Miguel Exebio ratifica denuncia. Declaración de testigo sustenta la denuncia que fiscalía presentó contra ex ministro del Interior aprista.
César Romero.
Miguel Exebio Reyes, un ex oficial de la Marina, es el principal testigo del fiscal Julio Cordero en la denuncia contra el ex ministro aprista Agustín Mantilla Campos y el grupo paramilitar Rodrigo Franco.
Pero no es el único. Otros tres ex integrantes del referido comando paramilitar se han acogido a la ley de colaboración con la justicia y han identificado a sus cómplices y descrito al detalle los asesinatos que cometieron. Las identidades de estos testigos aparecen consignadas en la denuncia fiscal bajo clave para proteger su identidad.
Sin embargo, el mismo Exebio Reyes reveló su identidad hace unos años como una medida de protección después de tanto tiempo de denunciar y declarar ante diversos fiscales sin que le hagan caso.
"Me alegra que la justicia empiece a trabajar en este caso, estoy preocupado por mi intregridad, pero sé protegerme", declaró ayer en breve diálogo con La República.
"Mantilla organizó el comando Rodrigo Franco con estudiantes universitarios apristas, personal del Delta 5 y agentes de inteligencia", han dicho los testigos, como lo hizo Miguel Exebio a la fiscalía.
INTERIOR
En esa época, Mantilla era viceministro, lo cual, según los testigos, le permitió obtener información privilegiada que fue utilizada para las acciones del comando.
Además, han revelado que su centro de operaciones estuvo ubicado en la avenida Dos de Mayo 1511, en San Isidro, donde se realizaban los contactos con Mantilla y se planificaba la ejecución extrajudicial de presuntos terroristas.
En base a los testimonios, el fiscal Cordero atribuye tres casos de asesinatos selectivos que el comando Rodrigo Franco ejecutó por orden directa de Mantilla: los homicidios de los dirigentes mineros Saúl Cantoral y su compañera Consuelo García, del abogado Manuel Febres y los estudiantes Luis Pasache Vidal y Sócrates Porta Solano.
En todos los casos, de acuerdo con los colaboradores, Agustín Mantilla dio la orden para las ejecuciones. Así, en el asesinato de Cantoral y su acompañante intervinieron "Chito" Ríos, Gino Fiori, Huamán Alacute, Carlos Farfán y otros por identificar.
El mismo grupo intervino en el asesinato del abogado Febres Flores. La detención y asesinato de los estudiantes y militantes del MRTA estuvo dirigida por Walter Lauri Morales, un ex capitán de la policía que laboraba en el Grupo Delta 5 de dirección antiterrorista.
"Si mal no recuerdo fue en agosto del 88 que lo detuvieron (a Pasache) en su domicilio en San Martín de Porres y lo llevaron a San Bartolo en Curayacu, donde fue victimado, posteriormente lo dejaron en una playa (...)", indicó un testigo sobre el asesinato de los estudiantes.
PIEZAS CLAVES
Algunas de las piezas claves en la actuación del comando Rodrigo Franco, según la denuncia del fiscal Julio Cordero, son Augusto Calleja Carrasco y Juan Pampa Quilla.
Augusto Calleja se desempeñó como jefe de la Dirección de Inteligencia del Ministerio del Interior (DIGIMIN) durante la gestión de Mantilla en la referida cartera.
Según los testimonios recogidos por la fiscalía, Calleja proveía de armas al grupo paramilitar que dirigía Jesús "Chito" Ríos. Calleja apareció en 1997 en una denuncia que la fiscalía presentó contra Mantilla por obtener comisiones ilícitas en las adquisiciones del Ministerio del Interior. La denuncia se archivó en el Poder Judicial.
El otro personaje, Juan Pampa Quilla, integró en los años 90 el destacamento Colina y estuvo infiltrado en la Asociación de Abogados Democráticos. Quilla habría actuado como nexo de Rodrigo Franco con el SIN.
Relaciones peligrosas
Pese a sus antecedentes, Agustín Mantilla mantiene vínculos con importantes funcionarios del gobierno aprista, tanto que en una oportunidad se ofreció como asesor del gobierno. El agosto del 2006 apareció un video de una reunión partidaria donde Mantilla ofrecía cargos en el Estado.
Al cumpleaños de Mantilla, hace unas semanas, asistieron la casi totalidad de mandos medios del gobierno. Antes, una reunión suya con militares y con el aspirante al TC Javier Ríos generó en un escándalo político.
Mantilla estuvo en prisión durante dos años luego del autogolpe del 5 de abril. Volvió a prisión el 2001 por recibir dinero de Vladimiro Montesinos
La República, 07-06-2013