Jans Erik Cavero Cárdenas
La Audiencia Pública del Gobierno Regional de Ayacucho (GRA) celebrada el pasado viernes en el Distrito de Sivia (Huanta) difícilmente podría catalogarse como exitosa. A nivel formal, se insiste en audiencias orquestadas y amañadas al puro estilo de Ernesto Molina. A nivel sustancial, el gobierno regional mal informa a la ciudadanía, irrogándose competencias ajenas y atribuyéndose supuestos logros en la implementación de políticas públicas.
Es una pena distorsionar la naturaleza de las audiencias públicas, y por ende de la participación ciudadana, para mentir flagrantemente a la población, buscando obtener legitimidad social y evitar procesos de revocación que pondrían fin a una gestión ineficiente, corrupta, nada transparente, contraria a los intereses de la colectividad. La presencia de José Urquizo, aliado incondicional de Oscorima, confirma su predilección por los gobiernos de turno y los grupos de poder. De ese modo, la audiencia transcurrió en medio de alabanzas, loas, “franelas”, entre autoridades políticas.
Un tema abordado en la audiencia fue el Hospital Regional de Ayacucho. El discurso presidencial fue demagógico y populista. No sólo no hay presupuesto para un proyecto hospitalario de categoría III.1, sino que tampoco se tiene plenamente identificado el espacio donde se levantaría la infraestructura. Ni siquiera se ha convocado a concurso la elaboración del expediente técnico y Oscorima promete un hospital de primer nivel para el 2012. Ni siquiera se ha determinado el alcance del “faenón” hospitalario y Oscorima ya piensa en licitar la construcción y equipamiento de un nuevo nosocomio.
El asfaltado de la carretera Quinua – San Francisco, II etapa, fue otro tema tratado en la audiencia. Los asesores de Oscorima no le han explicado que en el Perú existen 3 niveles de gobierno, cada uno con competencias exclusivas y compartidas. El marco competencial de este proyecto de inversión le corresponde al Ministerio de Transportes y Comunicaciones. El tramo Quinua – Chalhuamayo está en ejecución, mientras que pronto se licitará la ejecución del tramo Chalhuamayo – San Francisco.
Respecto a los colegios emblemáticos también existe farsa por parte del gobierno regional. La ejecución de estos centros educativos en Ayacucho y en todo el país está en manos de la Oficina de Infraestructura Educativa del Ministerio de Educación (OINFES). Para el 2012 se ha presupuestado 30 millones a favor del González Vigil de Huanta. Por lo tanto, ni la DREA, ni las UGELes, tienen vela en este entierro. Oscorima miente al pueblo cuando se atribuye iniciativas o logros en este ámbito.
La lucha contra la corrupción de la gestión anterior constituye lo anecdótico de la audiencia. Oscorima no ha ordenado, ni ordenará, investigación alguna de los faenones cometidos en las gestiones de Quezada y Molina. Es más, muchos funcionarios y profesionales que prestan servicios en el GRA trabajaron para esas gestiones. Edmundo Esquivel, Zomelí Valladares, Boris Paz de la Barra, Pedro Rivera Zea, etc., son algunos ejemplos. Inclusive Carrillo Flores, quien hipotecó decencia por comodidad, denunció por corrupción a quien hoy es su jefe: Edmundo Esquivel.
Finalmente, merece comentario el “logro histórico” de Oscorima, según Paz de la Barra: La derogatoria del Acuerdo de Consejo Regional 030-2010. Para el gobierno regional se trata de la recuperación del terminal terrestre; para los entendidos no ayayeros se trata de un simple acto normativo que ha derogado una norma de la misma jerarquía, sin afectar absolutamente los efectos jurídicos y las consecuencias que hubieran generado el Acuerdo derogado. Lamentablemente el terminal continúa en manos de los Prialé y su recuperación está en manos de un arbitraje. Los actos administrativos celebrados al amparo del Acuerdo 030 son válidos. La nulidad de los mismos sólo puede cuestionarse en la vía judicial o arbitral.
La historia de este supuesto logro me trae a la memoria el tema del hospital regional. Es decir, han transcurrido meses para que los asesores del GRA se iluminen y decidan cuestionar la titularidad del terreno sobre el que se erige el terminal. Carrillo Flores y Paz de la Barra fueron asesores del GRA desde que Oscorima asumió el mandato. ¿Por qué callaron 9 meses?, ¿por qué en enero o febrero Oscorima no instruyó a sus consejeros serviles para derogar el Acuerdo 030-2010? En este asunto, algo huele mal. Espero, por el bien de Ayacucho, que esta decisión no sirva de pretexto para que los Prialé invoquen la resolución del contrato por incumplimiento de las obligaciones del municipio en cuanto a la titularidad del terreno.
Por lo demás, en campaña Oscorima prometió el Puente Magdalena Conchopata, una nueva estación en Santa Elena para la Compañía de Bomberos, un Polideportivo para la práctica del deporte, la Casa de la Juventud con salas de grabación y espacios de cultura, el reflotamiento del Club Sport Huamanga, etc. ¿Cumplirá sus promesas electorales señor Oscorima?, ¿cuándo?, ¿en qué partida del proyecto de presupuesto público 2012 están consignados estos proyectos y programas? Al puro estilo de Alan García, ninguno de sus ofrecimientos serán cumplidos.
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