Por Herbert Mujica Rojas
Como ha hecho de conocimiento ciudadano el penalista Guillermo Olivera Díaz*, el expresidente Alan García ingresó un robusto documento de 224 páginas al despacho del magistrado Hugo Velásquez Zavaleta del quinto juzgado constitucional de Lima. Las 28 páginas príncipes que pedían la nulidad del acuerdo del Congreso que ordena denunciar a García por delitos e infracciones constitucionales, han parecido al ilustre juececillo maire, maire, cabellicos que se lleva el aire y exigió más solidez, doctrina (¿puede haberla contra la ley?) y en procura de impunidad y aliento de la corrupción.
García pretende que su juez anule, sin nueva demanda de amparo, sin proceso, sino en ejecución de sentencia de un amparo terminado, el acuerdo del Congreso que ordena formularle denuncia constitucional por delitos e infracciones contra la Carta Magna. ¿Fue gratis el paquidérmico envión de cientos de páginas? Hay derecho a sospechar que en esta clase de enjuagues, los protagonistas no tienen más remedio que "invertir" los fondos que tengan a mano, allende y aquende, en cuentas de ultramar o codificadas o simplemente secretas.
¡Qué desfachatez disfrazada de defensa! El juececillo sabe que su inminente salida del Poder Judicial es un hecho y que a lo administrativo sucederán algunos puntapiés ¡tal la magnitud de sus pecados! No obstante hasta hoy no ha concedido la anulación exigida por la troika de brillantes abogados alanistas, tan egregios y sabios que los borraron del mapa porque su documento ¡NO sirve para nada!, tan inútil es su recurso que lo han reemplazado por otro de 224 páginas.
Como en Perú llueve para arriba y los integrantes de la casta política no aciertan a entender que colmaron la paciencia del hombre común y corriente que los reputa como rateros descarados a los que hay que jubilar por calles y plazas con escupitajos y muestras de repudio, es acertado noticiar a la sociedad que el expresidente no persigue justicia sino que quiere eludir un proceso que se le viene como por un tubo planteado por el Congreso y luego hacia el Poder Judicial. De no aparecer baches o elusiones o vallas compradas a precio de oro o jueces en subasta pública, cierto individuo conocerá la cárcel por tantos desmanes y riquezas injustificadas amén de haberle robado al Perú un instrumento político que lustros atrás se jactaba por sus mártires honrados y sacrificados.
¿Cómo es posible que hasta hoy los miedos de comunicación guarden un sospechoso silencio sobre asuntos que conciernen a la violación de la moral pública como todo el tinglado alrededor del exmandatario Alan García? Los traficantes de cadáveres no se cansan de aludir al tema de la desaparecida cantante Edita Guerrero, al controvertido Orellana o a la goleada recibida por Brasil por parte de los alemanes. ¿Y por causa de qué no escriben, hablan o narran sobre los sucesos en el quinto juzgado constitucional en que actúa el juez amigote de García que, como no puede soltar una decisión conforme a la ley, entonces gana tiempo y pide más papeles?
¿Y qué hay de las organizaciones que dicen defender los derechos humanos? Semanas atrás los ciudadanos Guillermo Olivera Díaz, Raúl Wiener Fresco y Herbert Mujica Rojas presentamos una demanda contra el juececillo Hugo Velásquez Zavaleta por la violación de los derechos difusos con su sentencia a favor de García Pérez. ¿Por qué nadie metió diente y asumió postura, a favor o en contra, en un hecho nacido desde la sociedad civil? Hasta donde se sabe, los derechos difusos son parte de los derechos humanos; en buena cuenta, defendiendo genuinamente unos, se hace causa por los otros.
La democracia electorera, de alcaldes que van a la reelección, careciendo de pergaminos para hacerlo con legitimidad, reemplaza a la discusión de los grandes temas nacionales. Esta distorsión puede ser peligrosa y atenta contra la propia ciudadanía que no repara en las maniobras en que incurre, por ejemplo, un expresidente.
Vale la pena preguntarse si más papeles convencerán al juececillo. Esperemos y veremos qué pasa.
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* Sorpresón: ¡García presentó escrito de 224 páginas más!
Señal de Alerta, 10-7-2014
http://www.voltairenet.org/article184685.html?var_mode=recalcul