Canciller peruano: gruesos errores

rafael roncagliolo 1Por  Alfredo Palacios Dongo

Tras la cancelación de la visita protocolar de la fragata británica HMS Montrose al puerto del Callao, programada para los días 22 al 26 del presente mes, el canciller Rafael Roncagliolo, aseguró que “le expresamos nuestra posición” al ministro británico para América Latina, Jeremy Browne, sin embargo, la Embajada del Reino Unido desmintió dicha versión aclarando que “lamentan que el Perú no le haya comunicado al ministro Browne su decisión adoptada”. La posición peruana de solidaridad con la Argentina por las islas Malvinas, no tiene nada que ver con la abrupta marcha atrás y la equivocada forma utilizada del gobierno que ha generado un gran desplante diplomático, desabrimiento y falta de consideración hacia un país como Inglaterra con el que mantenemos relaciones diplomáticas y comerciales de alto nivel.  

 

Pero además el canciller Roncagliolo ha tenido otros gruesos errores diplomáticos. El pasado 18 de enero el calificó a China como un régimen no democrático cuando en la víspera el presidente chino, Hu Jintao, invitó al presidente peruano a visitar su país. También el 9 de marzo, en una entrevista en Uruguay, demostrando falta de perspectiva, manifestó que los medios de comunicación necesitan “de un balance”, porque a menudo son fruto de una “sobreconcentración de poder económico”, llegando a remplazar “a los partidos políticos”. Aunque Roncagliolo no ha explicado adecuadamente el significado de sus opiniones, se vio forzado a asegurar que el gobierno no intervendrá los medios, sin embargo, recordemos que fue partidario de la expropiación de la prensa durante el gobierno militar de Velasco.

Asimismo, el 23 de octubre pasado, demostrando falta de mesura, tino y concertación, afirmó en España que “la relación con EE UU ya no es primordial, y que la política antidrogas desplegada por ellos no ha sido exitosa”, justamente cuando el exjefe del gabinete, Salomón Lerner, iniciaba una visita oficial a este país para buscar apoyo en la lucha antidrogas. También, el 21 de setiembre pasado, cuando acompañaba al presidente peruano en la Asamblea General  de las Naciones Unidas, su falta de moderación y sutileza, lo llevó a reaccionar ofuscadamente contra un periodista de Univisión calificando su actitud de “impertinente” y “majadera” por haberle reiterado al presidente, Ollanta Humala, la pregunta de si iría a la reelección. Aunque luego el canciller admitió que reaccionó con “intolerancia” su comportamiento como canciller dejó mucho que desear.

Bajo este panorama, el canciller peruano, en menos de 8 meses ha cometido gruesos errores que estarían afectando la política exterior del Estado y la relación bilateral de largo plazo con países aquejados por algunas de sus opiniones y actitudes, lo que no concuerda con su principal función de ejercer la gestión externa del país a favor de la gobernabilidad y los intereses nacionales.

Artículo de Alfredo Palacios Dongo, publicado en el diario EXPRESO, fecha 24 de marzo de 2012