Escribe: Néstor Roque Solís (*)

El único responsable de los asaltos, extorciones y ejecuciones de delincuentes marcas en la región Lima es el Presidente de Seguridad Ciudadana Javier Alvarado. Nunca antes se ha visto tanta violencia y ola de asaltos a transportistas, empresarios y la población en general de la región. Mientras tanto Javier Alvarado responsable de la seguridad muy cómodo y seguro atendiendo a la prensa desde su Palacio Residencial de Surco en Lima Metropolitana.

El Presidente Regional Javier Alvarado contrato silenciosamente hace unos meses a su amigote el General PNP Guillermo Arteta, más conocido como el Comensal de las Brujas de Cachiche con la finalidad que implemente la Guardia Regional, pero el General Cachiche hasta la fecha nada bueno ha hecho en términos de seguridad ciudadana, a pesar que ya cobra 10 mil nuevos soles mensuales y sus asesores que andan más perdidos que el Capitán Bello en plena selva, pero cobran sus 3 mil soles mensuales.

Javier Alvarado y sus funcionarios del Gobierno Regional de Lima últimamente han adquirido Cámaras de Vigilancia con fallas que no funcionan en forma adecuada en Huacho, Barranca y Huaral. También están metidos en comprar un par de helicópteros, para el cual ha contratado otro grupo de Generales de la FAP, sin resultados favorables para la seguridad ciudadana de los distritos y provincias de la región. En resumen en un año y medio de gestión Javier Alvarado y sus Generales han sido incapaces de formular un Plan de Seguridad Ciudadana para la región Lima.

Igual el alcalde Santiago Cano ha promocionado mucho la llegada del General PNP Marco Mayashiro como asesor  externo de la Seguridad Ciudadana de la Municipalidad Provincial  de Huaura, que ha cobrado bien su mensualidad, pero poco ha dejado como sistema al Comité de Seguridad Ciudadana. En Huacho y en la región sale plata fácil para los Generales visitantes, pero para los capacitadores y serenazgos huachanos no hay plata para los servicios de Seguridad Ciudadana.

Qué gran diferencia con el alcalde de Huaral el doctor Víctor Bazán Rodríguez, donde venimos desarrollando el Programa de Ampliación del Servicio de Seguridad Ciudadana para el Distrito de Huaral, donde si hay decisión política, presupuesto y un Plan de Seguridad Ciudadana integral y sostenido, la misma que esta acompañada por cuatro Módulos de Capacitación por un periodo de cuatro meses el cual es todo un éxito en participación y organización.

Debemos decir que los Generales PNP Marco Mayashiro y Guillermo Arteta contratados por Santiago Cano y Javier Alvarado han tenido poder y cargo para reducir la inseguridad ciudadana en Lima Metropolitana y no han logrado éxito. Lima capital de nuestro país, hoy sigue igual o peor que cuando los Generales asesores de Huacho y la región tenían a su cargo miles de policías para lograr éxito en seguridad, armonía y paz para los limeños.

Con policías con una autoestima por los suelos por motivos diversos: las municiones vencidas de fecha con que son enviados a la calle, los chalecos antibalas hechos una coladera, las armas inadecuadas, el mal entrenamiento, las jornadas de trabajo de 12 horas (el servicio ordinario debe ser complementado por adicionales y trabajos particulares debido a los malos salarios); el descuento coercitivo de sus ingresos para financiar revistas y cumpleaños del jefe, descuentos para el fondo de Bienestar Policial que cada día es Malestar Policial por uso sospechoso de fondos de la PNP por la cúpula policial.

Con este panorama policial que éxito pueden tener los Generales retirados que hoy nos visitan a la ciudad de Huacho como salvadores de la seguridad ciudadana. Cuando el tema de fondo no es poner más policías, guardias y serenazgos, sino mas bien entrar al tema de la prevención social que es un tema que conocen muy poco los generales Marco Mayashiro y Guillermo Arteta.

Desde mi punto de vista enfrentar la inseguridad ciudadana tiene que ver con la planificación del desarrollo de nuestras ciudades y de nuestros territorios locales. Igual como lo hacen los delincuentes que tienen planificación, organización, inteligencia y alta preparación y apoyo logístico para cometer sus fechorías.

Podemos duplicar con policías, guardias y serenazgos en las calles y barrios de nuestras ciudades, pero si estos están disminuidos en la parte psicológica, física y logística sin ventajas competitivas frente a los delincuentes, estamos seguros que el fracaso se nos viene para dar cumplimiento los alcances de la ley 27933 sobre el sistema de Seguridad Ciudadana que hasta ahora no funciona en Lima Metropolitana y en las regiones y distritos del país.

La alternativa para enfrentar a la delincuencia tiene dos ejes, el primero es la parte punitiva de la sanción ejemplar al delito cometido, el segundo eje es la promoción y prevención dándole oportunidades a los jóvenes con mayor centros de esparcimientos, cines, teatros, bibliotecas, infocentros, juegos de salón, escuelas de arte, música, emprendimiento y liderazgos, para que nuestros niños no se vayan con facilidad a las escuelas del delito que existen en los barrios marginales y en las cárceles que cada día se construyen en la región.

Actualmente en muchos países del mundo ya existen escuelas especializadas que ofrecen a los adolescentes una formación de alto nivel para ganar dinero fácil con el robo y la corrupción. Por ejemplo uno de los tres directores, el educador Susheel Mooch de la India, tiene a su cargo el curso más sofisticado, que incluye, entre otras materias, secuestros, extorsiones y ejecuciones. Los otros dos se ocupan de materias más convencionales. Todos los cursos incluyen trabajos prácticos. Por ejemplo, la enseñanza del robo en autopistas y carreteras: los estudiantes, agazapados, arrojan algún objeto metálico sobre el automóvil que eligen; el ruido detiene al conductor, intrigado, y entonces se procede al asalto, que el docente supervisa.

Según los directores, esta escuela ha surgido para dar respuesta a una necesidad del mercado y para cumplir una función social. El mercado exige niveles cada vez más altos de especialización en el área del delito, y la educación criminal es la única que asegura a los jóvenes un trabajo bien remunerado y permanente.

El famoso escritor uruguayo Eduardo Galeano dice: me da pánico pensar que el ejemplo va a cundir en la India y en el mundo. ¿Qué será -me pregunto- de los pobres maestros de las escuelas tradicionales, ya castigados por sus sueldos de hambre y por la poca o ninguna atención que les prestan sus alumnos? ¿Cuántos maestros podrán reciclarse y adaptarse a las exigencias de la modernidad? De los que yo conozco, ninguno. Me consta que son incapaces de matar ni una mosca, y el talento no les da ni para asaltar a una anciana huérfana y paralítica. ¿Qué van a enseñar estos inútiles en el mundo de mañana?

Igual me temo que en la ciudad de Huacho y en la región Lima con Generales retirados  de visita, y que poco saben de participación ciudadana, de articulación y educación en valores en las escuelas y en la sociedad civil, es poco lo que se puede esperar de ellos. Por ahora no marcha bien Policía Nacional, la Guardia Regional del GRL y la Policía Municipal y Serenazgos de la Municipalidad Provincial de Huaura.

Mientras que cada instancia de gobierno busca su estrategia individual de seguridad ciudadana, la delincuencia arremete y saca ventaja en las ciudades de la región Lima. Cuando hablamos de estrategas para enfrentar a la delincuencia es  necesario convocar a todos los protagonistas del Consejo y Comités de Seguridad Ciudadana que señala la ley 27933 que por ahora está bien en el papel, pero en la realidad  no funciona en muchas provincias y distritos de la región Lima.

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(*) Consultor