de 2005 a 2011, da un salto y pasa de 21,4 a 37,9. Esta demanda se expande nacionalmente, pero crece fuertemente en Lima (que incluye Centro y Norte hasta Trujillo). Esto puede apreciarse comparando las cifras que da a nivel nacional DHG-Minem con Osinergmin para Lima. Es así que la demanda nacional de MBDC de GLP crece del 2006 al 2011, en cada año respectivamente a 23,4 (2006), a 28,6 (2007), a 30,3 (2008), a 32,6 (2009); a 36,2 (2010) y a 37,9 ( 2011). De esta demanda de MBDC de GLP a Lima corresponden para cada año mas de la mitad, respectivamente, 17,2 (2006), 17,7 (2007), 18,11(2008), 18,11 (2009), 20,7 (2010) y 25,6 (2011).
Desde el 2005 se promovió el GLP como el combustible masivo de los hogares. Para los balones de GLP se estableció un precio caro, de monopolio, el más caro de SurAmérica. Este precio es un abuso, pues el GLP en Perú es producido en más del 80 % por Pluspetrol. Lo hace no con petróleo importado (que cuesta de US$ 90 a 100 barril), sino a partir de los líquidos asociados al gas de Camisea (que a boca de pozo cuesta el equivalente de menos de US$ 1 dólar). Lo venden a un precio abusivo a través del cual los hogares peruanos subsidiamos las ganancias de la empresa productora y otros de la cadena comercializadora.
El año 2005 fue clave para establecer esta forma fraudulenta del precio del GLP. Recordemos que ese año, con Camisea ya en Lima, el Gobierno intensifica el bloqueo a la masificación del GN en Lima, y se alista un alto precio al GLP que despegaba en su consumo. Este precio fraudulento se impone en el “acuerdo” del 30.06.05 de la Comisión de Pro inversión del Congreso, y con la Resolución Directoral 122-2006-EM/DGH para determinar los precios del GLP, publicada en El Peruano recién el 23 de junio del 2010.
El “acuerdo” de la Comisión del Congreso, presidida por Del Castillo, no es vinculante ni tiene fuerza legal, pero dio paso a la RD 122-2006-MEM/DGH. La forma fraudulenta es muy simple: hicieron pasar el precio del GLP como paridad de exportación, cuando estaban fijando una fórmula (FOB Pisco: “a precio de Mont Belviu”, y “Planta Callao: Mont Belviu más 64/84 dólares la tonelada”) que era una forma similar a la Paridad de Importación. Establecieron además un circuito en base a la posición de dominio de Pluspetrol, que controla el 100 % de la producción con gas, y con Repsol tienen el control principal de las plantas de abastecimiento mayorista.
Es necesario señalar que se usa un marcador internacional como referente, no como precio. En el Contrato de Camisea, se establece que es el Mont Belvieu (considerando proporciones entre butano y propano), cuando no hay acuerdo entre las partes. El referente es solo un indicador, que va a la negociación. Existen varios otros indicadores: flete (marítimo), seguro, ad-valorem, gastos de importación, almacenamiento y despacho, gestión comercial. Si es Precio de Paridad de Exportación, se le debe descontar dichos aspectos. A la inversa, si es Precio Paridad de Importación, se le debe adicionar dichos elementos. Si se asume paridad de Exportación, es porque es un producto elaborado nacionalmente, debiendo descontar del Referente Mont Belvieu los diversos aspectos. Este es el caso del GLP en el Perú, que esproducido en más del 85 % por Pluspetrol, usando como insumos los líquidos del gas de Camisea. Con la fórmula fraudulenta, establecen el precio como si estuviesen usando petróleo importado.
Es posible y necesaria la reducción sustantiva del precio del balón del GLP de 10 K. Hay que partir de una nueva ecuación de gas barato, que debe transformar la actual fraudulenta, para llegar a mediano plazo al GN como básico masificado y el GLP como complemento, considerándolo una necesaria forma complementaria al Gas Natural, pues siempre existirán áreas en las que no es posible establecer las conexiones de ductos. En la transición, deben adoptarse medidas del Estado sobre el IGV y otras, así como que los usuarios de centrales eléctricas a gas, aporten para promover adecuadamente la masificación domiciliaria y en el transporte.
Es posible apreciar dos niveles para este sinceramiento de precios del GLP. En el Primero, reducirlo sin IGV, ampliando competencia con intervención de PetroPerú, reduciendo márgenes de abuso de posición de dominio en comercialización, manteniendo diferenciado el subsidio del fondo de estabilización de combustibles. En el Segundo, establecer una Negociación con Pluspetrol para que cumpla con el Precio de Paridad de Exportación, y considerando el real costo nacional de producción (de acuerdo a la Contraloría debe ser de US$ 2.44 por Barril de líquidos y no de US$ 6.40 ) y no el precio del petróleo importado.