Más allá de la noticia

Juez Valdivia: rechiflas

Rafael Romero

Sencillamente, frente a un imposible jurídico y una pretensión descabellada, como es revivir a una empresa (Austral) quebrada y liquidada en Indecopi, ex inquilina de RBC Televisión y con contrato de arrendamiento resuelto por laudo arbitral de la Cámara de Comercio de Lima por falta de pago del alquiler al que estaba obligada, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Arequipa no podía hacerse de la vista gorda y dejar pasar un descarado atentado contra la estabilidad jurídica, por lo que procedió a enmendarle la plana al juez Humberto Valdivia Talavera, tristemente célebre a partir de este caso, pero quien hasta el día de hoy −pese a su falta de idoneidad− despacha en el 10º Juzgado Civil del distrito judicial sureño.

Para más de ciento treinta familias vinculadas laboralmente con Canal 11, y otras trescientas de forma indirecta, las resoluciones Nº 13-1SC y Nº 14-1SC, corroboran que todavía hay resquicios en el Poder Judicial por donde se puede impedir la inmoralidad y la mentira. En esta causa (Nº 06908-2001), con la ponencia de la jueza superior, señora Valencia Dongo Cárdenas, y la decisión de los magistrados Fernández Dávila y Condori Aranya, se ha evitado −por el momento− que Humberto Valdivia consagre un serio atentado contra la libertad de expresión, el derecho al trabajo y la libertad de empresa, pero todo esto enmarcado por la influencia perniciosa y obsesiva de la familia Mendoza y el grupo ATV, del mexicano Ángel González, por acumular de cualquier modo más medios de comunicación en el país.

No obstante, a partir de estas resoluciones de la Corte Superior de Arequipa, no sólo se demuestra que ha habido un mal proceder del juez del 10º Juzgado Civil sino también se advierte la necesidad de hacerle un serio llamado de atención a Indecopi, pues cómo puede permitir que un liquidador, de nombre Marco Antonio López Espinoza, de RPJ Liquidadores SAC, amarre por tantos años y bajo tontos pretextos la liquidación de una empresa como Austral, de la familia Mendoza.

Estas malas prácticas que se han vuelto tan frecuentes, confirman que con la demora del liquidador López Espinoza, y sin la debida fiscalización de Indecopi, se ha podido, y todavía se puede, atentar contra la seguridad jurídica de las inversiones y el sano desenvolvimiento de las empresas que, como RBC Televisión, sí cumplen sus deberes y obligaciones con el Estado y con terceros. Señores, no se puede premiar a los que se manejan incorrectamente y castigar a los correctos. Esta impunidad debe terminar en el país. Por eso la defensa que hace Ricardo Belmont de su canal, es a la vez la defensa de todos los peruanos, ya que experimentan la injusticia a cambio de beneficiar, gracias a jueces venales, a los criollazos de siempre.