El Amauta se llamó José del Carmen Eliseo Mariátegui Lachira. De su origen por el lado paterno hay datos suficientes; sin embargo, de la madre se ha dicho poco, casi nada. Y por eso en esta oportunidad damos un breve adelanto de una investigación que estamos haciendo sobre el origen por línea materna del fundador del socialismo científico en el Perú.
La primera vez que escuchamos del origen tallán de José Carlos fue a nuestro profesor de educación primaria, Jacobo Cruz Villegas, docente que tenía la particularidad de penetrar su mirada en las raíces de la cultura. Por él supimos que cuando vinieran los hispanos, acá teníamos ya una cultura superior.
Nos enseñó también a sentir orgullo por nuestros ancestros. Nos habló de Cutivalú, el guerrero rebelde que enfrentó a los españoles, de José Cayetano Heredia, el padre de la medicina peruana, de Micaela Yarlequé Poicon, la rebelde comunera que luchó contra el gamonalismo, y nos refirió que el abuelo del más grande de los peruanos, José Carlos Mariátegui, don José del Carmen Lachira, fue un tallán puro, es decir, un cataquense.
En una oportunidad, en la década del 70, el poeta Luis Nieto fue invitado a dar una conferencia en el Municipio de Catacaos, dijo casi textualmente: “ustedes tienen que estar orgullosos de sus orígenes, pues de esta tierra son los tallanes; de este pueblo nació el padre de la señora Amalia Lachira Ballejos, la madre del Amauta José Carlos Mariátegui". Debo agregar que el poeta cusqueño era admirado por nosotros que éramos por entonces aprendices del socialismo y aspirantes a poeta. Lo que nos dijo nos causó un enorme impacto.
Han pasado los años y mucha vida. Eduardo Cáceres, investigador y militante socialista es uno de los que mejor ha estudiado el árbol genealógico del Amauta. En un trabajo detallado que ha realizado señala lo siguiente: don José del Carmen Lachira tuvo 15 hijos en tres damas, 7 con Candelaria Ballejos, 7 con Manuela Rojas y 1 con la señora Juana Diego.
José del Carmen acomodó su vida en Sayán, ofició de talabartero (artesano que trabaja el cuero) y todo indica que una de sus hijas, aquella que la vida había elegido para ser la madre de José Carlos, buscando un mejor futuro se trasladó a Huacho y ahí se convirtió en una hermosa joven. Lo que vino después ya se conoce.
Los tallanes o cataquenses son conocidos como incansables caminantes y gente muy emprendedora. En las épocas de las campañas agrícolas del centro y sur del Perú solían venirse cual golondrinos para laborar en la cosecha, principalmente de algodón. Los tallanes son expertos en el apañamiento del oro blanco. José del Carmen fue probablemente uno de aquellos, dejó su valle y no volvió más.
Si nos atenemos a la tesis vigoskiana de la “herencia cultural”, Mariátegui llevó en sus genes esa cultura. La investigación historia de Jacobo Cruz Villegas publicada en su libro Catac ccaos, origen y evolución histórica, registra el siguiente hecho, cuando los españoles llegaron, los caciques tallanes Turicariama, Tangar-arac, Cutivalú, Amotaxe, Lachira, Marca Huillca y Poechos organizaron la resistencia y por esa acción fueron decapitados.
De manera que no es exagerado decir que de esa sangre rebelde desciende nuestro Amauta. Y que de la tierra de su abuelo no solo heredó sus gustos por La Rondalla Piurana, sino su identificación con las luchas de los sectores populares. En efecto, Catacaos conserva una de las instituciones más antiguas del país: la Comunidad Campesina San Juan Bautista de Catacaos. De ahí venimos.