Eloy VillacrezCapitán de Ingeniería Eloy Villacrez R.

Hace 135 años se inmoló el Teniente Coronel  Don Pedro Ruiz Gallo, preparando un torpedo para neutralizar el poder marítimo chileno, que en ese entonces 1880, había invadido nuestro país, en lo que la historia se conoce como la agresión de 1879 de Inglaterra y Chile al Perú.

 

Recordemos, el 29 de agosto de 1975, el Gral. Juan Velasco, fue depuesto por un golpe de estado, con el  cabecilla  Francisco Morales Bermúdez Cerruti, oficial de Ingeniería Militar, que personifica la traición y felonía a los dos conceptos que esgrimió la revolución militar del 03 de octubre de 1968, hacer las transformaciones socioeconómicas para alcanzar la justicia social y recuperar el territorio mutilado por Chile en 1883. Ambos objetivos fueron traicionados.

En 1976, en ese aniversario de Ingeniería Militar, yo, aun era Capitán de Ing. en actividad, fue el último  año que conmemoré junto a mis camaradas de armas; probablemente cuando lean estas líneas, muchos de los 300 oficiales que estuvieron presentes ese día, recordarán, pido mediten la trascendencia de ese momento de nuestra historia, donde todos los oficiales fuimos responsables de lo que paso y cuyas consecuencias apreciamos hasta hoy.

Esta conmemoración en 1976, se llevó a cabo en el Cuartel San Martín de Miraflores, iniciada la reunión social, los oficiales subalternos pidieron al  General Fernández Maldonado, a la sazón Comandante General del Ejército, que un oficial subalterno dirigiera la palabra al Presidente de la Republica, sugirieron que debía ser yo, al recibir la propuesta del Comandante General, pregunté si tenía entera libertad para decir mis ideas, recibiendo su aprobación, con esa condición dirigí la palabra a los presentes dentro de los términos de respeto y disciplina, cuando hablaba menos de tres minutos, ingresé al tema político, emplazando al Gobierno, al decir que “había un olor a traición a los postulados de la Revolución Militar”, inmediatamente  se puso de pie el Almirante Parodi, Comandante General de la Marina y miembro del Gobierno, indicando que no era la forma de dirigirse al Jefe de Estado, respondí que él era un marino y por lo tanto era un invitado, pidiéndole atenerse a esa condición, pretendieron algunos coroneles y generales  arrebatarme el micro, sin conseguirlo, cuando se acercó el Tte. Crl. Ing. Guillermo Bazo Samamè, Edecán del Presidente, Oficial de calidad profesional indiscutible y que tenía el respeto de todos, no tuve alternativa, le entregué el micro y baje  del estrado.

Como es comprensible, al terminar la reunión, se congregaron los generales para tratar la sanción que me aplicarían, existieron dos criterios, uno sancionarme con castigo de rigor  y otra era no hacer nada, esta última alternativa  fue sustentada por Fernández Maldonado, al decir  que la situación política dentro de la oficialidad era muy compleja de sostener, por el peso de Velasco ante la oficialidad joven y una sanción a mi persona, caldearía los ánimos y generaría aun mas intranquilidad, al parecer primó este criterio, porque no fui sancionado.

Lo interesante fue que el Tte. Crl.  Guillermo Bazo Samame (falleció hace un tiempo),  Edecán de Morales Bermúdez y de quien me puedo preciar de haber sido su  amigo, convenció a Morales para que me enviaran al extranjero por 4 años a Francia a estudiar ingeniería en una beca, con la condición de hacer una publicación en Actualidad Militar “explicando” a la oficialidad que había cometido un error y que en términos generales estaba de acuerdo con la orientación del régimen y de paso reconocer que Morales era la continuación de la Revolución Militar, agradecí  esta gestión al Comandante Bazo pero NO ACEPTE, Debo agregar que esto , puede ser corroborada por su familia.

En mi caso, estando realmente en el umbral de la muerte, como decía Gonzales Prada, debía dar a conocer estos hechos, para realzar  los dotes de señor y caballero del Ingeniero Militar Guillermo Bazo Samame, para que en este día de reflexión por la entrega de la vida de nuestro patrono el Tte.Crl. Ruiz Gallo, frente a la ocupación de un invasor, repensemos nuestro  destino nacional, ahora que estamos en circunstancias casi similares, al estar nuestro país ocupado  realmente por una casta política extranjerizada que acepta la presencia de tropas extranjeras en nuestro suelo y modelos foráneos,  para mantener el subdesarrollo.

Frente a este panorama ningún soldado tiene el valor ni la capacidad de hacer un reclamo y es más, se conversa en los altos mandos  la intención de “patear el tablero político” para “poner orden” y asegurar la continuidad neoliberal, promoviendo elecciones adelantadas, de esa manera, el designado por el Departamento de Estado USA pueda llegar al gobierno con “elecciones libres”.

No podemos rehuir responsabilidades, se llegó a este estado de cosas porque lo militares aceptaron este modelo, parece que se olvidaron que somos el sustento del poder y no simples empleados públicos con uniforme como al parecer los poderes del exterior convirtieron a las FF AA y PNP  de este siglo XXI, viene a mi memoria alguna frase que se decía cuando estábamos combatiendo en Nicaragua, cuando el Sátrapa Somoza era el poder supremo y los asesores del Presidente de EE UU le dijeron en una ocasión “Somoza es un hijo de p….”, el Presidente de EE UU respondió.  “es cierto es un hijo de p…., pero recuerden que es nuestro hijo de p……”, esa anécdota y frase, considero que se aplica íntegramente a nuestro país, pero recordemos que día a día estamos perdiendo nuestro ser nacional y parte de esa pérdida, aparte de la inmoralidad manifiesta,  es que ahora los militares hasta tienen temor de plantear a Chile y decir que Arica y Tarapacá es del Perú, olvidándose que con la tecnología, lo que ellos tienen como armamento y hacen aspavientos, es pura chatarra, puesto que en caso de confrontación, el  combatiente repotenciado con la  tecnología, es ahora quien decide la guerra, y en eso demostramos al Mundo nuestra capacidad con nuestros Comandos, que puedo dar fe, son los mejores guerreros del Mundo y si Chile comete la insensatez de atacarnos debe recordar que esta vez la guerra llegara a ser sentida por su pueblo y no como fue en 1879/83.

Compatriotas, en este aniversario de la Ingeniería Militar, hagamos un acto reflexión y un propósito patriótico de salvar nuestro País, solo los soldados de bien que ahora somos minoría lo podemos lograr, recordemos lo que decía Perón,  los militares son 10 %, pensantes y el resto es bosta de paloma, sin olor, sin color ni sabor, invoco a ese 10 % para que en unión de las fuerzas honradas y patrióticas de la civilidad recuperemos nuestra Nación, recordando que nadie nos regalará una sociedad, la tenemos que construir, el modelo de justicia social la dio Velasco, de ahí podemos partir, avanzar es hacer historia, el resto es historieta y hasta la fecha esta historieta nos lleva al atraso desde hace 40 años.

De nuestra generación depende dejar para nuestros descendientes y para los que aun no nacieron una sociedad con justicia social con un territorio completo y no amputado.