Miguel Ángel Rodríguez Mackay
A España le debemos que la Unión Europea decidiera políticamente la eliminación de la visa schengen para visitar el Viejo Continente en periodos cortos no superiores a los 90 días, sea en condición de turistas o por asuntos de negocios.
El proceso hasta ahora va muy bien y debemos destacar que ha sido rápido. En efecto, la propuesta fue formulada por el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, en agosto de 2013, a todos los países que comprenden el espacio schengen —que suman 22 estados de la UE y 4 que no son parte de ella como es el caso de Suiza y Noruega, entre otros—.
Luego de 6 meses, en febrero de este año, se alcanzó la referida aprobación política del Parlamento Europeo con 523 votos a favor, 41 en contra y tan solo 13 abstenciones. Se trató de un espaldarazo político, buena señal de la confianza europea en nuestro proceso como país en crecimiento. Y ahora, en la misma línea, el Consejo Europeo, que es una de las 7 instituciones que componen la Unión y que tiene más bien un carácter intergubernamental, ha ratificado la decisión del Parlamento Europeo, al aprobar un reglamento que contiene una lista de 18 estados, incluido el Perú por supuesto, que serán beneficiados con la señalada eliminación del visado.
Se trata de una actitud europea muy positiva que debemos saber conservar y afirmar, pues lo que viene en adelante ya no busca decidir nada porque la UE tiene claro que ya lo hizo, sino, en cambio, lo que sigue es un proceso más delicado de evaluación al que seremos sometidos considerando ciertos criterios propios del filtro nacional a que todos los estados tienen natural derecho, entre ellos, la medición del impacto o peligro que se deriva de la inmigración ilegal, algo que a los alemanes, por ejemplo, preocupa en gran medida.
Europa cuida mucho su tranquilidad y por eso van a evaluar el nivel de incidencia que tendrá la decidida eliminación de la visa schengen en el orden público y la seguridad. Una variable asociada a lo anterior es que no obstante existir un buen momento económico para nuestro país -lo que juega a nuestro favor y que además nos permite una relación de coordinación con Europa y ya no tanto de cooperación como lo fue a partir de los años 90-, es que debemos tener presente que el informe que emprenderán los europeos valorará el nivel de respeto y vigencia de los derechos humanos y las libertades fundamentales en nuestro país.
Por tanto, debemos cuidar nuestra mejor imagen hacia afuera. Así que cuanto más rápido se elija a los 6 miembros del Tribunal Constitucional y al defensor del pueblo, y cuanto más eficaz sean las políticas y acciones contra el terrorismo y la delincuencia en todas sus manifestaciones, será mejor primero para nosotros mismos y en este análisis, para que los europeos sumen en su afirmación de su plena confianza en el Perú, porque finalmente de eso se trata. Las tareas de evaluación las realizará la Comisión Europea, que es el órgano ejecutivo de la UE con competencias legislativas y con atributos para aprobar los tratados de la Unión.
Esta misma Comisión al final del proceso evaluador deberá establecer el marco de las negociaciones con nuestro país para alcanzar un acuerdo bilateral que materialice la ansiada exención del visado schengen y podamos hacer maletas para conocer La Alhambra, el Museo del Prado, El Vaticano, el Coliseo Romano, el Museo de Louvre, la Torre Eiffel, la Catedral de Colonia, Venecia, Florencia, la Acrópolis, El Partenón, y mejor paro de contar
Correo, 12.05.2014