“Una gelatinosa escena política”
Por Jorge Poma Rivero (*) / Raúl Allain (**)
Los días, las horas y los segundos del 2012 (“Año de la Integración Nacional y reconocimiento de Nuestra Diversidad”) en la escena política criolla del Perú; se han movilizado actores de distinta tendencia, desde los izquierdistas de papel hasta los intelectuales de posición democratizadora. Sin dejar de lado a un posible sinsentido nacionalista. El juego político se ha tornado gelatinoso, es difícil predecir a los nuevos actores políticos, aquellos que necesitan salvar su imagen moral o esos que suficientemente necesitan una representación sin representación. Pero cuáles son las razones de esa engorrosa y problemática situación; se parte de dos configuraciones reales:
- La jerarquización de la sociedad, es decir la admirable composición de no retroceder.
- La movilidad (gelatinosa) de los actores en la escena política se torna pragmática.
Día tras día la vida política se torna más pública y deja de ser privada. Sólo basta la jerarquización. Esta tesis tiene una matiz internacional. Seguramente el pensamiento Gonzalo o “el pensamiento Alan García”, quieren representar sin representar la voz del representado. Pensamiento Gonzalo: representación política. Alan García: indultar a Fujimori. Ollanta Humala: inversión en el Perú. De esta manera se busca una posición política: se ha dejado de lado públicamente a la izquierda que integró Gana Perú. Los intelectuales como Sinesio López organizan una defensa en contra de lo que se ha denominado “la toma del Estado”. Y aún más la toma con respecto a la “Hoja de Ruta”.
La escena política peruana se está movilizando dentro del eje de la jerarquización. Nadie quiere perder el puesto. Los fujimoristas penetran con su filosofía: la pragmática (en el sentido de mantener la política económica). Los nacionalistas presentan su “luz” en la oscuridad del conflicto de Conga. Tienen la militarización como el instrumento del Estado para empezar a combinar: el pragmatismo y el militarismo. Un ejemplo que no escapa al pragmatismo es la eficiencia del premier Oscar Valdez Dancuart. Todo ello lleva a un problema más allá de las instituciones, no es un problema del techo, es un problema del hombre. Seguramente las “filosofías” e “ideologías” se han rendido ante la inclusión que no es más que un retroceso real en la vida real. Ya que papá le dice al hijo: “Estudia, trabaja y compra tu casa”.
Así de esta manera se van desarrollando los actores políticos. ¿Quién desea retroceder? ¿Quién desea avanzar? ¿Qué lógica es oportuna, costosa y orgullosa? En este escenario que no motiva a imaginar sino a argumentar sin ideas.
Toda reflexión con las masas se torna hipócrita: los caudillos verdes, los cazadores de “terroristas”, hasta los intelectuales indignados. Estos se están moviendo en las esferas de una sociedad de supuestos cotidianos. La inclusión social se ha tornado un ego posmoderno que, históricamente, ha representado oportunidades individuales.
La movilidad del pragmatismo como una filosofía de lo cotidiano ha impuesto una enorme barrera. El gran “colchón”, clase media, está interesado por modificar sus condiciones económicas-culturales. Y para ello necesitan de una colectividad que se encuentre lo suficientemente en problemas. En términos concretos: agua sin agua, soberanía alimentaria, límites a la propiedad de la tierra, terrorismo injustificado, hambre y amor. Un político que se envuelve en la invisibilidad de la visibilidad es equivalente a una política pública de ejercicio jerárquico. El proyecto Artemio y la foto de Ollanta son gestos simbólicos, así como símiles anteriores y posibles surgentes.
Quiénes se preguntan qué está pasando con la civilización. Qué está pasando con el tiempo de hoy. Qué dimensiones tiene la política en la sociedad. Qué camarada se está cerrando en su escritorio. O quién fuga de nuestra casa. Los actores son humanos y no instituciones. Las acciones políticas se prefiguran en empresa.
(*) Estudiante de Sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Pertenece al círculo cultural “Dialéctica en el agua”.
(**) Estudiante de Sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), escritor, editor y Vicepresidente del Instituto Peruano de la Juventud (IPJ).