Por Leoncio Luque Ccota (*)

Escribir sobre los poemas concretos de Humberto Pinedo Mendoza es ingresar a un mundo comprometido con los sufrimientos, tristezas, injusticias, pobrezas y explotación. Por eso sus irreverentes versos se convierten en rebeldías, confrontación y en justicia social. Esta situación la encontramos en sus libros ”Convulsión” “y “Avizor” que son mucho más directos en su enfoque crítico de la realidad y con un estilo muy peculiar en donde sus versos gritan con mayor sensibilidad los graves problemas que vivimos y que no se resuelven desde hace muchos siglos.

Bertolt Brecht nos recomendaba a los creadores que cuando nuestros hijos crezcan y nos pregunten qué hicimos por la justicia social de los demás, meditemos sobre no claudicar a pesar de las transformaciones y conquistas políticas. Si no fuera así, responderíamos que estuvimos preocupados por nuestras angustias económicas, por nuestras parejas. O que terminamos escribiendo en forma alambicada, evasiva, preciosista, purista o imitando a otros poetas. Pinedo sintetiza sus poemas con las palabras necesarias para golpear mejor a los humanos inconscientes. Por eso usa mucho los verbos, los sustantivos y los adjetivos. Es decir busca la palabra precisa que tiene fuerza y belleza.

Humberto Pinedo es uno de esos “poetas concretos” que se identifica con los más necesitados y que nos muestra ese desgarro existencial de todos nosotros, es decir su “Leitmotiv poético” diario son nuestras vidas. Es directo porque sus experiencias son también las nuestras como el poema “Parque Universitario” nos acusa por haber dejado tanto niño abandonado. O cuando escribe los versos de “Pelota de cabeza” nos critica por ser cómplices de tanta estupidización de la población por un partido de fútbol.

Pero en donde se descubre con mayor énfasis la injusticia es cuando escribe su libro “Convulsión” donde se encuentran los problemas existenciales y desgarrantes que vivimos los peruanos en la época de la subversión entre 1980 hasta el 2000. Es decir, cómo sufrimos esta encarnizada guerra entre peruanos y que dio como resultado 67 mil muertos. Entendemos que la función de la poesía es desentrañar, despercudir, y mostrar las verdades y misterios de nuestras vidas (Albert Camus).

SE REBELA

En “Convulsión” Humberto Pinedo nos presenta una situación muy tremendista y nos conmina abiertamente: “De que hago política con mis versos es cierto. De que no me evado de la realidad también”. Este libro lo publicó en 1986 en plena época del terrorismo en el Perú y nos transmite esas quejas reales por la tragedia que vivimos como la suspensión de las garantías, toque de queda, muertes, dolor, abandono.

Hay muchos críticos que sostienen que cuando se escriben poemas sociales te conviertes en un panfletario, chauvinista, patriotero y que no haces poesía. Entonces Pablo Neruda cuando escribió su libro “Contra el Nixonicidio”, Alejandro Romualdo cuando lo hace con “El Canto Coral a Túpac Amaru, Mario Florián cuando trata de los campesinos y maestros y Leoncio Bueno que se rebela contra la discriminación no son buenos poetas. Se puede ser poeta social y ser buen creador cuando se hace con calidad artística.

Por ejemplo en el poema “La vida no vale nada” Humberto Pinedo nos dice: “Increíble asesinan seres y se ufanan de muertes enemigas/”, y termina este poema con: “/increíble Humberto, tus poemas sangrados de pavor se rebelan  / al sentirse incapaz de cambiar el rumbo justo de la historia/. Como vemos sus poemas son testimoniales de cómo los peruanos iban cayendo en el conflicto interno. Por ejemplo en su poema” “Paz con hambre ¡No!” nos aclara: “Mientras duermes cansado pierden fuerzas tus hijos / criminal orfandad que parásitos vulgares te imponen/. Es decir nos muestra la lucha fratricida y la explotación entre nosotros. Mario Benedetti también nos regalaba estos tipos de versos sociales.

De la mima forma encontramos en “Engrampo mi conducta de facha agónica” y nos dice: “Vivir corriendo prendido del suicidio (…)”. O “Golpes de timón”: “(…) cuantos hombres morirán creyendo encontrar un destino / en minas, tugurios y campos sangrados de explotación/. Este tipo de testimonios lo encontramos también en Leoncio Bueno en “Rebuzno Propio” o en Mario Florián cuando nos habla de los maestros y los campesinos

La mayoría de estos versos son reales y pueden darse en cualquier país pobre del mundo, como discursa el poema “Maestro de pueblo joven”: “Enseñar niños que padecen de aulas sin trechos ni pisos / llenos de arena sin carpetas donde aprendan a leer/. Como diría Humberto acaso no es cierto que estos versos crudos también se dan en nuestras vidas y en nuestra realidad. Por ejemplo “Los pequeños burgueses”: “Los que descubren bajeas a los humildes (…)”, este poema nos expresa con dolor y justicia plena la época de la subversión y nos enseña que los poemas pueden ser una efectiva arma de lucha para hacer tomar conciencia a la gente.

En ese mismo estilo de subvertir el orden buscando la igualdad se encuentra el poema “Supervivencia”: “Que tu padre arranca a la tierra / su futuro envuelto con desafios/. El poema “Los sirvientes” nos reclama: “El torpe que desprecia la pureza / al soñador golpeado por el tiempo / el infeliz que arrodilla su destino (…)”, como también “Dolor de un hombre sensible”: “Ya me harté de soportar torpes sin corazón honesto (…)”. Todos estos versos desgarrantes son la vida misma como nos decía César Toro Montalvo en la introducción a “Topus” en 1975. Se preocupa del submundo, de los canillitas, de los suicidas, de los marginados, de los explotados y de sus angustias existenciales sartreanamente o beckeanamente pero absurda a la vez.

Como podemos apreciar que la actitud de subvertir el orden literario buscando justicia en el hombre también se instala con un estilo muy propio en la literatura del autor y que nos ayuda a pensar mejor la vida y termina con un poema “Algunas Compañías”: “Hay mujeres que hablan y después piensan (…)”, y que es muy realista a pesar de lo hipócrita sociedad limeña. Mazzoti al comentar “Convulsión” decía que en los versos de Humberto nos muestra todo el drama que vivimos en nuestra patria y que los creadores deberían ser la memoria de lo que sucedió para que no vuelva a repetirse esa tragedia. Aquí entregamos dos poemas concretos de Humberto para demostrar su grado de compromiso social.

LA VIDA NO VALE NADA

Increíble, asesinan seres y se ufanan de muertes enemigas
ruines verdugos que aumentan lágrimas de huérfanos dolidos
Increíble, se pudren campesinos en pozos de olvido animal
canallas ignoran tragedia acaparando poder con desprecio.
Increíble, con uniforme o sin él los peruanos van cayendo
fieras encallecidas por rencores eternos aumentan parias
Increíble, pueblo y gobierno se enfrentan en suicida lucha
y entierran a sus héroes que perdieron en batallas ciegas
Increíble Humberto, tus poemas sangrados de pavor se rebelan
al sentirse incapaz de cambiar el rumbo justo de la historia

PAZ CON HAMBRE ¡NO¡

Mientras duermes cansado pierden fuerzas tus hijos
criminal orfandad que parásitos vulgares les imponen
Destruyen tu conciencia y marginan sueños preciados
poblando envidias con malvados insultos que castigan
Mientras cerebros destruyen patean férrea voluntad
hombres perversos con rufianes de turno los hunden
Reñida bajeza de pobres diablos ofenden tu corazón
nefasta compañía viles parias te entregan ayuda
Mientras mandones y pudientes contemplan su dominio
el pan nuestro de cada día no comen olvidadas almas
Dolidos seres que huyen frustrados ante su destino
y se recogen violentos ante un Dios sordo y huidizo

Corrección de texto: Raúl Allain

(*) Nació en Huancané – Puno, Perú el 02 de abril de 1964. Estudió Economía en la Universidad Nacional del Callao  y Lengua y Literatura en la Universidad Nacional Federico Villarreal. Realizó estudios de Maestría en la Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta), en la mención de Didáctica de la Comunicación. Es docente, promotor cultural, bibliotecario y escritor. Fundador e integrante de los poetas de Noble Katerba, grupo poético  que hiciera su aparición en el año 1990. Participa del colectivo de poetas del Lobo Estepario y publicó regularmente sus poemas en la revista: Poesía para Kemar. Fue editor de la revista física y virtual de Trombosis Literaria. Actualmente desarrolla Talleres de Creación Literaria y Talleres de Lectura en la Biblioteca Municipal del distrito de San Luis, además de promover la Feria del Libro Escolar como docente en la institución educativa “República del Perú” de Villa El Salvador, donde labora como profesor de Literatura.

Ha publicado los siguientes poemarios: Por la identidad de las imágenes (1996) En Las grietas de tu espalda (2001) Crónicas de Narciso (2005) y Exilio Interior y otros poemas devastados (2011). Además de las muestras antológicas Entre exilio y desierto (2010) y Crecer como un cauce (2011).

Ha participado en múltiples encuentros y festivales de poesía nacional e internacional como en el 4to Encuentro de poetas del Mundo realizado en Santiago de Chile en el año 2008. Sus poemas han sido publicados en revistas y diarios de los medios, como  en diversas páginas webs. Ha organizados encuentros y festivales de poesía.

Fue premiado con el 2do. Puesto en Poesía en el concurso de "Horacio" en el año 2009. En el año 2011 realizó el Festival de Poesía San Luis: Emilio Adolfo Whestaphalen ¬ - Lima, Perù.